MAR DEL PLATA -- Sumamos nuestra sexta victoria en el torneo ante un rival que nos conocía mejor que nadie, ya que fue el cuarto partido que jugamos contra ellos.
Defensivamente no estuvimos muy lúcidos, pero esta vez el ataque nos permitió ganar, sobre todo la alta efectividad desde lejos. No quedamos conformes con nuestra defensa pero igual sabemos que es una victoria que nos clasifica y por ende, que cumplimos con el primer objetivo.
Este es un torneo bastante particular, con los cuatro equipos clasificados para semis, aún con dos fechas restantes por jugar. Estos cuatro equipos han demostrado cierta superioridad y regularidad en el juego,lo que ha permitido que el torneo se parta en dos.
Evidentemente se puede dividir el torneo en dos grupos. Los cuatro de arriba con la clasificación directa como objetivo y los de abajo en busca de la quinta plaza que los envíe al repechaje.
El nivel del torneo en general es muy bueno, con grandes jugadores e importantes presencias en los banquillos (Calipari, Musselman, Lamas, Magnano, Flor Meléndez por nombrar algunos). Entre los jugadores de mi puesto, los bases, sin dudas sobresalen los nombres de Marcelinho y Arroyo, que son las principales vías de gol de sus equipos. Y mención especial para mi co-equiper Pablo Prigioni que además de conducir, está anotando de larga distancia y haciendo un gran torneo.
No he visto grandes promesas, salvo el joven canadiense Olynyk, que mostró muy buenos movimientos y un futuro prometedor. Viene siendo más bien un torneo de expertos, de jugadores experimentados. Se asume que hay mucho en juego y no es momento de probar, si no mas bien, de ir con lo conocido, con lo seguro.
De hecho, eso es lo que veremos de ahora en más. Comienza un cuadrangular, donde los equipos buscarán jugar de la forma donde se sienten más cómodos. Donde los jugadores recurrimos a lo que sabemos que nos dará resultados. A lo conocido. A lo que ya hemos hecho una y mil veces. Ya es tiempo de definiciones.