No hay muchos como Clemente

El ejemplo de Roberto Clemente --la gran labor humanitaria que desempeñó-- no es algo que necesariamente ha sido emulado por los estelares peloteros latinos de hoy.

Por TOM FARREY

Clemente ganó 12 Guantes de Oro en su carrera. (AP)
Ven el número en su espalda y se lo preguntan.

"Todos me preguntan si tengo el 21 por Clemente", dijo Raúl González.

Es una pregunta razonable, y no sólo porque comparten la misma herencia étnica. González estudió en la misma escuela superior en Carolina, Puerto Rico, el pueblo natal de Roberto Clemente, el primer jugador latinamericano en ser exaltado al Salón de la Fama y el héroe indiscutible en ambos hemisferios por su labor humanitaria. Además González juega la misma posición, el jardín derecho.

Pero la respuesta para los que le preguntan a González tiene que ser un tímido no. Los Mets simplemente le dieron el número 21, un número que nunca había utilizado. González no está seguro si quiere seguir el mismo ejemplo de Clemente, cuya labor humanitaria llevó a las Grandes Ligas a crear un premio con su nombre para el jugador que se destaque por labor en la comunidad.

"Es mi vida privada y (la labor humanitaria) toma mucho tiempo", dijo González, quien hizo su debut en las Mayores hace dos años, pero que ha pasado la mayor parte de su carrera en las ligas menores.

"Uno quiere pasar tiempo con su familia y la gente te pregunta 'Puedes hacer esto? ¿Puedes hacer lo otro?' y si uno no lo hace, piensan que eres una mala persona".

No mal interpreten a González. El tiene mucho respeto por Clemente, a quien considera como "un gran ser humano que murió tratando de ayudar a su gente". El también está consciente de que Clemente ayudó a abrir las puertas para jugadores latinos, igual que Jackie Robinson hizo para jugadores afroamericanos, al punto que por lo menos un gobierno del Caribe, el de la República Dominicana, le temía a las consecuencias económicas de su erario en caso de que hubiera una huelga en las Grandes Ligas.

Pero al igual que Robinson, o cualquier otro héroe de los libros de historia, el fantasma de Clemente se va esfumando con el tiempo. La generación de González - la más reciente en llegar a las Mayores - es la primera sepa de jugadores que nació después de la muerte de Clemente en 1972.

"Los jóvenes de hoy escuchan historias sobre la leyenda de Clemente el jugador, pero no conocen la historia completa", dijo Ray Negrón, un oficial de los Vigilantes de Texas que ayuda a jugadores latinos a hacer la transición cultural en los Estados Unidos. "Clemente fue un pionero del béisbol que se convirtió en un martir".

. Clemente murió mientras estaba en una misión para ayudar a las víctimas de un terremoto en Nicaragua. El avión en el cual viajaba cayó al mar justo después de despegar en San Juan el 31 de diciembre de 1972 mientras el resto del mundo se preparaba para despedir el año.

El compromiso que Clemente tenía con el pueblo era uno que pocos jugadores latinos han adoptado, dijo Negrón, un ex campo corto de ligas menores que ha trabajado con cientos de jugadores jóvenes en las últimas dos décadas con los Yankees, Indios y Vigilantes.

"El jugador latino no es muy diferente al jugador norteamericano en ese sentido. Me encantaría ver más como Sammy Sosa, que hacen mucho por su gente. Pero no creo que hay muchos", dijo Negrón.

Sosa, quien si una el 21 en honor a Clemente, es oriuon de la República Dominicana. Sus esfuerzos humanitarios han sido criticados por a veces ser torpes, quizás egoistas y bajo la lupa luego de alegaciones de que la Fundación Sammy Sosa violó leyes para ayudar a Sosa.

Pero, a pesar de los problems, la Fundación ha hecho buen trabajo - como educar a madres jóvenes, proveer vacunas a niños y cuidado dentral para los pobres. Sosa también ha ayudado en proyectos comunitarios y dijo presente en 1998 cuando el país fue sacudido por el Huracán Georges.

"Yo no lo miro como presión," dijo Sosa. "Yo me siento como que estoy devolviendo el favor. Y se siente bien cuando voy a casa y veo que se ha hecho algo bueno, especialmente cuando uno ve a niños jugando en campos nuevos y limpios".

Han habido momentos en el cual la ciudadanía dominicana le ha pedido que comparta sus riquezas. La construcción de su mansión de $5 millones, completa con un 21 en oro en la entrada y con unas escaleras igual a las del Titanic le recordó a la ciudadanía la gran diferencia entre su estándar de vida y la de la población general.

Pero, valga las diferencias, Sosa puede caminar cómodamente en la sombra de Clemente, dice Negrón.

"La gente lo envidia," dice Negrón. "Dicen que Sammy lo hace para ser popular. Por lo menos lo está haciendo. Mientras más popular sea Sammy, más gente se da cuenta de los problemas que existe".

Sosa de ninguna manera es el único latino que hace buenas labores en la comunidad. Otros que han contribuido son Pedro Martínez, quien ha construído casa para familias necesitadas y donado tierras para construir escuelas e iglesias. Todos los inviernes, Roger Cedeño, el jardinero de los Mets que ve a Clemente como un héroe, subsidia un proyecto en Venezuela; el año pasado donó $25,000 para construir una ala de un hospital. Todas las navidades, el tercera base de los Expos, Fernando Tatis le compra cena a 10,000 personas en su pueblo natal de San Pedro de Macorís, dónde todavía vive. "La mayoría de los jugadores dominicanos tratan de ayudar a la gente pobre", dijo Tatis.

Dice que él ayuda, no por el espíritu de Clemente, sino por que se siente bien hacerlo. Sin embargo, se entristece en saber que la memoria de Clemente se está perdiendo. "Creo que deben de hacer algo para enseñarle a los niños sobre quien fue Roberto Clemente. No creo que hacen lo suficiente", dijo Tatis.

González, de 25 años, no ha descartado los impulsos de darle a su comunidad. Sólo que no siente que es su obligación vivir bajo los estándares puestos por una leyenda de la era de su padre, por lo menos no en esta etapa de su carrera. En estos momentos, su enfoque es quedarse como regular en algún roster de las Grandes Ligas.

Tom Farrey es un redactor senior de ESPN.com. Lo pueden contractar en la dirección electrónica: tom.farrey@espn3.com

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