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La última carta...


Un entrenador triunfador y un equipo en ritmo: Miguel Herrera y 10 jugadores del América para tratar de salvar el boleto y el negocio de Brasil 2014. Al "plan de emergencia" del futbol mexicano le sobra lógica, le falta ciencia y no tiene tiempo que perder. En unas cuantas semanas, la base de un equipo armado tratará de establecerse en la cancha y lograr el boleto para el campeonato mundial. ¿Puede funcionar? Sí, puede ser, pero todo lo que tenga que ver con el futbol mexicano de cancha corre un riesgo latente.

LOS ANGELES, CA.- La última carta está sobre la mesa... Tiene tonos amarillos, la imagen de un entrenador triunfador y de un equipo en ritmo. No hay más: el futbol mexicano destapa la última carta que tiene disponible para tratar de salvar algo que parece perdido.

Puede que Valeri Lobanovsky y Miguel Herrera no tengan ningún parecido físico ni futbolístico, pero el entorno que rodeaba a aquella selección de la Unión Soviética en 1986 sí que podría parecerse a lo que finalmente ocurre y ha ocurrido en el futbol mexicano.

El extinto Lobanovsky dirigía al mismo tiempo al poderoso Dinamo de Kiev ucraniano y a la selección de la URSS, una situación que el futbol mexicano puso en efecto la semana pasada. El único parecido real entre ambas situaciones sería la manera en que se conducían las cosas en aquella Unión Soviética y lo que se hace en el futbol mexicano, pero dejemos eso como una simple anécdota.

La realidad indica --o la realidad que quieren imponernos-- es que gracias a la "bondad" americanista, la selección mexicana tiene hoy cierta esperanza de rescatar el boleto para el Mundial de Brasil 2014. Finalmente, la FMF y Televisa se han abierto --descaradamente-- para ser lo mismo. Y todo queda en las mismas manos, todos procede del mismo bolsillo, de los mismos personajes y de la misma empresa que ha tomado las decisiones --buenas y malas-- durante los últimos 50 años.

El "plan de emergencia" no tiene mucha ciencia: el equipo de moda, el campeón, el de mejor ritmo y el de mejores condiciones de juego para tratar de sacar el resultado en una serie de dos partidos ante Nueva Zelanda. Miguel Herrera y 10 jugadores del América tendrán la encomienda de cambiar un panorama que por ahora luce desolador para el futbol mexicano.

Me parece que el "plan" o la "acción" llegan demasiado tarde. Esa transformación habría sido muy adecuada cuando existía más tiempo en el proceso eliminatorio y cuando las cosas no se habían deteriorado tanto. También, me parece que era la ocasión perfecta para darle, al menos, un toque, una pizca de certeza y de continuidad que tanto necesita el futbol mexicano: ¿Por qué no haber ratificado a Miguel Herrera como entrenador hasta el Mundial del 2018 pase lo que pase en la reclasificación ante Nueva Zelanda? Ese sí que hubiese sido un voto de confianza para el proceso, para los futbolistas y para el propio Miguel Herrera, cuya carrera y futuro merecían un mejor arribo al timón de la selección nacional.

El "hubiera" no existe aquí: hay una realidad y esa es que el futbol mexicano esta, casi, "en cenizas" y que se ha hecho lo elemental: traer a un entrenador y a un equipo que han mostrado condiciones a nivel doméstico para tratar de ser la solución.

Es la última carta... Es la última carta del futbol mexicano. Es la última carta de la Federación Mexicana de Futbol y es la última carta de "Televisa"...

@Faitelson_ESPN