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La selección que no existe...

El entrenador está tirando cartas al azar sobre la mesa, la Federación está vendiendo el producto y el aficionado empieza a generar ilusiones. A poco más de 100 días de Brasil 2014, México sigue buscando un equipo que pueda competir en la primera ronda del Mundial. Los jugadores europeos han sido llamados porque no hay otros y la base nacional -cuya evaluación más importante fue Nueva Zelanda- sigue siendo una incógnita para la alta competencia que significa una Copa del Mundo. Las generaciones y el tiempo tampoco ayudan. Nos guste o no, así este México, o así sigue México: en una situación de emergencia futbolística.

LOS ANGELES, CA.- Me gustaría pintar un panorama menos dramático, pero decir lo contrario sería tanto como mentirles: A poco más de 100 días del Mundial, México sigue buscando, por donde sea y de manera desesperada, una selección que por ahora no tiene. El entrenador está tirando cartas al azar sobre la mesa, la Federación está vendiendo el producto y el aficionado empieza a generar ilusiones.

En una época de grandes contradicciones no es extraño que el futbol mexicano caiga en una contradicción tras otra.

Se supone que, tras el penoso fracaso en la eliminatoria del 2013, la nueva consigna alrededor de la selección mexicana era llamar a los jugadores que realmente estuvieran en buen momento, activos, con minutos de juego, protagonistas en sus clubes, en buen estado físico y mental. Algunos meses más tarde, esa sentencia o esa idea, ha desaparecido del mapa. Se ha vuelto a traicionar.

Y se puede entender que, con el tiempo encima y la urgencia por encontrar un equipo competitivo, Miguel Herrera recurra a medidas un tanto desesperadas. También, está claro, por otra parte, que depositar toda la responsabilidad del fracaso del futbol mexicano en los jugadores que proceden de las ligas europeas sería una terrible equivocación.

A pesar de que nos digan lo contrario, de que las necesidades mercadológicas de la selección mexicana obliguen a vendernos un producto que no existe, México y el futbol de la selección siguen a la deriva, buscando futbol y futbolistas que puedan darle los argumentos apropiados para competir dignamente en la primera ronda del campeonato mundial de futbol.

¿Se ganó realmente Javier "El Chicharito" Hernández su convocatoria a la selección nacional? ¿Tienen Andrés Guardado y Guillermo Ochoa el momento mental y futbolístico apropiado para ser parte de una selección? ¿Jugadores como Héctor Herrera y Diego Reyes han tenido la continuidad necesaria en el Porto? Usted y yo sabemos cuál es la respuesta para cada una de esas preguntas. También lo saben Miguel Herrera y Ricardo Peláez, pero en defensa de ellos, tampoco me imagino una selección mexicana sin el aporte de esos futbolistas a pesar del estado futbolístico y anímico en que puedan encontrarse.

La verdad es que no hay mucho de dónde escoger. El futbol mexicano ha tenido mejores generaciones futbolísticas en el pasado y también es verdad que a Miguel Herrera se le ha dado la selección con muy poco tiempo para poder generar un equipo que compita en la cancha.

¿Son los mejores que hay? Sí, lo son, justo en una época donde existen pocas respuestas y alternativas y donde el "estado de emergencia" se mantiene por algo que no fue culpa, evidentemente, del cuerpo técnico actual y que el futbol mexicano desecho investigar o profundizar tras los penosos acontecimientos del año pasado. Se obtuvo el boleto al Mundial, se tapó todo, se formó una "cortina de humo" y a vender a la selección como el producto que es.

A poco más de 100 días de Brasil 2014, México aún busca una selección que no ha tenido en la última época y que no tiene con futbolistas que proceden de Europa pero que andan en un bajo nivel competitivo y con una base domestica imposible de medir a nivel internacional. Esa es la realidad, nos guste o no.


@Faitelson_ESPN