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Sistemas y jugadores

Ricky Sánchez, el ala-pívot de WBE Prensa Weber Bahía Estudiantes

BAHÍA BLANCA -- Les contaba en la entrega anterior que reconocer los patrones de juego, la táctica y las estrategias hace mucho más interesantes a los partidos de cualquier deporte de equipo. Y que el básquet no escapa a esa lógica,
sino todo lo contrario.

Nuestro equipo, WBE, para usarlo de ejemplo práctico, juega un esquema
táctico que en la jerga del básquet se llama "cuatro abiertos y un
interno". La idea es jugar con un ala pívot (Ricky Sánchez) bien abierto, para
generar espacio para el jugador interior (Meyinsse). Para esto se
necesita que el ala pívot (4) tenga mucha movilidad y sobre todo muy buen
tiro exterior, para obligar a su defensa a mantenerse "honesta", o sea, cerca de este jugador todo el tiempo.

Se asume queos otros tres perimetrales son peligrosos con su
tiro, con lo cual el interior queda con mucho espacio para jugar uno contra uno. En caso de que la defensa haga ayudas de alguno de los cuatro
exteriores, éstos castigan con su tiro a distancia.

La idea de este esquema es ser bien agresivo en la ofensiva con cinco vías de gol bien
claras y mucho espacio entre los jugadores, lo que se dice "abrir la cancha".

Muchos equipos juegan con un 4 más cerca del aro, priorizando tener más
músculo en la pintura, pero como contrapartida achicás los espacios.

Lo ideal es tener versatilidad en los diferentes puestos y así adaptar el esquema según convenga en cada partido (nosotros no nos podemos dar
ese lujo todavía, ¡se necesita un presupuesto mas elevado!).

En la selección usamos a Chapu de falso 4 (así se le dice cuando un alero juega de ala-pívot y abre la cancha con su tiro) y a Leo (el jugador perfecto en la descripción que hacía del ala-pívot abierto), para generar espacio para Luis en el poste bajo.

¿Se acuerdan en el Preolímpico que Chapu se lesionó? Hubo que reajustar todo el esquema, ya que Kammerichs tiende a jugar más cerca del aro y achica espacio. Eso nos costó el partido con Brasil en la primera ronda.

Al día siguiente Julio Lamas reacomodó todo (sistemas ofensivos incluídos) para ajustarse a esta nueva formación. Hablando de Chapu, ¡que alegría verlo jugar en la Liga! Porque su presencia jerarquiza y le sube la autoestima a la competición, porque se
brinda con la naturalidad de un chico que recién empieza (como si no
fuera la gran estrella que es en el básquet mundial) y porque es un grande. Punto.

Les cuento en confidencia que durante mucho tiempo, siendo pibes, no nos
entendíamos para nada. Tenemos personalidades muy distintas.
Pero todos crecemos y maduramos,y de un tiempo a esta parte, no sólo lo
entiendo, si no que lo admiro, como jugador, pero sobre todo como persona.
Un grande Chapu.