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No se olviden del Magic

ORLANDO -- A pesar de haber destruido a sus rivales en la pretemporada y dominar claramente a los Washington Wizards en la inauguración de su nuevo estadio de US$400 millones el jueves por la noche, Orlando Magic se encuentra en un lugar familiar: siendo subestimados.

Pero esta temporada, el Magic insiste con que no están preocupados por la percepción pública ni quieren obtener más reconocimiento en la liga. Su lógica es simple. Todas esas cosas se irán resolviendo en el camino al título.

Tras derrotar a todos sus rivales en la pretemporada por una diferencia promedio de 25 puntos y limitarlos a sólo 36 por ciento de cancha, el Magic no bajó el ritmo dándole una paliza 112-83 a los Wizards el jueves.

Pore so dejen que los renovados Miami Heat se lleven toda la atención, que los campeones defensores Los Angeles Lakers brillen en los titulares de cada periódico y los Boston Celtics sean considerados los mejores del Este. El Magic continúa volando bajo el radar nacional en la percepción pública. Pero esta vez, han aprendido a manejar esta situación.

"Siempre nos han pasado por alto", dijo Howard, tras anotar 23 puntos, tomar tres rebotes y bloquear tres disparos en 30 minutos en el inicio de su séptima temporada en la liga. "Eso no nos molesta. Seguimos trabajando día a día. Nuestra meta es el campeonato. Y nadie nos puede sacar las victorias. Nuestra meta no está puesta en recibir toda la atención de la prensa. No necesitamos eso".

En el pasado, el Magic hubiera buscado validación y reivindicación.

Pero las cosas son diferentes en Orlando ahora. Hay un tono más serio en el temperamento del equipo. Más allá de bromear un poco en el vestidor sobre el hecho de que Howard tuvo que hacer 10 flexiones de brazo por errar 10 tiros libres en el partido, el Magic se mantuvo concentrado en su trabajo. Los jugadores dejaron el vestidor y se fueron a tomar el avión a Miami, para el partido del viernes contra el Heat, como si estuvieran marcando tarjeta en una fábrica.
"No estoy seguro en qué hemos mejorado más", dijo el entrenador Stan Van Gundy cuando le preguntaron sobre el ajuste más relevante respecto a la temporada pasada. "Sólo se que la concentración y la intensidad ha sido grandiosa, y creo que lo hemos tomado un poco más en serio que en el pasado. Creo que queremos cambiar algunas cosas que han generado problemas en el pasado, y estoy realmente feliz con ellos como grupo".

Pero conociendo a Van Gundy, uno sabe que Stan es un hombre que nunca está satisfecho. Al final del primer cuarto, con el equipo arriba ya por 18 puntos, Van Gundy le gritó a sus titulares por relajarse en una posesión defensiva y permitir que Washington anotara. El base armador Jameer Nelson le contestó al entrenador, y los dos intercambiaron palabras y gestos durante varios segundos. Luego la ventaja se estiró a 24.

No relajarse. No tener piedad. Ese es esencialmente el mantra del Magic esta temporada. Tras perder con los Lakers en las Finales de la NBA hace dos temporadas y caer con Boston en las Finales de la Conferencia Este la temporada pasada, el Magic está tratando de liberarse de lo que parece ser una orden de restricción con el trofeo Larry O'Brien. La competencia en el Este se ha puesto más dura, con Boston, Miami y Chicago renovando sus planteles con la intención de ir por el título.

Pero al Magic se le acabaron las excusas. Su base de Howard, Nelson y Rashard Lewis ha estado intacta durante cuatro temporadas, el equipo se ha mudado a unas instalaciones de primera clase y el dueño Rich DeVos ha autorizado a gastar más de 20 millones de dólares en impuestos de lujo para conseguir las piezas que le faltaban al plantel para ganar un título.

"Todo se remite al resultado final para nosotros", dijo el escolta Vince Carter. "Pero al final del día, es una gran situación. No hay presión. Realmente no se escucha hablar del Magic cuando se proyectan a los campeones. Por eso tenemos que salir con la actitud de 'Sabíamos que podíamos hacer esto. Eso es todo lo que importa. Debemos ganárnoslo'".

Orlando está silenciosamente realizando los cambios necesarios para intentar evitar lo que parece un choque inevitable entre Lakers y Heat en las Finales de la NBA.

Hay más variants, con una segunda unidad que tiene a Chris Duhon, J.J. Redick, Mickael Pietrus, Ryan Anderson y Marcin Gortat y podría ser mejor que un tercio de las alineaciones titulares de la liga.

Hay más versatilidad, con el entrenador Van Gundy variando y mezclando alineaciones que van desde mover a Rashard Lewis de alero de poder a alero pequeño.

Además, parece que Howard está más involucrado. La bestia demostró el nivel de habilidad alrededor del aro, que ha sido un subproducto de sus horas de trabajo en la temporada baja junto al centro del Salón de la Fama, Hakeem Olajuwon, y al entrenador asistente del Magic, Patrick Ewing.

"Queremos ser el mejor equipo defensivo de la liga", dijo Howard. "Y para lograrlo, debemos hacerlo cada noche, no importa si son los Lakers, Miami, Boston o un equipo como Washington".

Michael Wallace es un colaborador regular del Daily Dime.