Costa Rica encontró vida en un grupo que muchos expertos presagiaban como el de "la muerte" para ellos. Detrás de esta éxito, está el trabajo en equipo, la solidaridad y el deseo de trascender. Hace un par de meses, el técnico Pinto me dijo dos cosas que hoy recuerdo con mucho recelo y que comparto en estas líneas. Los "Ticos" le pusieron sabor y olor al Mundial. Le mostraron el camino a los demás.
RIO DE JANEIRO, Brasil.- En un grupo que para ellos parecía el de la "muerte", Costa Rica encontró vida... "Pura Vida".
Y cuando suponíamos que habíamos visto suficiente en el inicio del Mundial con un 5-1 descomunal sobre el campeón defensor, el sábado nos trajo otra sorpresa, esta en letras mayúsculas: Costa Rica le metió un 3-1 con autoridad a Uruguay y sumó sus primeros tres puntos en un grupo que comparte con tres ex campeones mundiales.
No hay ningún secreto escondido detrás del atrevimiento costarricense: trabajo en equipo, sacrificio, solidaridad y espíritu, los ingredientes necesarios para poder subsistir y competir en la escena mundialista.
Hace algunos un par de meses, en Los Angeles, durante la emisión del programa Nación ESPN, tuve oportunidad de charlar con el entrenador Jorge Luis Pinto, quien fue directo y sincero en sus respuestas. Dos de ellas, las guardé para la noche oportuna. La de hoy, después de lo sucedido en Fortaleza, es la ocasión perfecta.
La primera se refería a por qué Mexico había tenido una eliminatoria tan complicada. La respuesta de Pinto fue: "Hay prepotencia en el futbol mexicano. Se creen los mejores y eso hay que demostrarlo en la cancha". Y la otra respuesta era sobre la dificultad que tendría Costa Rica en su participación mundialista en un grupo que incluía a Uruguay, a Inglaterra e Italia. "No es un martirio", me dijo Pinto. "Es una oportunidad maravillosa para medir nuestro potencial".
Costa Rica no solo le ganó justa y contundentemente a Uruguay, sino que jugó bien en la cancha. Se paró con inteligencia, contragolpeó cuando tuvo que hacerlo y controló en otros momentos del juego. Tuvo muchos atributos, pero el principal fue la construcción de un equipo sólido.
NO HAY MISIONES IMPOSIBLES EN EL FUTBOL
No hay "misiones imposibles" en el futbol, así ese enunciado signifique hoy ganarle a Brasil en el Mundial que se hace en Brasil para que lo gane Brasil.
Y ahí vamos otra vez... El juego se transforma en un mundo de especulaciones y las especulaciones son buenas y malas, depende de cómo se les vea, se les mida, se les palpe...
Para que México le gane a Brasil este martes en Fortaleza tienen que ocurrir muchas cosas, la mayor parte de ellas, espero, que dentro de la cancha, pero la más importante, a mi entender, se refiere a un tema de funcionamiento futbolístico.
No basta la actitud, la técnica, la velocidad, la disciplina para vencer a los brasileños en el Mundial que hacen los brasileños. Hace falta una buena combinación de todas esas condiciones para contar con la posibilidad de ganar y aún así, podría que no alcance por factores que no están bajo el control de Miguel Herrera y de sus futbolistas.
Yo creo que México tiene que salir a aprovechar la magnífica ocasión que tiene enfrente. Disfrutar y aprovechar al máximo la tarde en "El Castelao" y entender que bajo los reflectores que atrae Brasil en este Mundial, lo que haga o deje de hacer podría ser el sello con el que se le recuerde siempre en la película de Brasil 2014.
Casi todo mundo espera que México pierda -sería el resultado más normal- y algunos más esperamos que compita. Si puede "competir", si puede inquietar, preocupar, forzar a un equipo brasileño que parte como gran favorito, tendrá más oportunidad de acercarse al objetivo. Lo único que tiene prohibido México es no intentar nada, "morirse" sin haber tratado o salir a la cancha buscando que el daño sea el menor posible.
Estoy seguro que los aficionados mexicanos le perdonarían cualquiera cosa a este selección, menos, el hecho de que no aprovechar la jornada para mostrar que el futbol mexicano ha ganado en personalidad, en orden, en disciplina, en técnica y en inteligencia para jugar este deporte que tanto apasiona nuestro pueblo.
Algunos de los momentos más memorables de la historia del futbol mexicano en la era moderna están marcados por derrotas. Derrotas donde, sin embargo, el equipo mexicano mostró argumentos para competir, para pelear con cabalidad y para intentar, dentro de sus carencias o limitaciones, acercarse a la posibilidad del triunfo. Contra Bulgaria en 1994, más tarde ante Alemania, en 1998 y Argentina en el 2006, en todos estos casos, el equipo mexicano no se ocultó detrás del "miedo" que podría significar afrontar a una selección de mayores condiciones históricas y estadísticas.
México puede y debe convertir a la "presión" en su propio aliado. Si hay alguien obligado a mejorar y a sacar el resultado, esa es la selección de casa.
Ganarle a Brasil puede parecer una "misión imposible". No lo es, siempre y cuando los futbolistas no lo piensen así.
@Faitelson_ESPN