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Logros y polémicas en el camino de Wawrinka a las Finales ATP

Wawrinka llega a Londres con buen ritmo de competencia. Getty Images

Stan Wawrinka logró continuidad en su juego y se afianzó a base de buenos resultados. En la temporada, dos grandes focos: su notable actuación en Roland Garros y la polémica en la que se vio metido desde Montreal. Además, su particular lucha con Novak Djokovic y su interesante arribo a Londres.

EL RETO DE REPETIR
El inicio del año, con un escenario inédito para él. Stan debía confirmar su gran 2014. Y la primera estación no se mostraba para nada sencilla: la gira que lo llevó a los primeros planos. Su desembarco en Chennai tuvo resultados inmejorables con cuatro victorias en fila y defensa exitosa del título. Rodaje, confianza e ilusión renovada.

Con la vara más arriba, el Abierto de Australia. Y Wawrinka no desentonó. Arrancó con triunfos en sets corridos ante Marsel Ilhan, Marius Copil y Jarkko Nieminen. Luego, un lindo examen ante Guillermo García López y paso avasallador ante Kei Nishikori. Finalmente, punto de partida en semifinales ante Novak Djokovic en un enorme partido a cinco parciales. Comienzo positivo.

Dos semanas después, ya en canchas duras bajo techo, el suizo acumuló otras dos victorias ante Top 10 -Tomas Berdych y Milos Raonic- y firmó su segundo título en el año en Rotterdam. Marca de 14-1 para arrancar la temporada. Desafío de revalidar, superado.

EL PREÁMBULO DE LA POLÉMICA y CONSAGRACIÓN
Su vida lejos del tenis siempre fue un tema que evitó tocar ante las consultas. Sucedió hace unos años con su separación a poco de ser padre y también cuando regresó con su mujer tras el impasse. La excepción, el divorcio definitivo con respuesta incluida de su ahora exesposa. Y previo a Roland Garros comenzó a tejerse el capítulo mayor de su papel central en las revistas del corazón. Una publicación sin intención de causar daño pero un descuido al fin, por tratarse del sitio oficial del torneo, encendió la mecha.

"No me parece muy genial que digamos para el torneo publicar esa m***da de artículo. Estamos hablando de la web oficial de un Grand Slam", estallaba el suizo al enfrentar los micrófonos después de su debut. "Espero que el que escribió la nota no sea un periodista. Y también que el responsable de chequear lo que se publica en la página no trabaje más en el torneo", señalaba Wawrinka por entonces tras vencer a Ilhan en la primera ronda en París.

El suizo no llegaba en buen momento al segundo Major del año. Paso en falso en Indian Wells y Miami y dudas apenas superadas en Roma, con semifinales, tras rápidas despedidas en Monte Carlo y Madrid. Y encontrarse en la capital francesa con el rumor de su relación con Donna Vekic avalado desde el sitio web de Roland Garros no le causó nada de gracia.

No obstante, el enfado interno pareció encender un fuego sagrado y, con unos exóticos pantalones que pasaron a la historia, se aferró al premio mayor. En su camino al título, entre otros, quedaron los locales Gilles Simon y Jo-Wilfried Tsonga, su compatriota Roger Federer y el serbio Novak Djokovic, quien soñaba con su primera corona en Roland Garros.

SU RIVALIDAD CON EL N°1
Fuera de la cancha, amigos y hasta con regalos personales. Dentro de la cancha, uno de los pocos que pone en problemas a Novak Djokovic. Por la impredecibilidad de sus impactos, con descargas de potencia desde ambos lados, y con un ritmo difícil de seguir, Wawrinka se ha convertido en un serio oponente para el número uno en los últimos meses.

La historia entre sí empezó a variar un poco en 2013. Wawrinka empezó a marcar amenazas y supo imponerse en dos ocasiones seguidas, en el Australian Open y el US Open, en cinco sets. Dejaba en claro que tenía con qué, pese a las derrotas bajo techo en París y Finales ATP. Su tercer golpe ante el N°1, en Australia 2014 y de nuevo en el quinto parcial. Y el último impacto, tal vez el más resonante, en la definición de Roland Garros hace unos meses.

A Nole le molesta el juego de Wawrinka. Eso no es ningún secreto. Pero le tiene el pulso bajo techo. Hace unos días, en París, lo forzó a un tercero. ¿Será Londres la oportunidad de Stan?

EXPLOSIÓN MEDIÁTICA
Poco después de una entrevista "al desnudo", todo se fue de las manos para Wawrinka. Mientras el suizo buscaba mantener un bajo perfil, el excéntrico Nick Kyrgios sumó un capítulo más a su pose de rebelde y cometió un exabrupto gigantesco, el más grande de la temporada sin dudas.

En pleno partido cruce del Masters 1000 de Montreal, el australiano pasó los límites y se metió en la vida personal de Wawrinka. Polémica, respuesta del suizo, sanciones en suspenso con sabor a poco y opiniones de varios jugadores, entre ellos Djokovic, Nadal y Federer. Y también, claro, Dokic y Kokkinakis, los terceros en discordia.

El tema tuvo enorme repercusión y a Wawrinka, según reconoció, le pegó duro. "Estoy tratando dejar atrás toda esta historia, pero no es así de simple. Para ustedes es una historia más. La semana que viene encontrarán otra , pero yo tengo que lidiar con toda esta m***** y tratar de sacarla", decía en Cincinnati.

CIERRE CON RITMO
Luego de una agotadora temporada, con grandes resultados dentro de la cancha y con un desgaste inusual fuera de la cancha por polémicas, Wawrinka llega al final de la temporada en buena forma y abriéndose de nuevo desde las declaraciones. Como si se hubiese reencontrado con su eje.

Pese a todo, Wawrinka no pisó en falso en sus últimas actuaciones desde el exabrupto de Kyrgios, más allá de sus derrotas. Al contrapunto de su título en el ATP de Tokio se le oponen sus derrotas ante Novak Djokovic -2-, Roger Federer, Rafael Nadal e Ivo Karlovic (bajo techo), todos rivales de cuidado.

Por tercer año seguido y con la ilusión de pasar las semifinales, instancia que alcanzó en sus anteriores presentaciones, Stan va por el golpe en Londres.