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Vivir los óvalos

Tras el accidente, el venezolano está de regreso KVRacing Technology

¡Hola amigos!

Hace rato que les debía estas líneas. Después de la Indy 500 y de Texas estoy en casa unos días, a punto de salir para Iowa, así que escribo ahora o nunca. Mientras les escribo me acompaña Trece, mi perrita. Lamentablemente no puedo llevarla conmigo a todas las carreras espero hacerlo algún día, cuando tenga un motorhome- pero cuando estoy en casa ella va conmigo a la oficina, a reuniones, a hacer ejercicio. Es muy sociable y es una muy buena compañía.

Pero bueno, entremos en materia. La de Indy fue una carrera bien difícil. Después de que nos recuperamos del accidente en las prácticas las cosas no llegaron a ser iguales porque perdí mi carro principal y tuve que correr en el muleto, que básicamente era mi carro de circuitos mixtos y callejeros y es un carro que no está armado como el que es para óvalos, que fue el del accidente.

Ese accidente fue una lástima porque potencialmente teníamos bastante más con el carro que choqué, pero hay que correr con el que uno clasifica, así que usé el que estaba disponible.

En lo personal, aunque entre el accidente en prácticas y la carrera pasaron algunos días, para el momento de la arrancada de la Indy 500 seguía adolorido. Simplemente me dolían todos los músculos. Tenía una costilla más lastimada de lo que parecía inicialmente y estuve yendo a un osteópata para que me ayudara a sanarla. Recibí permiso para correr porque no ponía en riesgo mi desempeño, pero la lesión si dolía bastante.

En la carrera tuvimos un problema grande con el setup del carro porque estaba bien, bien, bien suelto en la parte posterior. En seis o siete paradas en pits tratamos muchísimas cosas. Cambiamos presiones, altura, puesta a punto de la aerodinámica… y al final no pudimos resolver nada. En un momento dado decidimos parar. El carro no se podía manejar. Se me iba para todas partes. Fue una decisión de equipo. Para qué arriesgar tanto si el carro no está bien

De lo positivo de la Indy 500, tengo que destacar dos cosas muy importantes. Una, los cambios que ha habido en la categoría. Este nuevo patrocinante IZOD está haciendo un trabajo muy bueno. Han hecho bastantes eventos, fiestas, contactos con celebridades y creo que mezclar ámbitos fuera del deporte con la categoría, ayuda mucho definitivamente.

También quiero darle la bienvenida a un patrocinante nuevo con el que espero mantener una larga relación-, que se incorporó en las 500 Millas. Se llama Suio y es una compañía de agua. Estoy muy contento de haberle dado la primera oportunidad de estar en pista y les agradezco la confianza que han puesto en mi.

Me quedé en Indianápolis hasta el jueves después de la carrera y de ahí me fui a Texas para un fin de semana corto. El viernes salimos a pista a probar y clasificar y el sábado a la tarde fue la carrera.

Pese a que tanto Indy como Texas son considerados óvalos, son bien diferentes. Indy podríamos decir que es un rectángulo y Texas un óvalo que además, tiene mucha más bancada. Eso significa que tienes que poner el lado externo, el lado derecho del carro, más rígido aun y más alto. Eso se logra trabajando en el stagger, que quiere decir la diferencia en altura entre los cauchos externos y los internos. Igualmente la dureza de la suspensión del lado derecho es bastante más elevada que la del izquierdo, especialmente la trasera derecha, para que puedas mandar más peso a la delantera izquierda ya que el carro trabaja en forma de X.

La verdad venía bastante bien en la carrera pese a que estaba corriendo con el carro de repuesto otra vez (el de óvalos apenas va a estar listo para este fin de semana en Iowa). El carro estaba bastante bueno aunque arrastraba los problemas que ya mencioné. Únicamente era rápido cuando andaba en el pelotón grande y eso lo demostré. Cuando estaba en tráfico me podía quedar con otros carros y de hecho podía adelantar. Lamentablemente, la última parada en pits fue muy mala y en la etapa final de la carrera los cauchos no resultaron como esperábamos, pero cruzamos la meta.

Ahora vamos a Iowa, el último de cuatro óvalos seguidos, ya que después de esta carrera vendrán cinco circuitos mixtos y citadinos. El de Iowa es el óvalo más corto de este año (tiene menos de una milla), ya que no vamos ni a Richmond ni a Milwaukee. Como es una pista tan corta se maneja mucho en tráfico, lo que me gusta. Lo del tráfico creo que es la forma en que lo vivas y yo pienso que es divertido.

Lo que si, es que la puesta a punto es un balance delicado. Hay un bache bastante pronunciado entre la curva 1 y la 2 y eso da bastante trabajo a los ingenieros y los pilotos porque tenemos que cambiar un poco la línea de manejo. Nos gustaría ir con una suspensión más rígida, pero tal vez hay que ir con algo un poquito más blando para poder sobrevivir en esa parte de la pista… Corremos con un nivel aerodinámico similar al que usamos en pistas rápidas, como en Watkins Glen (donde será la carrera después de Iowa). Cada óvalo es distinto. Cada uno tiene su personalidad y te ofrece retos distintos. ¡Hay que vivirlos!

De cascos, que algunos de ustedes me han preguntado, les cuento que no nos dio tiempo de hacer uno nuevo para Iowa, así que creo que usaré el de Kansas, el Orbitalflow

Las prácticas y la clasificación serán el sábado y la carrera el domingo a la 1:30 PM (hora local). ¡Espero contar con ustedes!


¡Gracias por su apoyo!


¡Hasta la próxima entrega!

E.J. Viso
www.ejviso.com