Conforme los días sofocantes del verano avanzan a paso lento, llegamos al punto medio del calendario boxístico de 2013. Entonces, ¿qué hemos aprendido de este pequeño ejemplo de esta ciencia tan dulce? En un ejercicio divertido para curar este periodo triste, esta semana revelaremos nuestros premios de mitad de año para las categorías de mejor boxeador, pelea, nocaut y round hasta el punto medio del año.
¿Está de acuerdo con nuestras elecciones? ¿En desacuerdo?
¿Qué es lo que hace que un round de acción boxística sobresalga por encima de los demás? ¿Qué hace que los aficionados se pongan de pie y que los comentaristas pierdan el aliento?
Por una parte, acción, y que sea mucha. Pese a toda su brillantez prolongada, Floyd Mayweather Jr. es rara vez, si es que alguna vez, un candidato a round del año. Su antiguo rival putativo, Manny Pacquiao, por otra parte, frecuentemente lo es -- al igual que el rival de Pacquiao en noviembre, Brandon Ríos.
Ríos es el tipo de hombre que no solamente recibirá un golpe para conectar uno; él recibirá seis para conectar siete. Él hizo eso de forma efectiva en su primera pelea contra Mike Alvarado el año pasado, y lo hizo con una eficiencia menor en la revancha contra Alvarado hace algunos meses. Pero hubo momentos al inicio de ese combate el 30 de marzo, donde parecía que Ríos arrollaría a su rival, hasta que Alvarado se repuso con fuerza -- y en ningún otro momento hubo más dramatismo en el intercambio de golpes que el segundo asalto, que es el round de la mitad del año hasta el momento.
Estos dos guerreros de las 140 libras no necesitaron mucho para continuar lo que iniciaron con su festival de golpes en 2012. Tras un asalto inicial lento, Ríos comenzó el segundo atacando a Alvarado con ganchos de izquierda, a lo que Alvarado respondió con un derechazo corto. Alvarado luego atrapó a Ríos con un gancho duro con la zurda. Y luego Ríos conectó un jab que envió a Alvarado tambaleándose hacia atrás. Oliendo la sangre, Ríos atacó, pero Alvarado peleó fuego con fuego hasta que un derechazo corto en medio de otro intercambio, lo lastimó de nuevo. De alguna forma, Alvarado encontró los recursos para contener a Ríos con una combinación explosiva a la mandíbula, antes de que Ríos atacara de nuevo, impactando la cabeza de Alvarado con un uppercut al momento que sonaba la campana.
La tarea de un periodista en ringside es de intentar y observar la acción y anotar lo que ocurre sin desviar la mirada. La acción fluyó de forma abundante y tan rápida en este round que yo abandoné cualquier pretensión de tomar notas, y en vez de eso, simplemente rayé en mi libreta al final de los tres minutos: "Eso fue de locura". La velocidad y ferocidad de los intercambios y que ambos rehusaran dar cuartel es por lo que lo clasifico como el mejor round de 2013 hasta el momento.
MENCIONES HONORÍFICAS
Sakio Bika-Marco Antonio Peribán, Round 12: Por otra parte, si su voto fue para esta violenta confrontación, sería difícil estar en desacuerdo. Esta pelea de peso supermediano, inicialmente sin nada en especial, finalmente vino a más alrededor del sexto asalto. La fineza y la defensiva fueron desechadas, con los dos oponentes lanzando golpes con gran abandono, culminando en un round final salvaje que bien pudo haber sido borrado de un guión de Rocky por ser demasiado imaginativo. Un gran derechazo de Bika, un gran derechazo de Peribán, un derechazo enorme de Peribán, un derechazo enorme de Peribán…y así se fue, un final de locura para el que resultó un combate sorprendentemente entretenido.
Timothy Bradley Jr.-Ruslan Provodnikov, Round 12: "Sólo golpéalo a más no poder", urgió Joel Díaz, el entrenador de Bradley, al inicio del round 12 en esta guerra de peso welter. Bradley había sido enviado a la lona y casi fue puesto fuera de combate en los primeros dos asaltos, pero se recuperó para irse arriba en las tarjetas de los jueces. Lo único que necesitaba hacer era alejarse de los problemas en los últimos tres minutos. Pero Bradley es un guerrero, y tras 20 segundos de moverse por el ring, él conectó un gancho con la zurda y comenzó a entablar el combate. En el último minuto de la pelea, él lanzó un derechazo y recibió a cambio un duro gancho con la zurda. Tras tambalearse, él respondió intentando seguir conectando golpes para salir del problema hasta que un segundo derechazo lo puso de nuevo en problemas. Una descarga de golpes hizo que se arrodillara con solamente 12 segundos en el reloj, pero él venció la cuenta y la campana sonó para finalizar la pelea, antes de que la batalla pudiera continuar.
Guillermo Jones-Denis Lebedev, Round 7: El ojo izquierdo de Lebedev ya estaba muy inflamado luego de seis rounds en este enfrentamiento de peso crucero, pero el ruso lució como el más probable de los dos para conseguir una victoria por nocaut durante gran parte del séptimo round. Él atacó a Jones repetidamente con combinaciones 1-2, y Jones, quien había recibido más golpes hasta ese momento, pese a que él había hecho un mayor daño, comenzó a languidecer. Y aun así, de alguna forma, en los últimos 30 segundos del asalto, él conectó de la nada una secuencia de golpes contundentes, que hicieron retroceder a Lebedev y presagiaron una segunda victoria para el panameño, quien finalmente derrotó a su (ya horriblemente desfigurado) rival en el round 11.