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El adiós a un prócer del cuadrilátero

MENDOZA (DyN) -- El ex campeón mundial de los welter juniors (AMB), el Intocable Nicolino Locche, murió en la noche del miércoles 7 de septiembre como consecuencia de un paro cardio respiratorio en su domicilio de Las Heras, en su Mendoza natal, a los 66 años.

Locche fue protagonista de noches gloriosas en el Luna Park y fue uno de los ídolos más grandes que dio el boxeo argentino.

Es más, se sostiene que en el país fue todavía más querido que el gran Carlos Monzón, otro puglista estelar ya fallecido.

Locche había nacido en Tunuyán, Mendoza, el 2 de setiembre de 1939.

Los restos del notable estilista serán velados en la
calle Maipú 636 de la ciudad de Mendoza e inhumados mañana en el
cementerio Privado Parque de Descanso.

Locche hace apenas una semana había recibido de las autoridades de la AMB el cinturón de campeón mundial que nunca había poseído.

El legendario boxeador fue declarado "Ciudadano Ilustre de Mendoza", el 29 de abril de 2004 en un acto en que cual participó de la presentación del libro autobiográfico que se titula "La Leyenda del Intocable", de un vino que lleva su nombre y de un documental sobre su vida.

De este modo, el Concejo Deliberante de la Ciudad de Mendoza y del departamento provincial de Tunuyán cumplieron con una asignatura pendiente con uno sus hijos dilectos, el más célebre en el boxeo.

Locche acababa por entonces de mejorarse de una afección cardio respiratoria, a raíz de una angina de pecho, por la que permaneció internado cinco días.
Esa fue una noche de múltiples emociones para la finta mayor en la historia del pugilismo argentino.

UN ESTILO DISTINTIVO
Muchos sostienen que más que un boxeador, Nicolino fue algo así como un showman del ring, capaz de cruzar palabras con algún reportero gráfico mientras bloqueaba golpes entre el encordado. Por eso, también lo apodaron Chaplin y cuando peleaba, los aficionados decían que el Luna Park tenía un encanto especial.

El ídolo tuvo un récord profesional de 103 victorias (14 antes de límite), cuatro derrotas y una sin decisión.

El ex monarca mundial welter juniors de la AMB fue quien le quitó dramatismo a una de las más duras disciplinas deportivas.

Esa fue una noche de múltiples emociones para la finta mayor en la historia del pugilismo argentino.

"Total esta noche, minga de yirar, si hoy pelea Locche en el Luna Park", reza un pasaje del tango de Chico Novarro, que inmortalizó su nombre. Si hasta parecía que se burlaba de sus oponentes cuando les ponía la cara, para luego hacerles errar ráfagas de cuatro o cinco golpes. Después, les palmeaba la cabeza como excusándose. Un artista, un genio, un mago del cuadrilátero.

UNA CARRERA EXITOSA
Cuentan las crónicas de aquella época que antes de subir al ring para pegarle la paliza de su vida al hawaino Paul Fuji y arrebatarle la corona mundial en aquel epopéyico 12 de diciembre del '68 en Tokio, Japón, alguien le preguntó a Locche: "¿Qué sintió antes de semejante pelea?". A lo que Nicolino, con gesto sobrador, respondió: "¿Qué pelea?"

Niño mimado del gran maestro Francisco Paco Bermúdez, El Intocable fue el boxeador más exquisito y talentoso en el arte de la defensa. No necesitaba pegar para adjudicarse el round, simplemente marcaba los golpes. Alguien que desconcertaba arriba y abajo del ring. Parecía desinteresado de todo y de todos.

En su extensa campaña profesional, que se inició el 11 de diciembre del '58 cuando doblegó por nocaut en el segundo asalto a Luis García, Ncolino fue campeón mendocino ligero, argentino y sudamericano liviano y mundial welter juniors de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Luego de defender exitosamente el título ante el Morocho Hernández, Joao Henrique, Adolph Pruitt, Domingo Barrera y Antonio Kid Pambelé Cervantes, el 20 de marzo del '72 lo resignó por puntos ante a Alfonso Peppermint Frazer.

Un año más tarde trató de recuperarlo en Maracay, pero cayó por nocaut en la novena vuelta frente a Kid Pambelé. El 7 de agosto del '76 en el Hotel Llao Llao de San Carlos de Bariloche, frente al chileno Ricardo Molina Ortíz, colgó definitivamente los guantes.

SU RIVAL MÁS DIFÍCIL
El cigarrillo fue su peor rival, el que le venía aguantando algunos rounds en los últimos tiempos. En setiembre del '94 fue sometido a una operación de triple by pass debido a una insuficiencia cardíaca por su gran adicción al tabaco.

En julio del '98, y enero de 2000, una insuficiencia cardiopulmonar descompensada debido a su enfermedad pulmonar obstructiva crónica lo tuvo al borde del nocaut.
Locche está considerado como un prócer del boxeo argentino, algo así como una atracción turística mendocina, puesto que todo aquel que visita la tierra del sol y del buen vino quería verlo y estrecharle la mano. Se podrán discutir algunos matices de su vida privada, pero sobre un ring fue único, incomparable, irrepetible.

Un año más tarde trató de recuperarlo en Maracay, pero cayó por nocaut en la novena vuelta frente a Kid Pambelé. El 7 de agosto del '76 en el Hotel Llao Llao de San Carlos de Bariloche, frente al chileno Ricardo Molina Ortíz, colgó definitivamente los guantes.

Locche está considerado como un prócer del boxeo argentino, algo así como una atracción turística mendocina, puesto que todo aquel que visita la tierra del sol y del buen vino quería verlo y estrecharle la mano. Se podrán discutir algunos matices de su vida privada, pero sobre un ring fue único, incomparable, irrepetible.

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