NATAL -- Se acabó la larga espera. Cuatro años después, la revancha la tenemos enfrente.
Comienza el camino. Recorrerlo para millones de aficionados al futbol ha sido un 'suplicio', pero la espera terminó. La recompensa llegó. México debuta en la Copa del Mundo frente a Camerún. Disfrútalo. Gózalo.
La forma es que llegó el Tri a Brasil no fue la mejor, sin embargo, aquí está. También se encuentran miles de aficionados mexicanos que hacen latir esta competencia. Desde los aviones que llegan a Natal pintados de verde. El mexicano le pone ese sabor especial. También invade las calles de esta ciudad. Quiere disfrutarlo, porque vale la pena pase lo que pase, incluso si se pierde.
Atrás quedó una eliminatoria marcada por los malos resultados. Las pésimas decisiones directrices. Si México logra vencer a Camerún le dará un pretexto para que millones de mexicanos salgan a las calles a festejar. Les ofrece un motivo para olvidarse de nuestros problemas cotidianos.
Mucha gente, al paso me pregunta cómo se encuentra el equipo mexicano. Lo que he podido observar es una delegación que sabe la responsabilidad que lleva consigo. Entienden que si el Tricolor obtiene el triunfo, se paralizará la ciudad. Brindará un momento de alegría y optimismo a los connacionales. Se lo merecen.
El rostro que veo en los seleccionados es de tranquilidad. Dolió al interior, sin duda, la suplencia a Jesús Corona, pero se ha propuesto solidarizarse con Guillermo Ochoa. Se respira unión de grupo. Habrá que ver cómo llega futbolísticamente el equipo a la Arena das Dunas de Natal. México es una incógnita futbolística.
Camerún. Los Leones Indomables se presentaron al Mundial sumidos en una crisis con sus dirigentes. El desgaste no sólo es el tema deportivo, sino también el emocional. Poca prensa. Muy baja si la comparo con la que sigue a la Selección Nacional. Realmente se nota el poco interés de los medios hacia los suyos.
La cara de jugadores como Enoh o N'Koulou lo dice todo. O el fastidio llegó o el desgaste ya hizo presa de los mismos. No tienen la misma convicción que se les ve a los nuestros. México tiene esta mañana el partido más importante en Brasil. Lo saben. Lo aceptan. Hay talento en el campo para derrotar a los africanos. Estoy casi seguro que los aficionados consideran los tres puntos en la bolsa.
Es tiempo que la Selección devuelva las alegrías a la gente que consume el producto local de mediano nivel. Hoy, el Tri debe dejar la última gota en el campo de juego. En el futbol se puede ganar o se puede perder, pero lo que no se puede negociar es la actitud. Hoy no cabe otra palabra. Hay deudas que saldar.
La Selección lo sabe y es tiempo de pagarla. El crédito llegó a su fin...