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Del dolor a la felicidad: Juan Martín del Potro está de vuelta

WIMBLEDON -- Tres horas antes del partido del viernes en la cancha central, Juan Martín del Potro se paseaba por las instalaciones vacías.

Camino a las canchas de práctica, el argentino de 1,98 m. se reía con dos miembros de su equipo, moviendo una raqueta envuelta en plástico con la mano izquierda.

No parecía tener preocupación alguna, pero lo cierto es que ningún jugador actual con su extraordinario conjunto de habilidades ha sufrido más que él a raíz de la fragilidad de su propio cuerpo.

Desde que ganó el Abierto de Estados Unidos hace siete años, Del Potro ha pasado nada menos que por cuatro cirugías en las muñecas izquierda y derecha. Han pasado tres años desde que jugó por última vez aquí, en 2013, cuando llegó a las semifinales en el All England Club.

"Estoy disfrutando del tenis otra vez", dijo Del Potro después de ganar su primer partido esta semana. "Estoy empezando a hablar del tenis y no más de mi muñeca. Eso es importante".

Increíblemente, luego de una puesta a punto muy breve, la muñeca y el tenis de Del Potro están oficialmente listos para el Top 10 del circuito. Arrasó/aturdió/vapuleó a Stanislas Wawrinka 3-6, 6-3, 7-6 (2), 6-3 para avanzar a la tercera ronda. El suizo, N°5 del mundo, es el preclasificado más alto en quedar eliminado del torneo masculino hasta el momento.

Decir que ha superado las expectativas de sus tiempos de recuperación sería un eufemismo.

Las manos de Del Potro todavía estaban temblando cuando salió de la cancha para ingresar al área de entrevistas de la BBC. Describió el triunfo como el más emotivo de su carrera.

"Es una sensación increíble para mí en este momento", dijo del Potro con emoción. "Acabo de vencer a uno de los que juegan mejor. No esperaba ganar, estoy muy, muy contento".

Fue un duelo de segunda ronda inesperado y delicioso entre dos excampeones de Grand Slam que se dio gracias al ranking número 165 de Del Potro, producto de su inactividad. Durante el monopolio de Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic en los grandes torneos, con un total 43 títulos de singles entre los tres, estos son dos de los otros cuatro jugadores activos que han logrado ganar títulos de Grand Slam.

El drive formidable de Del Potro --el mismo que deshizo a Federer en aquella final del US Open 2009-- todavía tiene la capacidad de quitarte el aliento, literalmente. En el partido de primera ronda contra Stephane Robert, la primera aparición de Grand Slam de Del Potro en 29 meses, provocó gritos ahogados en el público experto de la cancha 12.

El revés plano a dos manos de Del Potro supo ser el mejor del tenis. Ahora no es más que un fantasma, un golpe a una sola mano drásticamente reducido que siempre sale con slice. Hay momentos en los que, bajo presión, instintivamente utiliza las dos manos, pero se puede sentir su vacilación, su miedo a una nueva lesión.

"Todavía no tengo toda la confianza en mi revés", reconoció. "Y eso es difícil cuando juegas contra los mejores porque son muy buenos jugadores y son lo suficientemente fuertes como para jugar el quinto set sin mayores dificultades. Estoy esperando mejorar en el futuro, pero para este año mi mayor desafío sería terminar sano y listo para hacer una buena preparación para el año que viene".

Contra Wawrinka, el saque y el golpe de derecha de Del Potro fueron de la vieja época. El cuarenta por ciento de los saques de Del Potro no tuvieron respuesta. Su servicio más rápido fue de 135 mph. En dos partidos, ha pegado 26 drives ganadores -- contra uno solo de revés.

"Como dijimos todos, es muy bueno para el tenis verlo de vuelta", dijo un desconsolado Wawrinka en su conferencia de prensa posterior al partido. "Ya lo ves, pudo vencer a algunos buenos jugadores. Todavía tiene dificultades con el revés porque no puede hacer el golpe completo, pero en esta cancha de césped es particularmente difícil".

En el primer set desperdició dos oportunidades de quiebre pero convirtió uno de dos en el segundo. En el tercero, jugó un tiebreak impecable, mientras que Wawrinka se fue desvaneciendo, con una doble falta y un gran error de drive al final.

"Después de la tercera cirugía estaba sentado en casa y muy triste", dijo Del Potro. "Ésta es como la segunda o tercera carrera de mi vida, y lo estoy disfrutando. Es una gran sensación para mí. Me siento vivo.

"No esperaba estar en la tercera ronda de Wimbledon después de tres años. Y ahora hacia el final [del torneo], todo es muy positivo. Voy por buen camino hacia una recuperación al 100 por ciento".

Del Potro se resbaló y cayó cerca del final del primer set, y permaneció en el piso durante alrededor de un minuto. Luego, lenta y cautelosamente, se puso de pie, elevando poco a poco su largo cuerpo. Así es como la mayoría de la gente pensaba que iba a ser este año para Del Potro.

En lugar de eso, este resultado es un rayo de luz para el tenis masculino. Si es capaz de vencer a un dos veces campeón de majors con una mano atada a la espalda, ¿qué será capaz de hacer con las dos manos sanas?

A los 27 años, Del Potro todavía es relativamente joven; Wawrinka ganó su primer Grand Slam, el Abierto de Australia de 2014, dos meses antes de cumplir 29 años, y el segundo, el Abierto de Francia del año pasado, a los 30.

Por ahora, seguirá luchando contra el impulso de ser agresivo.

"Creo en mí mismo y creo en mi muñeca", dijo Del Potro. "Me gustaría poder mejorar más rápido que ahora, pero sé que podría ser peligroso para mi cuerpo. También estoy trabajando mucho mentalmente porque tengo que lidiar con algunos dolores y frustraciones cuando quiero pegar un buen revés y no puedo hacerlo.

"Espero estar listo para ser un jugador agresivo la próxima temporada".