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Punto, set y partido para España

ACAPULCO (ESPNdeportes.com) -- Fue tal la euforia que provocó el tenis de Rafael Nadal, que hasta la "ola", tan famosa en aquellas memorables series Copa Davis, de cuando México tenía el privilegio de luchar en el Grupo Mundial, reapareció, y la afición se emocionó tanto con el tenis y el carisma del joven español, que ya lo hicieron suyo.

Provoca ya tal fanatismo este jugador hispano que, incluso grupos de adolescentes, se pintaron su nombre en el pecho con pintura café y le vitorearon cada uno de los espectaculares puntos que le disputó a Mariano Puerta, que agotado, tras el enorme esfuerzo realizado durante sus partidos previos, debió ceder la victoria al rival.

Las expresiones de apoyo a Nadal, llegaron a extremos tales, que niños y jóvenes se apoderaron de la sala de entrevistas, y apenas se contuvieron durante la sesión de preguntas y respuestas, para abalanzarse después sobre su nuevo ídolo, solicitarle autógrafos, fotografiarse con él o sencillametne verle de cerca, y los que tuvieron suerte... ¡hasta lo tocaron!

El se dejó querer, aunque ya impaciente Benito Pérez Barbadillo, de la ATP, pedía que cerraran la puerta, y que permitieran trabajar, e inútilmente, intentaba sacarlo de ahí por la puerta de regreso a la sala de jugadores, sin encontrar apoyo del Comité Organizador, que ya disfrutaba del concierto que en la playa, ofrecía el rockero Benny Ibarra.

La nueva estrella del tenis se mostró sumamente sencillo, especialmente cuando se le refirió sobre los puntos en común con quien siempre fue su ídolo: Carlos Moyá y al que el destino y el buen tenis de Puerta, le impidieron enfrentar precisamente esta noche.

"¡Uf... Moya es el mejor! es campeón de Roland Garros, finalista de Australia, campeón de la Davis, numero uno... definitivamente no, él si que es lo máximo, yo soy apenas un joven que empieza y que quiere llegar a ser", declaró sin falsa modestia, a pesar de que dejó maravillado al público con esa velocidad que le permitió llegar a pelotas que, para la mayoría, son imposibles de alcanzar.

Analizó al único rival que se interpone entre su calidad y el trofeo del Abierto Mexicano, Albert Montañes "es un gran jugador, claro como españoles sí que nos conocemos, juega rápido y es muy bueno, va por todas, y aunque le he vencido en tres ocasiones, pues no será siempre, él bien puede vencerme alguna vez, sólo espero que esa vez, ¡no sea mañana!".

De su perspectiva sobre el brillante futuro que muchos ya le auguran, incluso hubo quien le coloca ya sello de número uno del mundo, dijo sin tomárselo muy en serio, "bueno, creo que es pronto para hablar, yo me siento jugando bien y tengo una buena racha de 9 partidos sin perder, pero para eso falta, estoy bien rankeado, pero de eso a número uno... ¡sí que me falta!".

Lo cierto es que al parecer 2005 sí que podría ser su año, por lo que se adivina que también este podría ser su último Abierto Mexicano: "Bueno, de eso nadie sabe, es prematuro decirlo, aunque a mi me acomodó muy bien la gira por Latinoamérica".

No quiso comprometerse a regresar, por lo que el público habrá de gozar al máximo su tenis en la gran final, porque este campeón tal vez ya no esté de regreso en Acapulco.

Un par de horas antes, el rostro feliz de Albert Montañes acudió al llamado de la prensa, para compartir este momento importante, después de vencer en forma dramática al que muchos ya veían como finalista, y por su potencia incluso, el único capaz de derrotar a Nadal en la final, Agustín Calleri.

Pese a tener un match point en el 4-5 del tercer set, el jugador considerado por las chicas el más guapo, desperdició la oportunidad de refrendar el título del 2003, y tan lo sabía que arremetió contra su raqueta hasta despedazarla, minutos después, cuando el tiebreak favorecía a Montañes y el juez de silla sentenciaba el famoso: "¡punto, set y partido!".

Ya nada se podía hacer, su contundencia fue superada por la tenacidad del hispano que le arrebató el lugar que ya todos sentían suyo, "la base es estar ahí, es luchar y estar ahí sin dar nada por perdido, y la verdad que esperar a que él se "cabree" o las tiré fuera" ... y así fue, comentaría Albert, minutos después.

Y cómo no se iba a exasperar Calleri, si tuvo todo para ganarle, pero tal vez lo opuesto de sus estilos, fue contraproducente para el argentino, que incluso, conectó servicios de más de 200 kph., por los 160, promedio, del español.

Pero el tenis es así, y todo cambió para Calleri en ese fátidico instante del 4-5, en el que no pudo concretar el match point. Aunque hay que anotar que aunque favorito, ya el sudamericano había sido vencido por Montañes, el año pasado en Barcelona, por lo que el resultado al final, no es tan casual.

La historia del Abierto Mexicano llega a su fin, y nos prepara un encuentro memorable entre dos españoles que llegan con justicia a la disputa por el título.

Acaso lo único que podemos lamentar hoy, es la ausencia de dos argentinos, Puerta y Calleri que jugaron un gran torneo, y tenían tantos méritos como sus rivales.

Por esta vez, la Armada Española se anotó el "¡punto, set y partido!".