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La ilusión es lo último que se pierde

(ESPNdeportes.com) -- Jugar un partido en un Campeonato del Mundo es el sueño de todo futbolista.

Jugar un encuentro inaugural es un privilegio reservado para unos pocos.

La selección de Costa Rica tuvo el privilegio de ser el atractivo del planeta al enfrentar a la anfitriona Alemania en la inauguración del Mundial.

El resultado se inclinó por la lógica - si es que tal cosa existe en el fútbol - pero significó para el cuadro tico una experiencia inolvidable de la que además de muchas enseñanzas acerca de su potencial, ha mantenido una dosis de ilusión y esperanza para el resto del certamen.

Sí, es cierto que ahora deberá sacar buenos resultados ante Ecuador y Polonia, pero más allá de haber saltado al escenario más intimidante que pueda enfrentar un jugador que es abrir una Copa Mundial frente al público del rival, Costa Rica se sinceró consigo misma y posiblemente se haya formado una mejor noción de lo que es capaz.

El combinado costarricense quizás ahora tenga una mejor idea de cómo puede armarse con nervios de acero para cualquier ocasión, de que puede leer y apegarse a un libreto táctico que a pesar de los habituales descuidos lo hizo verse como un equipo con una misión, capaz de superar la bendita cautela, a veces tan traicionara.

Y es que estoy convencido de que si Costa Rica hubiese apelado más a su tradiconal planteamiento, con mayor vocación ofensiva, quizás se hubiese silenciado el Allianz Arena y toda una nación teutona más que en dos ocasiones.

El resultado básicamente refleja los que estaba escrito desde mucho antes de iniciarse el partido: que Costa Rica aguantaría atrás y buscaría el contragolpe.

Surge entonces la pregunta, ¿cuán atrás se debe esperar a un grande como Alemania, al que si se ataca también puede ser vulnerable?, como quedó demostrado.

En mi concepto, los cuatro goles son el resultado de haberle cedido tanto terreno e iniciativa al rival. Y aunque cabe destacar que dos de los goles germanos fueron verdaderos golazos, por lo menos uno de ellos también cae dentro de esta categoría de "espacios cedidos"...

A un favorito, a un equipo dominante como Alemania - que no es un Brasil - se le presiona desde su propia salida, para acortarle el tiempo de pensar, para achicarle donde genera sus ideas y que así no llegue armado a tres cuartos de cancha.

De lo contrario, es una simple cuestión de tiempo para que empiecen a caer los goles. Esto es casi una regla de esas que no aparecen escritas en ningún lado. Por algo dicen por ahí que "tanto va el cántaro al..."

Alemania impuso su ritmo porque Costa Rica le regaló el control del balón, y merced a los espacios que encontró para llegar al último cuarto del terreno.

Pero también hay que darle mérito a la escuadra tica porque en la medida en que se le permitía y se asentaba mejor en el campo, buscó exhibir su fútbol de toque, con clase y con esa mentalidad que a veces la hace reaccionar mejor cuando está bajo presión.

Es quizás por esa razón que ese marcador me deja un sabor mixto, porque en el par de ocasiones de aventura ofensiva, el equipo de Guima supo delinear su transición de defensa a ataque y encontrar a su punta de lanza, quien por lo general lució al mejor estilo del llanero solitario.

Como con bisturí, el tricolor tico logró dos definiciones clínicas por donde más le dolía a Alemania.

Costa Rica demostró que cuando quiere, puede.

Demostró además que aún posee a uno de los mejores goleadores de la región, como lo es Paulo César Wanchope, quien a pesar de las críticas de los últimos meses supo dar su golpe en el momento más indicado, manteniéndose fiel a la forma como se había visualizado anotando en el debut.

Bien por él, y por el mensaje que envía con sus goles.

Allá cada cual que reciba el mensaje que le corresponde, tanto rivales, como quienes lo han criticado, y también aquellos pretendientes que seguramente ya lo estarán acosando en busca de sus servicios.

Bien por él, porque con sus dos goles en la inauguración, "Chope" le grita al mundo que está presente en el Mundial.

Alemania fue superior porque así lo indicaba el guión de la película.

Costa Rica jugó con cautela, mucha o poca, los jugadores lo sabrán.

Quienes no estuvimos en la cancha no podremos saber qué tan fuerte pegó Frings, o qué tan inquietante fue la movilidad de Klose y Podolski, o qué tan frustrante fue intentar ganarle arriba a las torres Metzelder y Mertesacker.

De lo que sí estoy seguro, y en lo que sí pueden confiar todos los Ticos, es que quienes jugaron dieron lo mejor de sí dadas las circunstancias del momento.

Todos, con experiencia o no, se pusieron "la roja" y buscaron un máximo de sacrificio, a tal punto de que jugar tocado no fuera impedimento para aportar lo suyo, como en el caso del emblemático Gilberto "Tuma" Martínez quien posiblemente le haya dicho adiós al resto del Mundial.

En fin, se inició el Mundial y no hubo sorpresa en el encuentro inaugural.

Costa Rica perdió el partido inaugural pero sudó con orgullo y amor patrio.

Además, fue un encuentro con buen grado de emoción y no cualquier equipo anota dos goles en la inauguración -esta vez en casa del rival - y colabora escribiendo la página del partido inaugural con más goles en la historia de los Mundiales.

Costa Rica demostró entrega y corazón, y un interesante nivel de disciplina táctica que despierta una ilusión en cuanto a su potencial para los próximos partidos.

En el camino ha quedado el obstáculo mayor, los errores cometidos se convertirán en enseñanzas, y estoy seguro de que todos afinarán la realidad de que en el Mundial cada partido es una final separada...

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