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Lara: A hacer fila o esperar un milagro

De lo sublime... a la fila. De sonar para ganarse la lotería nombrada Floyd Mayweather Jr. (46-0-0, 26 KO) a picar piedras. Erislandy Lara (19-2-2, 12 KO) tuvo el sueño americano en sus manos y tal parece que lo dejó escapar. Él, y nadie más que él, desperdició una de esas oportunidades únicas en la vida.

Escaló el ring ante Saúl 'Canelo' Álvarez (44-1-1, 31 KO), el de menos aptitudes de los cuatro púgiles más mediáticos en la actualidad -- Mayweather Jr., Manny Pacquiao y Miguel Cotto -- y quedó a deber. Para mí la victoria fue suya, pero tenía la "imperativa obligación" de ser categórico... y no lo fue.

No tenía margen de error y lo sabía. Iba contra el local, el público y poderosos intereses. En esas circunstancias convencer a los jueces suele ser una auténtica Odisea. En caso de dudarlo preguntémosle a Mayweather Jr. -- por distancia el peleador más importante del mundo --, sus sensaciones cuando la jueza C. J. Ross tuvo la desvergüenza de votar empate (114-114) en su pleito contra Canelo.

Las diferencias saltan a la vista: Mayweather es multimillonario; Lara... no. Mayweather tiene el respaldo de millones de norteamericanos, Lara es un "desertor" que el gobierno de su país le prohíbe volver a casa; Mayweather es un estilista que vende millones, Lara es un estilista que acusan de correlón. Mayweather es el hombre espectáculo, Lara.. es simplemente uno más.

Si a Money Man intentaron esquilmarlo. ¡Qué esperar para Lara!

Tampoco, y esta es una verdad de perogrulllo, Golden Boy Promotions (GDP) iba a facilitarle el camino cuando está latente negociar un Canelo vs. Cotto, quizás el emparejamiento más lucrativo después del hipotético Mayweather Jr.- Manny Pacquiao.

Con tanta oposición y conociendo el antecedente, Lara debió desplazarse menos y pegar mucho más. Solo así podía tener suficiente ventaja para vencer a un púgil de cuestionable calidad pero con poderosos padrinos. El 12 de julio en la pecaminosa Las Vegas quedó en evidencia que el guantanamero sigue sin comprender que el estilo de la escuela cubana es efectivo en el amateurismo, pero en el boxeo rentado los códigos son otros. Se puede boxear al oponente, pero hay que pegarle.

Tras el veredicto dividido en su contra: Jerry Roth (115-113), Dave Moretti (113-115) y Levi Martínez (111-117), Lara clamó revancha y le recordó a Oscar de La Hoya que "fue peleador, sabe lo que sientes cuando no ganas, por eso quiero pedir la revancha, él sabe que me la merezco".

Esta vez sus palabras y su futuro cayeron en saco roto cuando Oscar de la Hoya criticó su estilo: "Después de ver el rival que tuvo esta noche, no creo que haya demasiada gente interesada en volver a ver otra pelea como esta…". Y remató "Canelo enfrentó a Lara porque quiso complacer a la gente, a la afición. Ahora tendremos que analizar qué es lo mejor para él".

Se desprende del verbo del mandamás de GDP que la opción Canelo-Lara II es una misión imposible, situación que devuelve al cubano a la fila, distante de las grandes y lucrativas peleas en la división de los 154 libras. No hay dudas que esta puerta se cerró.

En apariencia existe luz al final del túnel. Según Luis De Cubas Jr., manager de Lara, la pelea ante Canelo no es más que el primer paso para grandes pleitos en el futuro cercano. "No puedo decir nada, pero ya estamos trabajando en algo muy grande", dijo el empresario al colega Jorge Ebro.

La misma fuente reveló que después del veredicto Lara recibió la confirmación del "consejero" Al Haymon de que grandes combates están por efectuarse. "Haymon fue muy importante para que finalmente Canelo aceptará medirse a Erislandy Lara y será todavía más importante en esta nueva fase de su carrera. Tenemos muchos nombres a considerar y no está exento ni siquiera Floyd Mayweather Jr. Fíjate lo que te digo, ni siquiera el mejor libra por libra del mundo, quien ve por los ojos de Haymon", subrayó De Cubas Jr.

Las declaraciones de Luis de Cubas Jr. pueden ser ciertas, pero como dice el viejo adagio: más vale pájaro en mano que cien volando. Lara tuvo el chance ante Canelo de tomar el camino más expedito a la fama y simplemente perdió la brújula. Ahora no le queda otra opción que hacer fila o esperar por el "milagro" que gestan De Cubas Jr. y Haymon.