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El amor terminó, los problemas no

SANTIAGO DE CHILE (EFE) -- El ex tenista chileno Marcelo Ríos, que se casará a fin de año con la antigua novia de Iván Zamorano, se enfrenta a dos demandas millonarias de su ex esposa, la costarricense Giuliana Sotelo, informa el viernes la prensa local.

Sotelo, que el 2004 anuló su matrimonio con el deportista, ha oscurecido el fogoso romance del "Chino" Ríos, con la modelo María Eugenia Larraín, tras dos requisitorias que ya se tramitan en juzgados de la capital chilena.

La primera tiene que ver con la pensión alimenticia en favor de Constanza, la hija de ambos, y la otra debe dirimir el fondo fiduciario creado por la pareja al momento de contraer matrimonio, en diciembre de 2000.

En la primera demanda, que busca establecer el monto mensual que Ríos deberá enviar a su hija, que vive en Costa Rica con su madre, una jueza de menores ya dictó un exhorto internacional a la justicia costarricense en el que solicita que se le remita un informe sobre las necesidades de Constanza y la capacidad económica de Giuliana.

El exhorto fue cursado por la Corte Suprema a mediados de marzo y la Cancillería chilena deberá transmitirlo por vía diplomática a su similar costarricense.

Trascendió que Sotela ha demandado a Ríos una pensión de 15 mil dólares mensuales para darle a Constanza la educación necesaria, que a su juicio incluye equitación, clases de jazz y danza.

En la segunda acción legal, Giuliana solicita a la justicia chilena que designe un "árbitro partidor" para que determine el monto que deben recibir los tres de acuerdo al patrimonio del tenista.

Según fuentes judiciales, ya se encuentra nominado el árbitro que espera determinar la existencia de ese fondo y el monto acumulado, para luego dividirlo en tres partes iguales.

El patrimonio del "Chino" Ríos, se calcula en 30 millones de dólares.