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Otra vez, Italia desnuda a Alemania

BRISTOL, CT (ESPNdeportes.com) -- La semana pasada retumbó por todo el planeta la aplastante y humillante derrota de la selección anfitriona del Mundial a manos de Italia por cuatro goles a uno.

Ocho días después del choque de selecciones en Florencia vuelve a sonar la alarma teutona luego de que dos equipos italianos eliminaran a los últimos representantes alemanes en la UEFA Champions League, uno de ellos emulando inclusive el abultado marcador de 4-1. El martes Juventus venció al Werder Bremen en Turín, mientras que el miércoles en la ciudad de Milán, el equipo rossonero desmanteló con bisturí al poderoso Bayern Munich.

Podríamos decir que es una muy interesante coincidencia de supremacía italiana sobre los germanos la que se dio en estos últimos días. Sin embargo, más que una mera coincidencia -en lo que yo no creo mucho- estos resultados quizás de alguna manera estén relacionados al cada vez más cerca Mundial, y nos den los primeros indicios de la presión que está generando el magno evento sobre el balompié alemán.

La sociedad alemana siempre ha acostumbrado a maximizar y perfeccionar lo que produce, llámese autos de lujo o fútbol. Por eso el desempeño del combinado de Klinsmann en el Mundial se espera que sea mejor que nunca por ser en su propia tierra.

Por su parte, el fútbol italiano también tiene su presión de cara al Mundial.

Ha pasado mucho tiempo sin que Italia sea protagonista a nivel global, sin embargo, el fútbol azzurro más bien parece haber entrado en una evolución positiva después de la última Copa del Mundo.

En estos últimos tres años, han florecido los delanteros italianos y por eso en las recientes temporadas de Serie A se ha visto a esta nueva camada de goleadores italianos sobresalir y mantener un alto nivel de producción en forma constante.

Es aquí donde los Gilardino, Toni, Lucarelli le han devuelto a los italianos la esperanza.

Si la selección de Alemania sudó la gota gorda ante la Azzurra, Bremen y Bayern sufrieron el doble pues sus respectivas derrotas significaron la salida del certamen.

LA EMOCION DE LA CHAMPIONS
En el estadio Delle Alpi de Turín, el líder del Calcio Juventus se enfrentó al equipo más prolífico de la presente Bundesliga, y se encontró precisamente con eso, un equipo de Bremen lleno de ilusión y ante todo dotado de un potencial ofensivo que evidenció desde el primer toque del balón y que sentenció con el primer gol, obra de Johan Micoud, el mismo que había dado la estocada final en la ida, y excompañero de Buffon, Cannavaro y Thuram en Parma, así como amigo de infancia de Viera con quien coincidió en la Academia del Cannes.

Los muchachos de Capello -obsesionado con la Champions- debieron enfrentar la adversidad, como pocas veces lo han hecho esta campaña, y después de permitir tres tantos y dejar escapar el partido en la ida, estuvieron a punto de tropezar dos veces con la misma piedra. Sin embargo, prevaleció el carácter de un grande de Europa, claro, con la complicidad del arquero Tim Wiese, quien en cuestión de segundos pasó de héroe a villano por su inoportuno error.

Así es el fútbol, y aunque quizás hasta haya jugado mejor el Bremen, esta vez la mística de la Vecchia Signora demostró que a veces también la fortuna juega.
Mérito a la Juve por su muestra de determinación y corazón europeo, pues siempre intentó ir al frente y ante todo supo aprovechar un despiste rival...

Al día siguiente, en el partido en San Siro, se viviría una fiesta de goles muy similar a la vivida por la selección italiana la semana pasada, no solo por el idéntico marcador (4-1) sino porque en ambas ocasiones los locales lograron desnudar falencias defensivas de los equipos teutones, por lo general muy sólidos.

Cabe destacar que la última línea del Bayern presentaba a tres defensores franceses y un brasileño. Si bien, una debacle siempre es colectiva, al igual que en Bremen, la mayoría de las críticas las ha recibido un jugador: Valérien Ismaël, por sus descuidos -y penales cometidos- en ambos partidos, aunque a manera de reinvindicación personal anotó el único gol bávaro. Nota curiosa aquí pues al igual que en el partido entre selecciones, el único gol alemán lo anotó un defensor...

En general, la grandeza de este partido parece haberle pasado factura a los defensores del Bayern, quienes cometieron más errores de lo usual, dándole mayor libertad de movimiento y acción a los muchachos de Ancelotti.

El Milan que venció al Bayern es el Milan con la máxima capacidad de definición, con un Shevchenko luciendo la cinta de capitán ante la ausencia de Maldini, y un Pippo Inzaghi que hizo recordar sus mejores tiempos y de paso envió una señal más fuerte que el humo al Mister de la Azzurra Marcello Lippi, presente en las tribunas del San Siro.

El equipo rossonero ofreció un recital. Sheva se dio el lujo de fallar un penal, aunque segundos después demostró de lo que están hechos los grandes al anotar su octavo gol del certamen.

El Milan aprovechó al máximo lo que vio de frente: a un equipo bávaro que venía de ceder ante Milan los primeros puntos en su nuevo estadio Allianz, y de perder por vez primera allí durante el fin de semana ante Hamburgo.

Ahora queda por ver si el Inter puede mantener el ritmo de los equipos italianos en la Champions, aunque su rival de turno no es alemán.

En una semana para el olvido, jugadores como Ballack, Deisler, Schweinsteiger, Frings, Borowski y Klose quizás demostraron que cada vez se siente más la presión de jugar el Mundial en casa; mientras que otros como Buffon, Nesta, Cannavaro, Camoranesi, Pirlo, Del Piero y Gilardino tuvieron ocho días de ensueño, y esperan que este "contacto" con Alemania sea un preámbulo de lo que el Mundial les tienen reservado...

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