Los jugadores de los Mavericks les dieron a los de los Spurs una una lección de efectividad que les servicio para conseguir la victoria por 113-110.

Los Mavericks batieron todas las marcas en la historia de la NBA al encestar 49 tiros de personal consecutivos y sólo fallar uno, el primero que hizo el alero mexicano Eduardo Nájera que luego anotó siete seguidos.

Todo lo contrario sucedió con los Spurs, que fallaron 16 tiros de personal (31 de 48) para ser su peor enemigo y facilitar el triunfo de los Mavericks, a pesar que el alero Tim Duncan tuvo 40 puntos con 15 rebotes y siete asistencias.

"Es totalmente incomprensible lo que hicimos desde la línea de personal no se pueden fallar en un partido de finales nada menos que 17 tiros de personal", comentó con frustración el entrenador de los Spurs Gregg Popovich. "Los Mavericks nos dieron una lección de como se deben aprovechar las personales y el regalo que le hicimos esta noche".

Ahí estuvo la historia y la clave de un partido que además tuvo al alero alemán como la gran estrella de los Mavericks al ser el líder indiscutible de su juego que lo iba a dejar con 38 puntos, incluidos 17 desde la línea de personal, 15 rebotes y dos asistencias.

Los Mavericks, que superaron una desventaja de 18 puntos en el primer periodo y 12 en el cuarto, se colocaron por delante por primera vez en el marcador cuando Michael Finley con 14 segundos para finalizar el partido anotó la canasta del parcial 111-110.

Finley apoyó a los Mavericks con 26 puntos, mientras que Steve Nash logró 22 y el reserva Nick Van Exel tuvo 14 tantos.

El entrenador de los Mavericks, Don Nelson, con excelentes cambios en los sistemas defensivos por zonas, individual y de doble equipo contra Duncan al final logró su objetivo de llevarse la victoria sorpresa.

"Mi equipo nunca tiró la toalla a pesar de estar 18 puntos abajo y al gran primer cuarto que realizaron los Spurs y ahí fue donde estuvo la clave de la victoria", declaró Nelson. "No creo que volvamos a tener un partido tan completo desde la línea de personal ni que nuestro rival falle 17 tiros".

El triunfo permitió a los Mavericks recuperar la ventaja de campo en la serie al mejor de siete y el segundo partido se disputará en el mismo escenario del SBC Center de San Antonio.

Duncan y los Spurs comenzaron el partido arrolladores para tener un primer cuarto que rayó la perfección después de conseguir un parcial de 36-23 con 61,9 por ciento en los tiros de campo, no fallaron desde la línea de personal (6 de 6) y encestaron 4 de 5 intentos de triples.

Pero los Mavericks ajustaron su defensa por zona y Nowitzki entendió que había llegado la hora de empezar a entrar de lleno en el duelo con Duncan, que había conseguido 16 puntos, cinco rebotes y tres asistencias en el primer cuarto.

El resultado fue que controlaron el ritmo del partido y el marcador con un parcial de 34-30 para irse al descanso con nueve puntos de desventaja (66-57) y la recuperada la moral de que podían entrar de nuevo en el partido.

Algo que consiguieron con un ataque agresivo encabezado por Nowitzki que les permitió a los 3:33 minutos del tercer periodo con una racha de 21-12 empatar el marcador a 78-78.

Pero cuando los Mavericks podrían haberle dado la vuelta al partido, surgieron de nuevo los reservas de los Spurs, esta vez encabezados por el veterano pívot Kevin Willis y en la siguiente posesión de balón completó jugada de tres puntos para un 81-78.

El efecto de los puntos de Willis iba a ser clave para los Spurs y desastroso para los Mavericks porque vieron como el veterano jugador anotó otros cuatro puntos desde la línea de personal, y Ginóbili lo apoyó con otros cuatro puntos de tiros libres, mientras que Duncan volvía a encontrar su mejor toque a canasta con dos anotaciones.

Ginóbili también capturó dos rebotes defensivos en el último minuto del tercer periodo que iban a establecer la diferencia en el marcador para los Spurs, que pasaron del sufrimiento a estar de nuevo en control del partido con un parcial de 91-83 con el que finalizó el tercer periodo.