<
>

La Signora de la lluvia

BUENOS AIRES -- En un torneo que Juventus está dominando cada vez más claramente, hasta los factores climáticos se vuelven favorables para la Vecchia Signora. En efecto, a frente del aplastante triunfo del bicampeón defensor en el clásico de Italia ante Inter, los perseguidores perdieron, como en el caso de Nápoli, Fiorentina y obviamente Inter, o no pudieron jugar, como le ocurrió a Roma, que tuvo que suspender su partido ante Parma porque la cantidad de agua caída volvió impracticable el estadio Olímpico de la capital italiana.

Claro, los nueve puntos de ventaja de Juventus son entonces sólo teóricos, pero la verdad es que la tabla muestra esa distancia entre el primero y el segundo y quizás, cuando finalmente se recupere el partido suspendido (por ahora no hay fecha, porque primero está la Copa Italia y luego habrá que ver que pasa con Lazio en Europa League; se habla del 2 o 9 de abril), un eventual triunfo de Roma se vuelva prácticamente inútil.

Porque Juventus amenaza seriamente con "aplastar" el torneo bajo su increíble poder de fuego. Fiorentina tuvo la pésima idea de ganarle un partido en remontada, en ese lejano 18 de octubre pasado, un 4 a 2 que despertó un equipo que parecía sufrir el clásico síndrome de la "panza llena" luego de dos Scudetti consecutivos.

Desde ese día, Juventus no sólo no volvió a perder, sino que metió una racha increíble de 13 triunfos y un empate, y eso que la semana pasada, ante Lazio, como todos seguramente recuerdan, quedó abajo en el marcador y con hombre menos en el comienzo del partido: así y todo, se la ingenió para empatar y hasta pudo haber ganado el encuentro.

El clásico de Italia no tuvo ninguna emoción, porque ante esta Juventus acorazada se presentó un Inter asustado, inseguro y miedoso, comenzando por su entrenador Walter Mazzarri, quien se ilusionó con aguantar un empate y, en lugar de convencer a sus jugadores que podían jugarle de igual a igual al puntero, los asustó a tal punto de hacerles perder los pocos automatismos aprendidos hasta ahora.

Para botón de muestra, miren el primer gol: Taider se aleja sin rumbo y lo deja solo a Vidal, nada menos, Nagatomo se corre para tomar al chileno pero para eso tiene que abandonar a Lichtsteiner, Kovacic mira al suizo y se le acerca pero, cuando éste pica en profundidad, lo sigue desde atrás, porque no tiene el más mínimo oficio para marcar.

A todo esto, la pelota que estaba por el otro costado le llegó Pirlo, en posición central, unos 15 metros detrás de la medialuna y absolutamente libre de mirar, pensar, decidir y meter el pase perfecto para el lateral, quien por encima cabeceó como un gran delantero, en zambullida y esquinado, para dejar sin ninguna chance a Handanovic.

En suma, por lo menos 5 errores en una misma jugada, como si Juventus necesitara tantas ayudas. Inter tuvo una reacción de orgullo, pero Palacio desperdició un "tres contra dos" de contra y, a la vuelta del vestuario, en una jugada increíble, cuatro veces los juventinos, en el área rival, llegaron a la pelota antes que los defensores, lo que produjo el gol de Chiellini. Algo parecido pasó con el tercer tanto, el de Vidal.

En suma, el partido no existió y el analista, recordando el empate de la ida, no puede dejar de ver dos realidades: que en una rueda Juventus creció enormemente y que, en el mismo tiempo, lo que parecía un interesante proyecto nerazzurro se desdibujó totalmente, perdido en los meandros de una venta del club que tuvo el poder de desarmar lo poco que funcionaba y metió la institución en las manos de un hombre de negocios absolutamente ajeno al fútbol.

No puede ser una casualidad que, desde la llegada de Tohir, Inter haya ganado un sólo partido, con un 2014 francamente de terror, con apenas dos puntos sumados en 5 partidos, la peor marca de toda la Serie A (contra Lazio, Chievo, Genoa y Catania antes que Juventus, todos rivales potencialmente accesibles).

Es que el 2014 y el mercado de invierno parece haberles caído mal a todos los perseguidores, todo lo contrario de lo que debería ocurrir. Nápoli se desprendió de Armero y Cannavaro para traer a Reveillere y Ghoulam, cosas de locos. Es cierto, llegó Jorginho, un elemento más que interesante, pero los problemas celestes no estaban en la mitad de la cancha, como demostró claramente el partido perdido en Bérgamo ante Atalanta, producto de tres clamorosos errores defensivos.

La pobre Fiorentina tiene responsabilidades relativas, puesto que la mala suerte la persigue con las lesiones, pero así y todo perder en Cagliari es algo que ni siquiera el alicaído Milan había logrado la semana anterior.

Por eso, detrás de Juventus y de Roma, que no ha podido jugar pero hizo un buen mercado, con Nainggolan y Bastos y varios jóvenes de seguro futuro, los sorpresivos pero reales protagonistas de este torneo son Verona, que vendió a Jorginho pero sigue ganando y le sacó 2 puntos a Inter, y Torino, que iguala la posición del nerazzurro y tiene una pareja ofensiva, Cerci - Immobile, de las más interesantes del torneo, porque ambos anotan pero también son excelentes jugadores que, por encima, se entienden de maravilla entre sí.

Justamente esa pareja desnudó impiadosamente los errores defensivos de Milan, con un Bonera que realmente es impresentable a este nivel de competencia. Ramí, el único defensor llegado, jugó un buen partido y hasta anotó el gol del empate, pero por el resto el mercado de Milan, especialmente con las llegadas de Honda y Taarabt, carece de cualquier lógica.

Así, más allá de la buena voluntad de Seedorf, Milan juega hasta peor de lo que hacía con Allegri, porque anota menos que antes (y crea menos ocasiones) pero sigue sufriendo por lo menos un gol por partido, y eso que Farnerud, en pésima tarde, le perdonó dos veces la vida, errando situaciones clamorosas que hubieran liquidado el partido.

Hubo otro derbi en la fecha, entre Genoa y Sampdoria. Como suele pasar en el Clásico de la Linterna, el mejor espectáculo estuvo en las tribunas. En la cancha, se vieron dos equupos que han mejorado notablemente con el cambio de entrenador. Maxi López, en su "nuevo" debut con la camiseta blucerchiata, anotó el gol del triunfo y fue la gran figura de la cancha.

Cerremos con la lucha para salvarse del descenso: Catania parece estar despertando y tiene 15 puntos, así que con Bologna y Chievo, que tienen 18, y los 17 de Livorno y Sassuolo (que compró 12 jugadores y contrató a un nuevo entrenador, Malesani: sólo le faltó cambiar nombre), la zona descenso se reduce a 5 equipos encerrados en 3 puntos, es decir una situación en la que cualquier cosa puede pasar y es casi imposible hacer un pronóstico certero. De eso también vive el "torneo más difícil del mundo".