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Un grupo tremendo

Nocioni celebra: Argentina vuelve a estar entre los cuatro mejores del mundo Getty Images

Una vez, y cuántas van, este equipo argentino demostró que simplemente sabe ganar.

Sobre todo que se potencia en las difíciles, que vende carísima la derrota, que aplica un dominio psicólogico tremendo sobre el rival (y más si el rival es Brasil).

Es difícil cuando llega esta instancia dejar de lado los sentimientos y las emociones, porque la pasión arrasa con todo e intentar explicarlo desde lo técnico-táctico se complica aún mas, porque uno se encuentra alejado de la objetividad. Casi por completo.

Lo intentaremos hacer, de todos modos...

Excelente planteo táctico, centrado en la idea de que Marcelinho sea protagonista pero no haga buenos a todos. La función del base es nutrir al resto, pero a Marcelinho le cuesta poco asumir el protagonismo individual y pensar en sólo anotar y dejar de dirigir el equipo. Grave error del equipo de Magnano, que le costó el juego.

Brasil apostó, a mi entender de manera equivocada, al juego interior y a la individualidad de Marcelinho y Barbosa.

Esto fracturó su ataque en dos. O pelota interior, o uno contra uno de sus exteriores. De esta manera, el equipo brasileño perdió fluidez.

Y digo que fue equivocado porque los interiores de Brasil son grandísimos jugadores... pero defensivos. Nené Hilario, Anderson Varejao y Tiago Splitter son excelentes jugadores de rol, pero no tienen la capacidad de llevar un partido de esta magnitud adelante. Si quizás de a ratos, pero no durante todo el juego.

Por último, los brasileños jugaron pésimo las pelotas decisivas. Es notoria la falta de liderazgo y convicción para ir en busca de una medalla.

La pregunta, entonces, es: ¿cómo si Brasil hizo las cosas muy mal, estuvieron a dos puntos faltando dos minutos?

Porque individualmente es un equipo con tremendo potencial. Piernas jóvenes, larga rotación (¡sale Splitter y entra Nené!) y gran talento físico. Eso sí, psicológicamente pierde...

Argentina, todo lo opuesto. Rotación más corta (repito, excelentemente administrada hoy), mentalidad ganadora, jugadores veteranos pero expertos, sin miedo a perder, con las cosas claras en ataque y con mucho oficio atrás.

No me equivoco al decir que fue uno de los mejores trabajos del cuerpo argentino en los últimos tiempos.

Detalles: faltas a Splitter. A la línea. Faltas a Nené. A ganarse los puntos al tiro libre. Faltas tácticas de Pablo Prigioni en mitad de cancha. Congestión de la zona en los pick and roll.

Para el final dejo a los más importantes, a los jugadores de esta selección que forman un grupo tremendo, que suplantan carencias con coraje. Un equipo que tiene a sus líderes claramente identificados y que una vez más llevaron el peso del equipo (¿quiénes son los de Brasil?), encontrando siempre a alguien que da esa respuesta complementaria (hoy fue Pipa Gutierrez, grandísimo juego Juan) que el otro equipo no espera.

Quedan dos partidos por una medalla. Seguramente se reeditará la semifinal de hace ocho años atrás, pero de eso ya hablaremos.

Hoy es tiempo de festejar. Felicitaciones al básquet argentino por esta nueva proeza.