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Se ofendió a Gamboa y a todos los cubanos

Dijo Nietzsche que "no se odia mientras se menosprecia. No se odia más que al igual o al superior". En la sabiduría del intelectual alemán podríamos encontrar la respuesta a las polémicas declaraciones del entrenador Robert García sobre los púgiles y la comunidad cubana en los Estados Unidos.

Si García quería calentar un posible combate entre su hermano y discípulo Mikey García (34-0-0, 28 KOs) y Yuriorkis Gamboa (23-0-0, 16 KOs) ya lo logró con sus respuestas que fueron transmitidas en un video por Youtube el cual posteriormente fue retirado.

"(...) Gamboa no tiene miedo, Mikey tampoco, por qué lo iban a tener, ahora mismo ni pelean en la misma división", contestó a la pregunta del entrevistador.

Y prosiguió, "Mikey va a subir de peso, pero eso no quiere decir que tenemos que detenernos en 130 libras". A partir de ese momento su tono cambió y perdió la compostura "no estamos (f...) detrás de Gamboa. Él es el que está detrás de nosotros (...)".

Acto seguido increpó al comunicador "¿Qué quieres decir que tenemos miedo?" y sin esperar respuesta comenzó a lanzar improperios: "Eso son esos (f...) cubanos, que vinieron a los Estados Unidos y se creen que dirigen La Florida".

Sin detenerse para calibrar el alcance de sus palabras continuó: "(Los cubanos) se creen que mandan en el boxeo... es cierto. Están hablando m..., los hijos de p... son afortunados que los dejamos vivir en los Estados Unidos. Tienen suerte, es la verdad hijos de p...".

Desde hace tiempo se viene cocinando la posible trifulca entre Mikey García y Gamboa, a pesar de la reticencia de Bob Arum, mandamás de Top Rank y apoderado del norteño de ascendencia mexicana.

La penúltima escalada del conflicto llegó el pasado sábado (25 de enero) en el Madison Square Garden. Gamboa subió al ring y retó públicamente a Mikey después de que éste retuviera el cinturón súper pluma de la OMB ante el azteca Juan Carlos Burgos.

Aquella osadía le desagradó a Robert que intentó en todo momento desviar la atención, mientras los reflectores se enfocaban en su hermano y Gamboa, quienes conversaban con respeto y sin las acostumbradas miradas intimidadoras comunes en este deporte.

No es la primera vez que García, nombrado entrenador del año en 2012, o su entorno realiza actitudes reprochables. Dos de sus pupilos: Antonio Margarito y Brandon Ríos fueron filmados burlándose del entrenador norteamericano Freddie Roach, quien padece de la enfermedad del Parkinson.

En aquella oportunidad tuvo que ofrecer disculpas públicamente y ahora no sé cuál será el final de esta historia que tiene muy molesta a la comunidad cubana en los Estados Unidos.

Previo a la pelea Pacquiao-Ríos en China el año pasado también se presentó un altercado entre los grupos de trabajo que comandaban García y Roach, incluso hubo empujones y patadas.

Por cierto, por ahí corren rumores (sin comprobar como rumores que son) de que la animadversión de García por los cubanos responde a tres razones:

1) Joel 'Cepillo' Casamayor fue el último que lo derrotó cuando era boxeador (por la vía del nocaut el 6 de enero de 2001 en Texas Station Casino de Las Vegas)

2) Guillermo Rigondeaux hizo que el filipino Nonito Donaire, hasta entonces su púgil de cabecera, luciera como un principiante el 12 de abril en el Radio City Hall de Nueva York

3) Gamboa quiere ensuciar la impoluta hoja de servicios de su hermano Mikey.

Cierto o falso... prefiero acudir al escritor japonés Haruki Murakami para recordarle a Robert García que "el odio es una sombra negra y alargada. En muchos casos, ni siquiera quien lo siente sabe de dónde le viene. Es un arma de doble filo. Al mismo tiempo que herimos al contrincante nos herimos a nosotros mismos. Cuanto más grave es la herida que le infringimos, más grave es la nuestra. El odio es muy peligroso. Y, una vez que ha arraigado en nuestro corazón, extirparlo es una tarea titánica".