Piniella tratará de aplicar su magia

La intención principal del nuevo mánager de Tampa Bay es hacer del inconsistente conjunto, un equipo al menos competitivo

Lo mejor que verá Piniella dentro de Tampa Bay es el material joven del club. (AP)
Lou Piniella es considerado como uno de los mejores mánagers en el béisbol. ¿Porqué entonces dejó a un equipo de primera fila como los Marineros y decidió probar suerte con los timoratos Devil Rays?

Piniella, quien llevó a los Rojos de Cincinnati a un campeonato y luego tuvo a Seattle en las posiciones de vanguardia pese al éxodo ininterrumpido de sus mejores figuras en los 90, es el nuevo piloto de un equipo que viene de completar su segunda temporada consecutiva con más del centenar de derrotas.

El piloto dice que los Devil Rays le apuntan al futuro y cada vez que puede reitera que su plan es armar de cero un equipo competitivo en la división este de la Liga Americana.

Aunque la crítica concuerda que Tampa no irá a ninguna parte en el 2003, su contratación significó en mensaje alto y claro para todo el mundo: los Devil Rays están hartos de perder y quieren ser tomados en serio.

Por ahora, Piniella manejará un equipo en el que abundan los novatos y la rotación es un misterio.

Piniella baraja modificaciones en la alineación, con la posibilidad de insertar al designado Greg Vaughn como primero al bate y al torpedero cubano Rey Ordóñez en el segundo turno.

Vaughn es el último sobreviviente del fallido experimento de Tampa, hace unas cuantas temporadas, cuando se armó con varios agentes libres caros como el venezolano Wilson Alvarez, Fred McGriff y el mexicano Vinicio Castilla.

Las lesiones han sido la constante para Vaughn (167, 8 jonrones y 29 remolcadas en escasos 69 juegos el año pasado). Sano, pese a sus 37 años, Vaughn es un bateador de peligro que sabe correr las bases.

Tampa cuenta con varias diamantes en bruto en el guardabosque izquierdo Carl Crawford, el inicialista Aubrey Huff y el receptor Toby Hall.

De los tres Huff (313 y 59 impulsadas) es el que más impresionó el año pasado, en el que encabezó a los Devil Rays con sus 23 jonrones en 113 partidas.

Ordóñez (254, 1, 42) es la novedad más importante y su adquisición fue prácticamente una ganga.

El cubano simplemente agotó la paciencia de los Mets, su ex equipo, que buscaban un bateador con más poder y cuya defensa había entrado en declive, a decir de sus 19 errores.

En Tampa, Ordóñez deberá recuperar la forma que le permitió ganar tres guantes de oro y aportar su cuota de experiencia.

Brent Abernathy (242, 2, 40) seguirá custudiando la segunda almohadilla y Jared Sandberg se perfila como el antesalista (229, 18, 54).

Hall (258, 6, 42) quedó en deuda en el 2002. Comenzó como titular, no rindió y fue bajado a las menores. Los Devil Rays, sin embargo, siguen cifrando grandes esperanzas y arrancará como el receptor regular

Aparte de Crawford, Tampa cuenta con otros prospectos para cubrir las restantes plazas en los jardines.

Uno es el guardabosque central Rocco Baldelli, quien dará el salto desde la Triple A. El otro que espera su espera su oportunidad en el equipo grande es Josh Hamilton, pero casi seguramente deberá comenzar en las menores.

Aunque su guante deja mucho que desear, Ben Grieve (251, 19, 64) proseguirá como jardinero derecho.

El común denominador en la rotación de lanzadores es la palpable falta de experiencia en sus filas.

A sus 23 años, el zurdo Joe Kennedy (8-11, 4,53) cargará con la responsabilidad de ser el as tras cumplir su primer año en las mayores.

Los derechos Dewon Brazelton y Jason Standrige tendrán sus respectivos bautizos de fuego.

El venezolano Víctor Zambrano (8-8, 5.53) rindió bien al pasar de relevista a iniciador y este año podría consolidarse en su nuevo papel.

La lista de candidatos para el quinto puesto es kilométrica: Delvin James, Dan Reichert, Travis Harper, Jim Parque, Steve Parris y Nick Bierbrodt.

En el bullpen, los Devil Rays se desprendieron del dominicano Estaban Yan y confían que la dupla de Jesús Colomé y Lance Carter (2-0, 1.33) sea la respuesta, aún cuando ninguno tiene credenciales de cerrador.

El dominicano Colomé es dueño de una recta de humo que mete miedo, pero estaría más preocupado en asuntos personales.

El relevista estuvo involucrado en un accidente de tránsito en la República Dominicana, que le costó la vida a tres mujeres que le acompañaban. Si bien fue absuelto de culpa, el asunto no deja de ser incomodo.

-AP

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viernes, 07 de marzo
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