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Bonos en Quisqueya

MIAMI (ESPNdeportes).- En raras ocasiones,
los jugadores dominicanos que obtuvieron grandes bonos
por firmar alcanzaron el estrellato en las Grandes
Ligas.

De hecho, de los peloteros quisqueyanos que recibieron
más de un millón de dólares por firmar, solamente el
jardinero Wily Mo Peña (2.45 millones con los Yankees
de New York) está jugando en las ligas mayores.

Ese es solamente uno de los retos que tiene por
delante Fernando Martínez, quien recibió 1.4 millones
de dólares de los Mets de New York esta semana para
convertirse en profesional.

"No temo a los retos", dijo Martínez a ESPNdeportes
desde su hogar en República Dominicana.

"Estoy preparado mentalmente para vencer todos los
obstáculos y cumplir mi sueño de llegar a las Grandes
Ligas", agregó Martínez, quien cumplirá 17 años en
octubre.

Martínez es un bateador zurdo de poder que posee las
cinco herramientas necesarias para ser considerado una
potencial estrella en las ligas mayores.

"Fernando es asombroso. Tiene poder, contacto, gran
brazo, velocidad y fildeo. Posee las cinco
herramientas para ser una gran estrella", dijo
Ezequiel Sepúlveda, un buscatalento de los Dodgers que
siguió a Martínez por meses.

Un catazatalentos de los Medias Rojas de Boston dijo
que Martínez parece un Ted Williams joven.

"Martínez puede jugar en el centro o el lado derecho
de los jardines debido a su gran brazo", dijo Rafael Bournigal,
director de buscatalentos internacionales de los Mets.

"Además, Fernando tiene una gran postura para ser tan
joven", agregó Bournigal.

Contrario a la mayoría de sus compatriotas, Martínez
podría comenzar su carrera en una liga clase A de
Estados Unidos y no en la Liga Dominicana de Verano.

Las proyecciones más optimistas señalan que podría
alcanzar las Grandes Ligas después de tres años de
trabajo en las menores.

Además de justificar el bono recibido, Martínez deberá
validar la etiqueta de "no puede fallar" y vencer "la
maldición de los bonos altos", algo que no
consiguieron otros súper prospectos quisqueyanos.

El lanzador Ricardo Arámboles (Yankees de New York) el
torpedero Josephang Benhardt (Toronto), quienes a
principio de los años noventas se convirtieron en los
dos primeros dominicanos cuyos bonos superaron el
millón de dólares, no pasaron de doble A.

El torpedero Julio Guerrero (Boston) y el lanzador
Jesús Cordero (Los Angeles), que firmaron por 700 mil
y 600 mil dólares, respectivamente, ni a doble A
llegaron.

Otros que firmaron más recientemente, como el
antesalista Andy Marte (Atlanta), el torpedero Ervin
Joel Guzmán, el intermedista Willy Aybar (Los
Angeles), y el torpedero Jerry Gil y el lanzador
derecho Ramón Peña ( anteriormente llamado Adriano
Rosario), de Arizona, estarán buscando establecerse en
los próximos años.

A diferencia de los norteamericanos firmados, la
mayoría en el sorteo universitario de junio, los
chicos que juegan al béisbol en Dominicana no están
preparados para el tremendo impacto que significa
pasar de la pobreza más extrema a millonarios famosos.

República Dominicana, que alberga a cerca de 10
millones de habitantes en 48 mil kilómetros cuadrados,
es uno de los países más pobres del continente
americano.

El sueldo mínimo en la isla es de apenas 120 dólares
mensuales. La mayoría de peloteros provienen de la
capa más pobre de la sociedad.

El gran deseo de salir de la pobreza y ayudar a sus
familiares fue el principal catalizador que impulsó
las carreras de jugadores como Sammy Sosa, Pedro
Martínez, David Ortiz, Alfonso Soriano y Miguel
Tejada.

Ninguno de esos jugadores fue un "bono baby", como
llaman los norteamericanos a los jugadores que reciben
altas sumas por firmar.

"Tengo hambre de jugar en niveles altos. Mi
responsabilidad es con mi familia, con mi pueblecito y
con el país", dijo Martínez.

"Mi sueño es poder jugar en el mismo equipo de Pedro
Martínez y Carlos Beltrán y voy a tratar de alcanzar
las Grandes Ligas lo más pronto posible para unirme a
ellos", dijo Martínez.