BUENOS AIRES -- Los pueblos de Argentina e Italia han estado hermados desde hace mucho tiempo. Un enorme porcentaje de las familias argentinas son descendientes de italianos y eso ha contribuído a la similitud entre ambas sociedades. Sin embargo, hoy esa hermandad es aún más grande por una nueva razón: el Papa Francisco, el Papa de la próxima Copa del Mundo.
Desde que el Cardenal Jorge Mario Bergoglio fue elegido como nuevo Sumo Pontífice, en Italia y en Argentina se ha comenzado a vivir una especie de "Papa-manía". En el país europeo esto es normal, ya que casi siempre la llegada de un nuevo Obispo de Roma renueva las esperanzas del pueblo católico. En cambio, este hecho sí produjo una gran conmoción en la nación sudamericana, que fue cuna del primer Papa nacido en esta parte del mundo.
La noticia conmovió a todos, devotos, creyentes y agnósticos. Ocupó todos los titulares de los medios durante días y provocó una especie de renacimiento de la fe, algo que por sí mismo es muy positivo para el pueblo. La figura de Francisco se ve en cada rincón del país, que tomó al nuevo Papa como propio, como nunca antes.
En medio de esta "locura papal", apareció el tema del fanatismo futbolero de Bergoglio. La "otra religión" de los argentinos no podía estar ausente de esta situación y su pasión por San Lorenzo se convirtió en uno de los asuntos favoritos a la hora de hablar de la vida del nuevo Pontífice. Banderas del club de Boedo, camisetas y otros elementos sanlorencistas coparon el Vaticano, que desde ahora tiene un jefe de estado que pide "que gane San Lorenzo" cuando le preguntan qué desea para la humanidad.
La Federación italiana no perdió tiempo y pensó en la posibilidad de jugar un partido amistoso entre la Azzurra y la Selección Argentina, en homenaje a la pasión futbolera de Francisco. La idea avanzó y es muy probable que se lleve a cabo en agosto, con el jefe de la Iglesia católica en el estadio Olímpico de Roma. Sería un evento histórico.
"Si pudiéramos organizarlo, sería agradable reunirnos con el Papa, que viene de Buenos Aires y adora el fútbol y luego todos juntos con ambos equipos en un solo autobús ir al estadio. No podría soñar nada mejor", afirmó el seleccionador italiano Cesare Prandelli.
Después de las palabas de Prandelli, Guillermo Tofoni, el presidente de la empresa organizadora de los partidos no oficiales de la Argentina, dijo en su cuenta de Twitter: "Le daremos el gusto técnico Prandelli. Organizaremos ese amistoso. Ya estamos trabajando en la fecha". Luego se comentó que podría hacerse el 14 de agosto, aunque ese día Argentina tiene otro compromiso.
Aunque para muchos este enfrentamiento tiene color de clásico mundial, Argentina e Italia jugaron sólo jugaron en 13 ocasiones, con dos victorias albicelestes. El último choque fue en 2001, y el equipo que dirigía Marcelo Bielsa ganó 2-1 en Roma. El otro triunfo de Argentina fue en 1956, en un amistoso disputado como local. La Azzurra ganó 6 encuentros e igualaron los restantes 5. Sin dudas, este duelo sería un gran examen para dos Selecciones que casi con seguridad serán protagonistas del Mundial de Brasil.
El sueño de Prandelli parece de otros tiempos, de otro mundo. Pero, en estos momentos de fe renovada, todo parece posible.