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Grandes incógnitas del Oeste

Steve Nash y Deron Williams son figuras notables de sus equipos Getty Images

Los primeros días de la nueva temporada de la NBA son el sueño de un aficionado, con 13 partidos el miércoles por la noche y otra docena el viernes. Con tantas historias sucediendo al mismo tiempo, a veces el mayor desafío simplemente es saber en qué enfocarte.

Este año, sin embargo, los responsables de organizar el calendario nos hicieron esta tarea un poco más fácil, habiendo trazado el equivalente a un torneo de todos contra todos entre varios contendientes de la Conferencia Oeste y el equipo al que eventualmente esperan superar, el conjunto bicampeón de los Lakers. Después de que L.A. se enfrentara a Houston en el primer partido, Portland jugó contra Phoenix, Utah contra Denver, y Phoenix contra Utah. El viernes por la noche se cierra el círculo con el encuentro entre los Lakers y los Suns.

Seguro, hemos tenido muchas otras distracciones esta semana, desde ver al Heat luchando por demostrar que su formación de tres estrellas tiene calibre de campeonato, hasta ver a los Wizards demostrando enfáticamente que pueden tomar tiros horribles aún sin Gilbert Arenas. (Observación estadística: Incluyendo la pretemporada, Orlando tiene una marca de 8-0 con un margen promedio de anotaciones de +25.5 cuando Stan Van Gundy viste camisas de cuello. ¿Coincidencia? No lo creemos.)

No obstante, es en el Oeste donde se encuentra la intriga, ya que aquí residen la mayoría de los equipos con signos de interrogación. Sabemos que el Heat y el Magic van a ser muy, muy buenos. Tenemos fuertes sospechas de que los Wizards no lo serán. Pero, ¿qué hay de los planteles reconstruidos de los aspirantes del Oeste como Phoenix, Portland, Houston, Utah y Denver? De estos clubes no estamos tan seguros.

Portland lució muy sólido en sus primeras dos victorias sin Greg Oden, y lo mismo va para Denver en una sorprendente paliza sobre Utah durante la noche de apertura.

Pero para los otros tres equipos de este grupo, los partidos de apertura crearon algunos importantes signos de interrogación.

Por ejemplo, Houston arrancó con una marca de 0-2 con peleadas derrotas ante L.A. y Golden State. Aunque no es ninguna vergüenza abrir una gira por la Costa Oeste con dos derrotas estrechas, sobre todo cuando la segunda llegó sin los servicios del centro Yao Ming, la forma en la que ocurrieron sin duda alarmó a muchos -- los Rockets le permitieron 132 puntos a Golden State y 112 a los Lakers. En ambos partidos, la defensa fue arrasada por el perímetro contrario (los escoltas de L.A. anotaron 55 puntos, los de los Warriors 88), lo que plantea interrogantes acerca de si el combo de escoltas de Kevin Martin y Aaron Brooks es capaz de marcar a alguien.

No todo es culpa de los escoltas, claro. La línea frontal -- Luis Scola, Brad Miller, Chuck Hayes y Yao -- no es la más imponente en términos atléticos, y ofrece poca resistencia en el aro para frustrar las cargas. Houston ha bloqueado solamente nueve de los 188 disparos intentados en su contra durante los primeros dos partidos, y de continuar con este ritmo, los Rockets terminarían entre los últimos cinco.

Según los reportes, los Rockets estarían cerca de fichar al centro Erick Dampier, lo que ayudaría a aliviar esta preocupación. Sin embargo, yo tomaría con cautela cualquier rumor sobre Dampier, ya que parece que uno de sus principales objetivos es evitar jugar tanto de la temporada como sea posible antes de que le paguen.

De alguna manera, los Rockets deben inyectar algo de atletismo en su defensa. Además de la escasez de bloqueos, Houston solamente ha forzado 24 pérdidas de balón en dos partidos a pesar del ritmo frenético de ambos, y bajaron apenas el 68.5 por ciento de los rebotes en los tiros fallidos de sus oponentes. Cabe preguntarse si el jugador de segundo año Jordan Hill, quien no jugó ninguno de estos partidos, podría ser parte de la solución.

Utah también se ha ido de 0-2 con un arranque inesperadamente desastroso en la temporada regular. El Jazz navegó invicto durante la pretemporada, pero han sido ampliamente superados en sus dos primeros partidos de la campaña regular, hasta el punto que un frustrado Deron Williams reprendió al novato Gordon Hayward hacia el final de la derrota del jueves por la noche ante Phoenix.

En particular, la normalmente exquisita ofensiva del Jazz parece haberse topado con algunos obstáculos. Estas últimas temporadas el Jazz ha sido más que nada un equipo ofensivo con una defensa promedio o justo por encima del promedio de la liga. Sin embargo, en los primeros dos partidos, están promediando apenas 91 puntos.

El Jazz siempre ha sacado muchas faltas y nunca han tenido una tasa de pérdidas de balón especialmente baja, y estos dos rasgos se mantuvieron en sus dos primeros partidos del año. La diferencia, sin embargo, ha sido que no han logrado acertar sus tiros.

Utah está lanzando con una efectividad del 40.9 por ciento en total, pero lo que lo hace aún peor es que casi todos los disparos fueron dobles. Sin Kyle Korver y Wesley Matthews, y con Mehmet Okur lesionado, el Jazz se encuentra prácticamente sin tiradores de larga distancia en el roster, habiendo acertado apenas seis de 26 intentos de triples en sus dos partidos. Raja Bell ha sido un pequeño desastre como escolta tirador titular (2 de 9 en triples, 6 de 20 en total, con seis pérdidas de balón), mientras que el reserva C.J. Miles ha sido aún peor.

Nada de tiros equivale a nada de espacios, así que no es de extrañar que Al Jefferson aún no se haya puesto en marcha. Del mismo modo, los 38 balones perdidos en tres partidos de alguna manera son el resultado de las multitudes a las que deben enfrentarse los jugadores de Utah cuando se aventuran en la pintura. Entre Bell, Miles y Hayward, alguien tiene que estirar las defensas contrarias.

Si miramos la pretemporada de Utah, tampoco aquí anotaron de a montones -- el Jazz marcó 82 en sus últimas exhibiciones pero defendió lo suficientemente bien como para ganar. Si no logran meter más tiros o bien consolidarse en defensa, éste podría llegar a ser un año inesperadamente largo para ellos.

Y luego está el más interesante del grupo, Phoenix. Los Suns dividieron sus primeros dos partidos, lo que no es un mal resultado cuando abres la campaña fuera de casa en dos de los edificios más ruidosos de la liga. Por desgracia, el brutal calendario de Phoenix continuará -- increíblemente, 15 de los primeros 16 oponentes de los Suns ganaron al menos 40 partidos la temporada pasada, y nueve de estos 16 juegos no serán en casa.

"Aún no tenemos la química y no hay atajos", dijo el base armador Steve Nash tras la victoria del jueves por la noche."Simplemente lleva tiempo".

Por desgracia, el calendario no se los da. Phoenix tendrá que jugar bien inmediatamente o podrían encontrarse con un récord miserable a fines de noviembre simplemente por la brutalidad de su calendario. Pero si los Suns pudieran cerrar el mes con una marca de 8-10 o 9-9, sus posibilidades de permanecer entre los candidatos de la Conferencia Oeste mejoran mucho.

Si nos basamos en los primeros dos partidos, podemos ofrecer algunas noticias buenas y malas en este sentido. La mala noticia es que la sustitución de Amare Stoudemire no será fácil. Seguro, Hakim Warrick clavó una volcada impresionante jueves por la noche, y puede ejecutar esta clase de jugadas como el hombre de zambullida en el pick-and-roll. Pero Warrick ni se le acerca a Stoudemire como fuerza ofensiva contra viento y marea.

Warrick, sin embargo, bajó 11 rebotes en 26 minutos el jueves, y con esto ayuda mucho a Phoenix en su lucha. Los Suns se proyectaron como el segundo peor equipo rebotero de la liga esta temporada después de Indiana, y le hicieron honor a esta proyección cuando fueron masacrados en el cristal por Portland en el primer partido.

En Utah, sin embargo, los Suns empataron con el Jazz en las tablas, 45-44. Con la habilidad ofensiva de los Suns, eso es todo lo que tienen que hacer para ganar de manera consistente. En este sentido, no pierdas de vista a Warrick y el centro Robin López, sobre todo ante equipos más grandes como los Blazers y los Lakers, sus oponentes al viernes. Si vienen con carambolas, los Suns se mantendrán a flote.

¿Y si no es así? Sin Stoudemire, ya no tienen la capacidad de disparo para compensar semejante deficiencia en rebotes.