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El béisbol triunfó en el 2005

Por RICARDO ZÚÑIGA

(AP) -- Pasó otro año de Grandes Ligas y cayó otra racha que parecía eterna.

El 2005 fue el turno de las Medias Blancas de Chicago, que siguieron el ejemplo de Boston y con un venezolano sin pelos en la lengua al timón, ganaron su primera Serie Mundial en 88 años.

A este paso, hasta sus vecinos de Chicago, los Cachorros, pueden soñar con un título.

La franquicia más conocida por su historial de fracasos y el escándalo de las "Medias Negras", por dejar comprar la Serie Mundial de 1919, quebró el maleficio con el peculiar estilo de su piloto Oswaldo Guillén: pitcheo, defensa, bateo oportuno, y velocidad en las bases.

Guillén utilizó un pelotón latinoamericano en su frente de batalla, encabezado por el pitcher cubano José Contreras, punta de lanza de la rotación en la segunda mitad de la temporada, y el venezolano Freddy García.

Otro cubano, el veterano lanzador Orlando "El Duque" Hernández, se puso el uniforme de relevista en los playoffs y tuvo una actuación estelar, mientras que el dominicano Juan Uribe fue un pilar en el campocorto.

Las Medias Blancas no se sentaron a descansar en sus laureles, y ficharon al serpentinero puertorriqueño Javier Vázquez en un canje con Arizona a cambio de Hernández.

La hazaña de Guillén, el primer venezolano en dirigir en las mayores y primer latinoamericano en conducir a un equipo a la Serie Mundial, le valió el galardón de manager del año en la Liga Americana.

En la Nacional, el premio fue para Bobby Cox, que transformó el agua en vino y llevó a unos jóvenes Bravos de Atlanta a su decimocuarto banderín de la División Este.

Los dominicanos fueron nuevamente los reyes de las Grandes Ligas y los honores de fin de año se bailaron al ritmo de merengue.

Alex Rodríguez, antesalista de los Yanquis de Nueva York, fue proclamado jugador más valioso de la Liga Americana, escoltado en la votación por David Ortiz (Boston), Vladimir Guerrero (Angelinos) y Manny Ramírez (Boston).

En la Nacional, el jugador más valioso fue otro hijo de Quisqueya, Albert Pujols, el prodigio del bate que ocupa la primera base de los Cardenales de San Luis.

Bartolo Colón, as de los Angelinos de Los Angeles, ganó el Cy Young de la Liga Americana en una votación que se celebró en español: el panameño Mariano Rivera quedó segundo, y el venezolano Johan Santana tercero. Cris Carpenter fue el Cy Young del más antiguo de los circuitos.

Los novatos del año fueron Ryan Howard (Nacional) y Huston Street (Americana). En ambos casos, los estadounidenses fueron secundados en la votación por dominicanos, Willy Taveras (Houston) y Robinson Cano (Yanquis), respectivamente.

A nivel internacional, el año dejó alegría y penurias para Cuba.

La novena cubana se adjudicó en septiembre en Holanda su octavo mundial de béisbol consecutivo, al vencer 3-0 a Corea del Sur en la final.

Cuba tiene 24 títulos mundiales desde que la competencia comenzó en 1938, y la última vez que perdió en un mundial fue en 1982, a manos de los surcoreanos.

Panamá quedó en tercer lugar.

Pero los campeones mundiales y olímpicos recibieron una bofetada de parte del gobierno de Estados Unidos, que le negó el permiso de entrada a Puerto Rico para participar en marzo del 2006 del primer Clásico Mundial de béisbol, un torneo organizado por las Grandes Ligas al que fueron invitados 16 países.

Luego de años de rumores, conjeturas, ideas y planificación, el Clásico Mundial finalmente cuajó en el 2005 y se anunció oficialmente en junio con bombos y platillos como una oportunidad para que los mejores peloteros profesionales del mundo representen a sus países.

Dominicana surgió como uno de los favoritos, con su plétora de estrellas como Ortiz, Guerrero, Ramírez, Pujols, Colón, Pedro Martínez y Miguel Tejada.

Venezuela también salivó y comenzó a armar su róster con nombres como Miguel Cabrera, Bobby Abreu y Johan Santana, mientras que Puerto Rico confirmó la participación de Carlos Delgado, Iván Rodríguez y otros estelares.

Sin embargo, el anuncio en diciembre de que Estados Unidos le negó la visa de entrada a Cuba provocó ira de los dirigentes deportivos en todo el mundo, y amenaza con restarle lustre a un torneo que se autoproclama "mundial" y quedaría sin el campeón mundial y olímpico.

En las ligas latinoamericanas, los Venados de Mazatlán ganaron en febrero la Serie del Caribe en su propio patio, el primer equipo mexicano que gana la corona en México.

El triunfo de los Venados sorprendió a muchos, que daban como favoritos a la poderosa escuadra campeona de República Dominicana, Aguilas Cibaeñas, que contaba en sus filas con Tejada, Rafael Furcal, Pedro Feliz y otros nombres de las mayores.

Los Indios de Mayagüez, campeones de Puerto Rico, terminaron últimos y demostraron que el béisbol invernal boricua va en picada comparado con los otros torneos caribeños, mientras que Venezuela estuvo representada por su campeón Tigres de Aragua.