MÉXICO -- En los últimos 3 días, Karen Castiblanco ha enviado 164 veces el mismo mensaje a través de su cuenta de twitter: "Soy tenista profesional, #3 de Colombia, en busca de patrocinio para continuar jugando profesionalmente, ayuda con RT, gracias". Los mismos 126 caracteres han tenido como destinatarios al ex presidente colombiano Álvaro Uribe, al alcalde de Bogotá Gustavo Petro, al goleador del Atlético de Madrid Radamel Falcao y a otras 161 personalidades y empresas. Karen quiere que su pedido retumbe. Que tenga eco. Y que traiga para ella alguna solución.
"El mío es un grito desesperado, una última chance de poder seguir haciendo lo que me gusta. Es lo último que me queda", dice Castiblanco desde la capital colombiana, a la cual regresó la semana pasada ya sin un peso más para continuar con su carrera tenística. A los 24 años, Karen se quedó sin dinero para invertir en su sueño deportivo. Su familia no puede solventar una gira más. Ella no tiene sponsor que la ayude. Si no encuentra algún apoyo pronto, le dirá adiós definitivo al tenis.
Y Colombia se quedará apenas con 3 jugadoras entre las primeras mil del ranking mundial.
El curriculum vitae que Castiblanco ha armado para hacerle llegar a quien responda a su llamado, dice que ella es 419 del ranking mundial de singles y 224 en dobles. Si viviera en Argentina, sería la 10ma mejor del país. Si fuera mexicana, sería la 2da. Pero Karen vive en Colombia. Y ser 3ra en su tierra no significa ni un centavo. Ni siquiera un vuelto.
"En Colombia no ocurre como en Argentina, que hay inversores que ponen su dinero en los tenistas a cambio de porcentajes futuros. Yo viví allá 5 años, y la mayoría de los jugadores han salido delante de esa manera", cuenta Castiblanco, que tiene 27 títulos profesionales en dobles y juega Fed Cup para su país desde los 15 años.
A nivel ITF Women's Circuit, Karen tuvo un 2011 positivo, en el cual trepó más de 100 posiciones en el ranking, llegó a un par de semis en Futures, y comenzó a sortear qualys en torneos de 25 mil dólares. Pero a ese nivel, los gastos son mayores que los ingresos. Castiblanco ganó 10,281 dólares en singles (producto de 36 victorias y 32 derrotas) y 3,857 en dobles (27-22). Pero invirtió cerca de 25 mil dólares en disputar 28 torneos en Sudamérica, Centroamérica y Europa.
Con números en rojo, arrancó esta temporada obligada a ganar partidos para sobrevivir en el circuito. Hasta que la semana pasada, en medio de una gira en la que debía jugar 4 torneos en México y 3 en Estados Unidos, se quedó sin dinero disponible. "Simplemente, no me alcanzó. Tuve que volverme a casa. Y llegué con las manos vacías", cuenta la colombiana.
"Fui a México con la perspectiva de que en cada partido había muchas cosas en juego. Mucho más que el resultado deportivo. Fue una presión muy grande", agrega Karen, quien fue Bachiller en el año 2003 del Instituto Experimental de Enseñanza Práctica y ha hecho varios cursos de inglés intensivo, según dice su hoja de vida de 3 páginas.
De regreso en Bogotá, sin más opciones para volver a retomar la competencia, Castiblanco recurrió a las redes sociales. Y comenzó a tuitear, buscando una ayuda milagrosa. Mandó su mensaje a personajes famosos. Y también a empresas como Café de Colombia, Renault, Movistar, Carrefour. "La respuesta de la gente fue increíble. Y se volvió como una campaña nacional, con muchas personas y prensa apoyándome", dice Karen.
Pero hasta ahora, no ha llegado ningún mecenas. Las compañías Nestlé y Alpina le han pedido enviar su curriculum. Ese que dice que ella se llama Karen Emilia Castiblanco Duarte, y que indica que ganó una medalla de plata panamericana en Rio de Janeiro 2007. Otros dos contactos le han pedido una cita de trabajo. "Pero nada concreto", agrega.
Castiblanco decidió no recurrir a la ayuda de otros tenistas de su país en este intento desesperado por conseguir un auspiciante. "El tenis es un deporte individual. Todos nos arreglamos de manera individual. La mayoría de los otros jugadores es apoyada por Colsanitas, y tienen su carrera y su vida hecha. No recurrí a ellos por el tema de no molestarlos".
Para recuperar su carrera, Karen busca una inversión de 50 mil dólares. "Con eso cubriría entrenamiento, giras y hoteles". El plazo que se ha puesto para poder conseguir una mano amiga es de dos semanas. "Ahora que lo pienso, más de ese tiempo ya se complicaría todo mucho más. Llega un momento del año donde debo defender puntos. Y si no vuelvo a la competencia, si pierdo el ritmo, también perderé mi ranking".
Esta es una historia con final incierto. En su hogar de Bogotá, Castiblanco espera una llamada, un mail o hasta un tuit en su cuenta @karencastiwhite que le permita recuperar la esperanza. Mientras, sigue recolectando fotos y videos para mejorar su presentación profesional. "Pero si no sale nada, espero tener una vida normal. Estudiar, trabajar y dejar la carrera tenística como un recuerdo lindo. Y tratar de seguir".
Ya sin medias sin arcilla. Sin callos en las manos. Sin un trofeo que levantar.