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¿Es la hora de 'El Chacal'?

Con la victoria por nocaut ante el tailandés Sod Kokietgym (63-3-1, 28 KOs) el cubano Guillermo 'El Chacal' Rigondeaux (14-0-0, 9 KOs) desató las ataduras contractuales que lo unían a la promotora Top Rank y la figura de Bob Arum. No más conflictos ni espera. Su destino vuelve a pertenecerle.

En el presente depende de él y de Caribe Promotions conseguir los combates que debería merecer por el simple y contundente hecho de ser campeón súper gallo (122 libras) de la Organización y la Asociación Mundial de Boxeo (OMB y AMB) y estar entre los diez primeros del ranking de los mejores libra por libra.

Desafortunadamente el pugilismo rentado no es de merecimientos. Y en la mayoría de los casos los títulos se subordinan al negocio. En consonancia la culminación del vínculo con Arum, que dedicó más tiempo a desacreditarlo que a promoverlo, no es garantía de que sus objetivos se vayan a cumplir.

En primer lugar Rigondeaux tendrá que adecuar, de una vez y por todas, su estilo a los patrones establecidos por la televisión y los fanáticos, que a fin de cuentas son los que pagan. A la exquisitez de su boxeo, con el que suele poner en ridículo a sus adversarios, tendrá que agregarle elevadas dosis de agresividad. Solo así las televisoras voltearan en su dirección y llegarán las oportunidades.

El cambio de esquina parece un paso firme para lograrlo. El entrenador Jorge Rubio no tiene el abolengo de su predecesor Pedro Luis Díaz, pero suele exigirle más pelea a su pupilo. Sabe que el doble campeón olímpico (Sydney 2000 y Atenas 2004) posee las herramientas para atacar sin pausas y salir ileso ante la respuesta del adversario.

Así definió Rubio a su discípulo de mayor renombre: "es (Rigondeaux) el mejor boxeador cubano de los últimos 50 años por encima de Teo (hace referencia a al tricampeón olímpico y mundial de peso pesado Teófilo Stevenson). Stevenson era un fuera de serie pero tenía altas y bajas. Rigondeaux no, siempre está al máximo nivel, no tiene picos bajos. Stevenson lo mismo podía derrotar a un boxeador excepcional y luego perder con peleadores de menor rango como le sucedió con Damiani o Bisosky. Rigondeaux es superior no solo por lo que ha hecho en el profesionalismo sino que en el amateur perdió menos que Stevenson y quizás efectuó más peleas que él".

DESDE LAS OFICINAS

El futuro de Rigondeaux también se subordina a la destreza negociadora de Caribe Promotions. El antecedente no deja bien parada a la compañía encargada de velar por sus intereses, aunque se supone que le sirvió de guía para no caer en los mismos errores.

"Hay que ver lo bueno y lo malo. Por un lado ha sido un período polémico, con muchas declaraciones desafortunadas y con una proyección que no ha sido la mejor para Rigo, pero también hay que decir que Top Rank cumplió su parte del acuerdo al pie de la letra y eso no podemos dejar de reconocerlo'', dijo Boris Arencibia, presidente de Caribe Promotions, al diario El Nuevo Herald.

Agregó que siente "una especie de libertad, porque ahora Caribe está en condiciones de llevar adelante la carrera de Rigo de una manera más completa, más integral. Antes teníamos las manos atadas a ciertos procedimientos y límites de la empresa socia en la promoción. Ahora la responsabilidad es nuestra''.

Tras la conclusión del contrato las noticias que han trascendido lucen alentadoras. Arencibia comentó al colega Jorge Ebro que la cantidad de llamadas, propuestas para negociar, nombres y números lo han dejado asombrado y lleno de esperanza.

La prioridad es unificar cinturones con el mexicano Leo Santa Cruz (27-0-1, 15 KOs), monarca súper gallo avalado por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el 13 de septiembre en la cartelera donde el pleito estelar será entre Floyd Mayweather Jr. y Marcos Maidana.

"(...) --Leo-- es un campeón hecho y derecho, y Rigo quiere medirse a los mejores. No tiene tiempo para perder. Sabemos que Santa Cruz tomará parte en la cartelera del 13 de septiembre, pero no tiene oponente. Esta es una pelea que quiere todo el mundo'', subrayó el empresario.

Arencibia dejó claro que a los 33 años Rigo no puede perder tiempo. Esa debe ser la causa por la cual tampoco se descarta su ascenso a las 126 libras. "Vamos a ver si en última instancia subo para las 126. Si los 122 no quieren pelear voy a tener que pelear en otra división porque va pasando el tiempo, va pasando el tiempo y no estoy peleando", confesó 'El Chacal' a ESPNDeportes.

A pesar de la incertidumbre el santiaguero tiene plena confianza que en esta nueva etapa la suerte tocará a su puerta "va a mejorar. Mi carrera va a ser mucho mejor". Solo el tiempo dirá si esta es verdaderamente la hora de 'El Chacal'.