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Guly, con una doble alegría

BUENOS AIRES (DyN) -- Andrés Guglielminpietro, una de las figuras del clásico del pasado domingo ante Independiente, opinó que "fue una de las mejores actuaciones de Boca en el año -dijo-, junto con el triunfo (3-0) contra Sporting Cristal, por la Copa Libertadores.

Lamentablemente, después del gran primer tiempo que hicimos, sufrimos. Fue innecesario, porque tuvimos un buen funcionamiento".

Interrogado sobre las razones por las que a Boca le cuesta mantener un nivel de juego, el mediocampista manifestó que "es difícil saberlo. No sé cuál es el verdadero motivo. Muchas veces es producto de la necesidad del rival. Lo importante es encontrar la regularidad. No hay una explicación. Igual, creo que el último partido contra Pachuca (1-3, por la Copa) no fue malo. Nuestra actuación se opacó con el tercer gol de ellos. En los dos mejores momentos nuestros nos convirtieron".

Guglielminpietro mantuvo una entrevista publicada por el diario La Nación, algunos de cuyos principales párrafos son los que siguen.

-¿Qué cosas les falta?
-Nos falta encontrar el equilibrio. La rotación tiene ventajas y desventajas. Porque a un jugador que está cansado le sirve parar un partido para descansar, pero a los otros no. Si no tenés continuidad y se varían los jugadores, se crean confusiones. Es natural que el funcionamiento cambie al jugar con unos u otros jugadores. Si yo estoy un miércoles y el domingo quiero corregir algo, no puedo.

-¿Cuánto los afecta que se dude de la continuidad de Benítez?
-Mirá, lo bueno es que veo que él no se siente cuestionado. Pero eso es algo que se vive mucho en el fútbol argentino. Los técnicos son discutidos todos los partidos y se hace difícil continuar así, ¿o no? En Italia se cuestiona y todo, pero allá los tiempos son más largos. Acá la paciencia es mínima y más en un equipo como Boca.

-¿En nuestro país notás más presión que en Europa?
-Siempre marco que jugar en el propio país es distinto de hacerlo afuera. Acá te sentís más presionado. En el exterior sabés que estás un tiempo y después te vas. De última, si te critican mucho, decís: "Ma sí, dentro de un tiempo me vuelvo a mi casa y listo" (sonríe).

También creo que acá hay muchísima prensa, y en Boca más todavía. Hay mucha gente que opina y algunos dicen pavadas. Sobre Boca, todo el mundo opina; cualquiera, el especialista en política, el de espectáculos... Encendés una radio y todos dicen cosas. Mientras la crítica sea honesta, yo no tengo ningún problema, pero cuando hay mala intención, me molesta y eso nos pasó.

-Tu relación con los hinchas de Boca mejoró mucho...
-Yo estoy muy bien. Nunca me sentí cuestionado, como se dijo. Por supuesto que en uno o dos partidos el equipo jugó mal y nos reprobaron a todos. Pero eso me pesó mucho más a mí por no tener una historia en el club y cuando uno viene del exterior la gente quiere que seas figura en todos los partidos. Incluso, en el último partido de la Copa Sudamericana me fui de la cancha muy aplaudido. Nunca me sentí chiflado por la gente, para nada.

-¿Es difícil jugar en Boca?
-Es un club duro, muy exigente. Tenés que ganar sí o sí. Además son muy exigentes los mismos jugadores y por eso han ganado tanto. Te das cuenta de que el plantel tiene el éxito en la piel. Ves a los jugadores con más títulos que pierden un partido y se quieren matar. Eso hace que uno tenga presión y se sienta complicado dentro de la cancha.