WELLINGTON -- Por segundo año consecutivo y tercera vez en las últimas seis temporadas, Nueva Zelanda le da la espalda a la Fed Cup.
Presente en el certamen desde 1965 (cuando apenas 20 países disputaban la competencia) y cuartofinalista en dos oportunidades, hoy el equipo oceánico milita en la última categoría de su región y no evidencia interés en revertirlo.
Luego de haber estado a un paso del Grupo Mundial en 2008, Nueva Zelanda acentuó la curva descendente tres años después, cuando la falta de sus mejores jugadoras hizo que la Federación local directamente decidiera renunciar a la competencia. ¿El resultado? Un año de suspensión por parte de la ITF y descenso forzado al Grupo II.
El equipo volvió a escena en 2013 y terminó tercero sobre 10 participantes. En 2014 también quedó muy cerca de pelear por el ascenso. En total, siete victorias en nueve series. Pero aun con ese antecedente, en 2015 la Federación decidió no presentar equipo.
Para esta temporada, Marina Erakovic, ex-N°39 del mundo, campeona del WTA de Memphis tres años atrás y con otras tres finales en el circuito, ya se había mostrado disponible para ser parte de la vuelta. "Pero no sé si hay equipo. Eso ya no me corresponde a mí", enfatizaba la jugadora, según registra el diario Stuff.
Desde la Federación, el presidente Steve Johns recogió el guante: "Nos encantaría presentarnos todos los años. Pero hoy no tenemos alternativas suficientes como para poner en cancha un equipo con reales chances de competir".
Nueva Zelanda, en efecto, solo tiene dos representantes en el ranking WTA: Erakovic (hoy 144ª) y Claudia Williams (1183ª). Pero hay rivales en el Grupo II que ni siquiera tienen a una sola jugadora en el listado, como Bahrein, Sri Lanka o Turkmenistán.
Y si de completar equipo se tratara, más atrás aparecen las juniors Jade Lewis y Rosie Cheng, que desde el próximo año ya competirán profesionalmente.
Como sea, el casillero 2016 volverá a quedar en blanco para Nueva Zelanda. Y las épocas del equipo peleando entre los mejores, cada vez más lejos.