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Nonito Donaire, ¿el heredero?

Con Manny Pacquiao aburguesado y en tren de retirada, la maleta del futuro boxeo filipino parece quedar en manos de Nonito Donaire (29-1, 18 KO). Pero... ¿podrá conseguir el mismo éxito que su compatriota?

Mientras noqueaba rivales en 118 libras a ritmo de vértigo todos creíamos haber encontrado al nuevo PacMan. Pero su desempeño impresionante experimentó una brusca frenada a partir de su triunfo en las tarjetas sobre el argentino Omar Narváez el 22 de octubre de 2011.

Antes de ello y en apenas un año (del 13 de febrero 2010 al 19 de febrero 2011) el filipino había noqueado a Manuel Vargas, Hernan Márquez, Volodymyr Sydorenko y Fernando Montiel. Luego de vencer a Narváez, ya en 122 libras, enfrento a Wilfredo Vázquez Jr. y Jeffrey Mathebula. Ambos combates llegaron a la distancia y sirvieron para plantear la mayor de las preguntas que se hacen hoy todos los fanáticos: ¿Le afectó la subida de peso?

Su entrenador Robert García lo justificó alegando que "todos sabemos que cuando se sube de peso es más difícil conseguir el KO, especialmente cuando se enfrenta a oponentes de clase mundial".

Puede tener razón, pero hay factores a tener en cuenta para explicar los problemas de su pupilo. Nonito no sabe o no quiere golpear el cuerpo de su oponente y se obsesiona con lograr el KO temprano basado en "ataques aéreos" exclusivamente. Cuando el KO no llega, se desespera y comete errores como ante Matebhula, que le llego más de una vez con su largo brazo izquierdo, pese a que parecía que no quería pelear.

Este sábado, el filipino debería responder algunas de esas dudas, cuando se enfrente al japonés Toshiaki Nishioka (39-4-3, 24 KO), un rival durísimo, con mucha experiencia en peleas de título y que no pierde desde el 6 de marzo de 2004, cuando cayó por puntos ante el tailandés Veeraphol Sahaprom.

Desde entonces ha superado a ex campeones de la talla de los mexicanos Johnny González, Rafael Márquez, Iván Hernández y Genaro Poblanito Garcia o el inglés Rendall Munroe entre otros. Sin embargo hay un detalle que refuerza el favoritismo de Donaire en este combate, Nishioka peleó por última vez en octubre de 2011 cuando venció en Las Vegas a Rafael Márquez por puntos. Tras ese combate planeaba retirarse, pero se mantuvo expectante a la espera de esta pelea. El desafío para Nishioka es un triunfo económico, pero es verdad que el óxido le puede pasar factura.

El japonés es un zurdo natural que no rehúye el intercambio, es rápido, fuerte y fajador, por lo tanto esta batalla en lo previo tiene olor a candidata a pelea del año. Si nos guiamos por los antecedentes recientes, Donaire es claro favorito. Su rival es adecuado a su estilo y debería vencerlo por KO para acallar todas las dudas.

"Mis últimos dos peleas fueron experimentales" -- asegura Donaire. "Ante Mathebula tuve que cambiar mi estilo, ya que yo era el más pequeño. Contra Nishioka verán de nuevo al verdadero Nonito".

Yo creo en el triunfo del filipino, pese la peligrosidad de su oponente. También siento que veremos una batalla de estilos similares, que se complementan a la perfección y con un desenlace a pura explosión. Después de todo, no son pocos que colocan en el tercer lugar de los mejores libras por libra y también son muchos que lo señalan como el heredero natural de Pacquiao. Entonces, a Donaire le llegó el momento de demostrarlo.