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Análisis de los 'Rossoneros'

BRISTOL, CT. (ESPNdeportes.com) -- En lo que ha sido catalogada como una final anticipada, y duelo de dos instituciones con una inmensa imagen a nivel mundial, Milan y Barcelona chocaron en la primera parte de semifinales de la Champions League.

Aparte de la tradición de cada equipo, la radiografía ofensiva de ambos en el presente certamen delata un duelo de equipos muy ambiciosos con poderosos ataques.

Cumplida la primera mitad del duelo, el Barça lleva la ventaja merced a su perseverancia y lealtad a su estilo.

El Milan intentó sacarse otro resultado de la manga -y no es que haya jugado mal-, sin embargo, el que uno dejara escapar una marca, o el que otro fallara un gol hizo inclinó la balanza a favor del visitante.

He aquí mi versión del desempeño de cada rossonero.

Dida:
Más de lo mismo, incertidumbre a la hora de salir. Se nota que no se siente demasiado cómodo alejándose de los palos, y eso genera cierta desconfianza en su defensa. En la jugada del gol sale, luego cambia de parecer y retrocede, queda plantado en sus talones y regala el primer palo.

Stam:
El holandés ha tenido problemas de lesiones recientemente pero estaba listo para el duelo, aunque en el puesto de lateral derecho que tanto detesta. Lo vi bastante bien en sus intentos de subida, lástima que por velocidad no domina la línea de fondo tan bien como Cafú.
Su experiencia y entrega ayudaron en su parcela aunque después fue evidente su falta de ritmo para retroceder.

Nesta:
Su categoría es inapelable, tenga de frente a quien sea. Estuvo acertado en la mayoría de los relevos. Se entiende bastante bien con Kaladze. Se nota eso sí, que no han hecho pareja por mucho tiempo pues de vez en cuando aparece un despieste.
Ejemplo, el gol de Giuly que supo abrir de par en par a los centrales -arquero incluido-.

Kaladze:
El georgiano ha demostrado que pese a ser el más joven de la zaga rossonera cuenta con una sólida experiencia en estos menesteres de Champions (Dínamo Kiev) y que se acopla bien a cualquier rol. Se alternó la marca de Eto'o con Nesta. Se le escapó Giuly en una diagonal en la jugada del gol.

Serginho:
Una de las notas bajas del día. Personalmente esperaba más del brasileño que prácticamente no aportó en ataque como generalmente lo hace. Es cierto que estuvo ocupado con la marca de Giuly, sin embargo, conociendo la vulnerabilidad del Barcelona por su franja derecha, éste pintaba como un partido en el que pudiera lucirse el carrilero.

Gattuso:
Como siempre es todo entrega y a veces poca calma y visión. Fue la mancuerna de marca al lado de Pirlo y realizó buenos relevos a espaldas de Stam cuando éste subió.

Sin embargo, en una jugada en que se deja hechizar por Ronaldinho nace el único gol del partido.

A nivel ofensivo, cuando su equipo tiene la pelota él encuentra gran facilidad de llegada, quizás porque el rival confía en él y no lo sale a marcar- sin embargo, una vez más lo defraudó su toque y su falta de creatividad en los albores del área adversaria. Como se esperaba, se fue muy molesto al ser sustituido.

Pirlo:
Otro de los desempeños que dejaron mucho que desear. Quizás en parte porque su tarea era de plantarse más retrocedido de lo normal, allí muy cerca de la media luna que es donde se arma el ataque del Barcelona. En el primer tiempo lo hizo y de manera aceptable, mas luego al buscar la salida, perdió o no encontró el protagonismo habitual y el equipo se atascó en la opción de salida por el centro.

Algo que por ejemplo, Real Madrid sí había podido imponer en el recienrte Derbi. Al final, frustrado, fue reemplazado por Maldini.

Seedorf:
Su nombre representa experiencia, no sólo en la Champions sino enfrentando al gigante Barcelona. Estaba llamado a ser una de las claves del partido para el Milan, especialmente con la incógnita de cómo iba a estar Kaká. Frente al Lyon ya se había vivido la experiencia: el joven brasileño no apareció y fue el holandés quien pasó al centro a tomar la manija de la medular con mucho acierto.

Frente al Barça intentó hacer algo parecido e inclusive realizó las mismas diagonales hacia el sector izquierdo tratando de cubrir el espacio abierto que no llegaba a ocupar Serginho. Pero las circunstancias eran distintas, Barcelona esperaba mejor los centros, y tampoco estaba Inzaghi para recibirlos. En el segundo tiempo pasó al centro, dándole mayor libertad a Kaká.

Kaká:
En los últimos partidos se ha notado que el joven siente la presión de estos encuentros. ¿Que ya ha estado en una final y demás? Es cierto, pero de qué forma la perdió, y eso genera aún mayor presión a estas alturas porque ahora se ve casi como una obligación llegar otra vez a la final. Desde el inicio anduvo algo perdido ante la celosa marca de Edmilson.

Aún así el técnico apostó por su explosividad y capacidad de sorpresa, y una vez que se tuvo confianza se le despegó a su compatriota se aventuró más hacia el arco. Tuvo un par de oportunidades en las que perdonó hacia el final del partido, como la que le cede a Gilardino en vez de rematar.

Shevchenko:
Era el centro de atención de la zaga catalana. Los centrales lo conocen bien y lo marcaron igual de bien. Su gran oportunidad fue una llegada por el segundo palo en la que no pudo rematar bien. De ahí en fuera, Puyol y Márquez tienen que estar muy orgullosos de la forma como lo esperaban, o lo salían a buscar. Claro, Sheva podría desquitarse en el Camp Nou, como lo dice la historia.

Gilardino:
Su labor primordial no era necesariamente anotar. Después de todo aún no ha anotado un solo gol en la Champios. Ancelotti esperaba del "violinista" sus mejores diagonales y vueltas de espaldas al arco, algo que él maneja mejor que nadie. Al final de cuentas fue quien tuvo las oportunidades más claras de gol, pero con la pólvora mojada desde hace algún tiempo, tampoco sería su día. Gila falló en la definición con un remate al vertical, y luego envió por encima del travesaño un pase en bandeja de Kaká.

Maldini:
Al igual que frente a Lyon, su entrada tenía la misión adicional de darle un empuje moral e inspiracional al equipo. Esta vez con su ingreso el equipo cambio de sistema y se quedó con tres en el fondo para empujar más por las bandas. Don Paolo logró aportar mayor determinación al ataque y creó varias opciones.

Ambrosini:
El héroe de tantas otras situaciones similares. Esta vez estaba de frente el Barcelona y no el PSV o el Lyon. Aún así, cuando todavía no le habían tomado la marca se escurrió por entre los centrales y tuvo una oportunidad de oro, aunque remató con la derecha de apoyo. ¡Una lástima!

Cafú:
Me parece que su cambio llegó algo tarde (min. 76) y quizás impulsado por el cansancio de Stam. Aún me pregunto por qué Ancelotti no le dio más minutos. Es cierto que viene de una recuperación, y que se necesitaba mayor marca por ese sector, sin embargo, al final era una situación de urgencia y se pudo haber explotado más su velocidad por esa banda.

Ancelotti:
El técnico tenía su duelo personal ante su ex compañero Rijkaard.

Desde mucho antes del partido, el timonel italiano había dado muestras de cierto temor a la figura de Ronaldinho. Sabía que el Barcelona en algún momento iba a anotar y así fue. El problema es que los suyos no lograron anotar uno más que el rival para honrar aquella vieja filosofía.

Su intenció fue buena, aunque no pudo alterar una situación que ya había vivido el fin de semana frente al Inter: la lentitud por el carril izquierdo con Serginho. Para cuando quiso avivar ese sector con la entrada de Maldini y la recomposición de la zaga, ya era tarde.

En cuanto a las opciones creadas pero no concretadas, don Carletto no tiene culpa. Desafortunadamente sus pupilos no pudieron definir frente al arco.

Ahora lo mejor que puede hacer es dedicar minutos extra a ensayar definición en los entrenamientos, y ante todo trabajarles la mente porque la frialdad de un definidor está en la cabeza y no el el pie.

Milan deberá jugar lejos de casa con la iniciativa como si estuviera en el Barrio San Siro.

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