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La campaña de Decio


"Cuanto más siniestros son los deseos
de un político, más pomposa se
vuelve la nobleza de su lenguaje".

Aldous Huxley, novelista y poeta inglés.

Aristóteles decía que "el hombre es un animal político".

Teniendo su origen laboral en la política, es natural el activismo que está realizando el recién nombrado presidente de la Liga MX del futbol profesional, Decio de María Serrano.

Los propósitos de su activismo (desayuna, come y cena actualmente con directores de medios, líderes de opinión, dueños de empresas relacionadas con medios de comunicación, reporteros o directores editoriales) pueden no ser nobles, pero le garantizan un mejor ambiente para el arranque del proyecto de sus ambiciones (los sueños son otra cosa).

Como candidato en campaña (es la época), Decio promete exclusivas, privilegios, trato preferencial y todo lo que esté a su alcance para que su luz brille en este nuevo proyecto personal.
Hoy, por primera vez libre de ataduras (no tiene que rendirle cuentas a nadie, como en los últimos 10 años en el futbol lo hizo con Alberto de la Torre y Justino Compeán), se siente dueño de su destino.

Fue impulsado por las directivas de Santos, Pachuca, Morelia (y Jaguares dentro del paquete) y Monterrey para ser el líder de la Liga MX, pero también contaba con el apoyo más importante: el del América y todo lo que representa.

Aficionado del América confeso, Decio de María hoy sabe que tiene que servir a los intereses de los 18 equipos que desean una liga sana, muy productiva en lo financiero y que restituya su importancia en los momentos de esparcimiento de los mexicanos.

Decio y todos los que lo apoyan reconocen que la afluencia a los estadios ha bajado y que las ofertas televisivas (se transmite futbol de todo el mundo en la televisión por cable) ha puesto en evidencia el bajo nivel de calidad del futbol que manejan, por lo que han hecho esfuerzos por mejorar el atractivo de la liga contratando entrenadores mediáticos, polémicos, así como jugadores de otros países y continentes, con el propósito de revalorar la marca "futbol mexicano" o "Liga MX".

Como candidato en campaña, Decio de María Serrano está realizando un activismo incansable. Promete, promete y promete. Pero, ¿hasta qué grado podrá cumplir? ¿Habrá siempre exclusivas para todos los medios y para todos los periodistas, para los jefes de los reporteros, para los ejecutivos de las empresas y para los líderes de opinión con los que se reúne? ¿Querrá seguir ampliando la brecha entre los "periodistas buenos" y los "periodistas malvados"? Y a cambio de lo que promete, ¿qué pide?

Con los que se reúne actualmente procura ser amigable, afable, sonriente, optimista y seguro del producto que le encomendaron. Se siente inteligente y hábil en las negociaciones que desarrolla. Habla de planes, de posibilidades, de incorporar "casi" a todos en su gran proyecto personal. Se dice incluyente. Pero detrás aprovecha para golpear, para encajar puñaladas. Es político, pues. Diego Saavedra de Fajardo decía que "todo el estudio de los políticos se emplea en cubrirle el rostro a la mentira y que parezca verdad, disimulando el engaño".