El novato corredor Bernard Pierce ha tenido un impacto inmediato y podría ser fundamental en el Super Bowl
NEW ORLEANS -- Hoy en día, a no ser que seas un extraterrestre como Adrian Peterson, el ataque terrestre de un equipo es compartido por al menos dos corredores.
Y ese corredor complementario es mucho más importante de lo que creen.
En primera instancia, vale recordar que la posición de corredor es la que tiene menor promedio de duración de carrera para los jugadores.
Ese número de años bajaría aún más si se le pide a un jugador que promedie 25 acarreos por partido.
En el caso de Ray Rice, él es además factor en el ataque aéreo, por lo cual su desgaste sería aún mayor.
Por esa razón, los Ravens se encontraron en una situación precaria cuando Ricky Williams decidió retirarse.
Y aquí es donde entró en escena Bernard Pierce.
Baltimore escaló posiciones en la tercera ronda del draft para elegir al corredor de Temple, pero ni John Harbaugh esperaba una temporada tan protagónica por parte del novato.
"Sabíamos que Pierce tenía talento cuando lo elegimos", explicó Harbaugh. "Aunque no imaginábamos un impacto tan inmediato".
Pierce terminó con 108 acarreos para 532 yardas en su primera campaña, y ofreció un constante cambio de ritmo con respecto a Rice, manteniendo a las defensivas en puntas de pie.
"Ray es mucho más elusivo", expresó Pierce. "Yo tengo un estilo más físico, y creo que nos complementamos muy bien. Antes era más rápido, pero ahora subí de peso y no le escapo al contacto. De esa manera, podemos llamar una misma jugada, y ejecutarla distinta".
En esta postemporada además lleva 27 acarreos para 169 yardas, incluyendo 103 contra los Indianapolis Colts en la Ronda de Comodín.
Otra vez, ni el más optimista, ni el propio Pierce veían venir esta campaña.
"Siempre tuve la visión de poder contribuir de la manera que fuera posible", admitió Pierce. "Pero nunca pensé que vería tanta acción".
Ciertamente ha sido beneficioso para Baltimore, que tiene en Rice a uno de los corredores más completos de la liga; y ahora también parece haber encontrado su perfecto complemento.
"Es una temporada larga", dijo Pierce. "Uno siempre piensa que puede hacerlo, pero cuando la vives es mucho más exigente de lo que piensas. Un corredor no puede hacerlo todo solo".
Eso sí, Rice ha sido fundamental en el desarrollo de su novato compañero de equipo.
"Cuando llegas a la NFL, quieres correr a toda velocidad en todo momento", concluyó Pierce. "Rice me enseño la virtud de la paciencia. Hay que saber leer defensivas y esperar que la jugada se desarrolle y se abran los huecos".
De esta manera, el backfield pasó de ser una unidad poco profunda a tener futuro asegurado.
Pierce ha sobrepasado las expectativas, y muchos creen que puede ser el factor X el domingo.
"¿Por qué no?", enfatizó entre sonrisas. "He visto cosas más locas".