SANTOS -- ¿Podrá la Selección Nacional cumplir las expectativas que se generan en su entorno? Si nos basamos en la 'realidad' de los números y los ralos momentos futbolísticos luminosos que ha ofrecido diríamos que no. Sin embargo, el futbol se encarga siempre de sacarle la lengua a la lógica.
Seguro México se aferra a esta posibilidad.
Pocos apostarían a que México no va a llegar al quinto partido, pero muchos creen que el Tri no avanzará ni siquiera a la siguiente fase en Brasil. Digamos que es 'decisión' dividida. Los hechos dictan que todo dependerá de cómo se presenten en Natal, el próximo 13 de junio frente a los llamado Leones Indomables, pero la ilusión es que sea con un fuerte golpe de autoridad. Una victoria incuestionable.
México está a unos días de debutar en el Mundial. El ambiente que se respira al interior es de confianza, pero no extrema. Fue sembrado en el grupo quizá más complicado con el anfitrión. El primer lugar está casi asegurado. ¿Podrá México alcanzar esa segunda posición y avanzar a la siguiente fase? Todo dependerá, sin duda, del arranque que tenga frente a Camerún.
El equipo tricolor tiene la obligación casi de ganar. Miguel Herrera asegura que el presupuesto es ganarle a todos sus rivales, pero sabe que su subconsciente le dicta que quizá la idea sea buscar la victoria frente a los africanos, aceptar la derrota ante los brasileños y un empate contra los Croatas, lo cual podría darle el ansiado pase a la siguiente fase.
Sin embargo, si el escenario cambia en su debut, el panorama se tornará oscuro. Si México empata ante Camerún, todo dependerá del choque final contra los croatas que tienen un futbol que combina la fuerza y la técnica. En Recife es donde México buscará jugar su última carta y todo dependerá de los antecedentes futbolísticos que ofrezca en sus cotejos anteriores para llegar confiados al tercer partido.
Quizá el escenario que prácticamente tendría a México fuera del Mundial sería la derrota, en el inicio, porque tendría que venir una hazaña para ganarle a Brasil en casa. El año pasado, los locales fueron implacables contra los mexicanos en la Copa Confederaciones en los primeros minutos. Tanto que dieron una aparente tregua y terminaron con una victoria por marcador de 2-0. Los tres puntos ya estaban en la bolsa.
Está todo listo. La afición mexicana sabe que el sueño puede ser muy corto, pero disfruta cada momento de la estadía de su selección en Brasil. Si se trata de celebrar, los mexicanos somos campeones del mundo.
Ojalá este representativo logre responder en la cancha lo que fuera de ella les ofrecen los mexicanos. Quizá no ganen, pero mínimo deben dejar el corazón dentro de los campos de juego.
¿El quinto partido? No, para mí el famoso 'quinto' partido se jugará este 13 de junio. Pensar en lo que puede considerarse como una hazaña, simplemente es un volado.