MÉXICO -- El Pro Bowl ha perdido calidad y brillo en los años recientes, y ese es un hecho que no se puede disputar.
La caída del tradicional partido de estelares de la NFL en el paradisiaco Hawaii ha sido de tal magnitud, que la NFL ha pensado en acabar con él de manera definitiva. Sin embargo, antes de tomar la decisión de eliminarlo, la liga ha acordado con el sindicato de jugadores, por ahora, lanzarle un salvavidas.
La NFL, en conjunto con la NFLPA, ha anunciado este miércoles una serie de modificaciones profundas al partido con el claro objetivo de realzar su importancia y elevar su calidad. Podría tratarse de un último intento de salvación.
Entre los cambios más notorios, está una nueva forma para determinar los equipos que se enfrentan en Honolulu. La afiliación por conferencias ha perdido relevancia, y ahora simplemente irán los jugadores que obtengan más votos.
¿Quién juega contra quién? Los dos jugadores que reciban la mayor cantidad de votos servirán como capitanes y sortearán al resto de los jugadores entre ellos. En teoría, este cambio debe elevar la calidad en general de ambos equipos, porque ningún equipo quedará en desventaja gracias a un "año débil" de una conferencia dada.
El resto de los cambios elevan más dudas.
El partido contará con pausas de dos minutos al finalizar los periodos primero y tercero, justo como sucede actualmente antes del medio tiempo y el final del juego. También habrá cambios de posesión al final de cada periodo.
Se han eliminado las patadas de salida, disminuyendo significativamente el rol de los equipos especiales en el duelo.
El reloj no se detendrá tras pases incompletos, ni en situaciones de captura de mariscal de campo, a excepción de que suceda en los últimos dos minutos de cada cuarto, y los tradicionales relojes de jugada de 40/25 segundos pasan a ser de 35/25 segundos.
En los últimos dos minutos, en cada jugada en que la ofensiva no consiga al menos 1 yarda, se detendrá el reloj como si fuera un pase incompleto.
Los equipos podrán emplear la defensiva Cover-2, algo que estaba prohibido bajo las reglas anteriores.
Está claro que la liga desea un partido más acelerado, con más puntos, más series de dos minutos, y con una duración total menor.
Será raro no ver más los jerseys rojos/blancos y azules/blancos que tradicionalmente distinguían a una conferencia de otra, y aún está por verse cuánto éxito tendrá un partido que se asemeja más a un entrenamiento en la porción de 11-contra-11.
¿Servirán las modificaciones?
No lo sé.
Quizás los cambios sirvan para comprar un poco más de tiempo, experimentar con algunas otras modificaciones a corto plazo. Quizás salven definitivamente al juego. O quizás no sirvan de nada a la larga, y tarde o temprano desaparecerá el Pro Bowl.
Lo que es innegable es que el duelo de estelares se había convertido en un evento insostenible, y hay que reconocer a la liga y al gremio de jugadores su intento por no dejar perder la tradición.