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Sin madera de campeón Mike Pérez

Mike Pérez se unió a la larga lista de púgiles que no pasaron de aspirar a retadores Mike Stobe/Getty Images

Dicen los mayores que no se debe vivir lamentando las oportunidades perdidas. Pero habría que preguntarle su opinión al boxeador cubano Mike Pérez (20-1-1, 12 KO), quien desaprovechó olímpicamente la posibilidad de convertirse en el próximo retador a la corona mundial de los pesos pesados en la versión del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Pérez, de 28 años, cayó por decisión dividida recientemente ante el estadounidense Bryant Jennings (19-0-0, 10 KO) perdiendo así el chance de enfrentar al vencedor entre el haitiano-canadiense Bermane Stiverne (24-1-1, 21 KO), vigente campeón del CMB, y el norteamericano Deontay Wilder (31-0-0, 31 KO), y confirmó las dudas generadas tras empatar, en enero, ante el camerunés Carlos Takam (30-1-1, 23 KO).

A pesar de que el árbitro Harvey Dock penalizó en el último asalto al caribeño por pegar luego de detener las acciones, sanción que influyó en el veredicto final: 114-113, 115-112 y 113-114, quedó claro que ninguno de los contendientes tiene las herramientas necesarias, al menos por ahora, para amenazar a Stiverne o Wilder y mucho menos al dictatorial ucraniano Vitali Klitschko (62-3-0, 52 KO), dueño de las fajas de la Organización Mundial (OMB), la Asociación Mundial (AMB) y la Federación Internacional (IBF).

"Gané el combate y lo gané fácilmente. Hice lo que tenía que hacer. El árbitro me robó la victoria", dijo Pérez al finalizar el pleito que pudiera marcar un antes y un después en su carrera profesional iniciada en enero de 2008.

Sus declaraciones son elocuentes, pero lo sucedido sobre el ring lo contradice y sobre todo, no lo rescata del fiasco. Tras un inicio prometedor, donde dominó a placer desde la larga distancia, su potencia comenzó a disminuir y cedió la iniciativa a Jennings que conectó los mejores golpes, en el cuerpo a cuerpo, para revertir el orden y hacer méritos ante un adversario que renunció al plan táctico que tan buenos frutos le rindió en los primeros seis actos.

El resultado bajó del pedestal a Pérez, distanciándolo de su objetivo de convertirse en el primer cubano en conquistar un título mundial en la división supercompleta y lo colocó en la disyuntiva de replantearse su carrera, pues no le alcanzará con las habilidades mostradas ante Jennings para trascender en el pedregoso boxeo profesional.

Como la lógica indica el antillano radicado en Irlanda deberá ponerse al final de la fila y recomenzar una carrera de larga distancia donde apenas se avista el horizonte. Así le sucedió a su compatriota Odlanier Solís (20-2-0, 13 KO), monarca olímpico en Atenas 2004, que tuvo la opción titular ante Wladimir Klitschko (45-2-0, 41 KO) -- desaprovechada por una lesión en la rodilla -- y nunca más se ha acercado a las Grandes Ligas en la división.