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Columnista Contursi le dice adiós a ESPN

Allá por enero de 2001, ESPNdeportes.com estaba formado sólo por unos pocos periodistas, entre los cuales tuve el honor de estar. A diferencia de otros portales de deportes -- aún influenciados por lo que se conoció en aquel tiempo como "el fenómeno burbuja de Internet" -- nuestro sitio se construía con mucha humildad, aunque avanzaba a paso firme rumbo a un crecimiento inexorable.

Hoy, diez años más tarde, decenas de personas trabajan día a día para mantener los logros alcanzados, que han sido enormes. Y en buena medida, ustedes, los usuarios, han sido responsables, también.

La verdad es que uno no puede menos que sentirse orgulloso de haber sido parte de esta historia. Porque contribuyó enormemente a enriquecernos como profesionales, a conocer mucha gente importante y a viajar por el mundo cubriendo los eventos deportivos más trascendentes.

Sin embargo, hoy ha llegado el día de mi despedida de ESPNdeportes.com. Con cierta tristeza, lógicamente, pues cuando uno deja de hacer algo que ha disfrutado tanto no puede evitar sentirse invadido por la nostalgia.

Como ustedes saben, el boxeo y el fútbol siempre han sido mis dos grandes pasiones desde 1981, año en el que presencié en persona mi primera pelea y mi primer partido. Es cierto, también, que con los años fui perdiendo el encanto por el fútbol, cuando dejó de haber lugar para la creatividad y el espíritu ofensivo. Cuando, en definitiva, dejó de ser un reflejo de aquel deporte que solíamos praticar en el barrio.

El boxeo, sin embargo, más allá de las injusticias y las crueldades que lo rodean, se ha mantenido corriendo por mis venas, despertando en mí el mismo entusiasmo de cuando comencé a interesarme en él.

Es que, al cabo, es un deporte único que encierra en sí mismo la eterna lucha del hombre por la supervivencia, el duelo ante los rivales y ante uno mismo, que sólo es posible haciendo a veces sacrificios casi inhumanos. Pero una vez que suena la campana todo queda atrás y el cuadrilátero se convierte en un centro mágico donde todo puede suceder.
Este comentario no es azaroso. Después de todo, no es mi intención explicarles a ustedes de qué se trata el pugilismo. Pero sí dejarles en claro cuál es mi sentimiento con respecto a él.

Porque a partir de ahora nuevas actividades me esperan en el boxeo. Desde otro lugar, claro. Ya no desde la perspectiva del periodista especializado. Quizás en un rol más activo, mucho más cerca de los protagonistas, a quienes tanto admiro.

No será fácil la empresa, pero siempre me han gustado los grandes desafíos. Creo que hay mucho para hacer y, en definitiva, siento que, humildemente, tengo cosas para aportar.

Al repasar mentalmente estos últimos diez años y las mil quinientas notas escritas siento la satisfacción del deber cumplido. Equivocado o no, mis editores de ESPN siempre me permitieron expresar lo que pensaba sin restricciones de ninguna índole. Estoy muy agradecido a ellos y a todos mis compañeros.

Y ustedes, los usuarios, siempre respondieron a la altura de las circunstancias. Aún en disidencia con mis opiniones y hasta más allá de algunos exabruptos propios del exceso de pasión, siempre tuve una excelente relación con ustedes. Les agradezco el respeto y el apoyo que me han sabido brindar.

Brindo por estos diez años y les deseo a todos un excelente 2011.