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Todo cambia para los Nacionales

La epidemia de barridas en la postemporada de las Grandes Ligas llegó a su final el lunes en AT&T Ballpark, en donde los Nacionales de Washington aprovecharon un error, de Madison Bumgarner, para apuntarse una victoria por 4-0 sobre los Gigantes de San Francisco, para obligar un cuarto partido y darle a esta Serie Divisional de la Liga Nacional una nueva dimensión.

Al momento que comenzó la serie, muchos fueron los analistas que dijeron que San Francisco, por sus éxitos recientes en la postemporada, tendría la ventaja sobre los jóvenes Nacionales y muchos atribuyeron esa ventaja psicológica a las dos victorias que San Francisco sacó de Nationals Park, especialmente en el maratónico partido de 18 entradas que acabó con el cuadrangular de Brandon Belt.

A todo lo largo del Juego 3, sin embargo, los Nacionales lucieron como que estaban en una misión, especialmente después de la segunda entrada cuando el abridor Doug Fister se zafó de tener las bases llenas precisamente ponchando a Bumgarner, quizás el lanzador que mejor maneja el bate en la Liga Nacional.

De ahí en adelante, los Nacionales lucieron como el equipo agresor. Aunque no tuvieron mucho éxito hasta la séptima entrada. El rally comenzó sutilmente con un hit de Ian Desmond y una base por bolas a Bryce Harper. Y ahí se abrieron las compuertas cuando, después de un toque de sacrificio, Bumgarner intentó sacar a Desmond en tercera y acabó tirando la bola a sus compañeros del bullpen, permitiendo las primeras dos carreras en un partido que hasta el momento había sido un duelo entre Bumgarner y Fister con gran defensa y mucha tensión.

Cuando los equipos tomen el terreno para el Juego 4 el martes, ambos tendrán una nueva perspectiva -- los Gigantes cuestionando sus decisiones y los Nacionales no solo creciendo su ego con su nueva "razón de ser", sino también porque el lunes lograron descifrar sus problemas ofensivos en el momento que más lo necesitaban.

El foco ahora va hacia el martes cuando los Nacionales envíen a la lomita a Gio González, quien ha dominado a los Gigantes al son de un ERA de 1.46 en sus últimas cuatro salidas contra San Francisco, limitando a los Gigantes a un promedio de .234.

Asimismo, y a pesar de que los Gigantes ganaron los primeros dos partidos de la serie, el hecho sigue siendo que San Francisco tiene solamente un hit en 14 oportunidades al bate con corredores en posición de anotar y la historia reciente está a favor de los Nacionales, quienes en el 2012 derrotaron a los Cardenales de San Luis en el cuarto juego de su NLDS, 2-1.

Los Gigantes ripostarán con Ryan Vogelsong, quien no ha ganado un partido desde el pasado 29 de agosto, perdiendo cuatro de sus últimas cinco salidas en la temporada regular para terminar la campaña con marca de 8-13 con efectividad de 4.00. Peor aún, Vogelson enfrentó a los Nacionales dos veces esta temporada y no le fue muy bien.

El pasado 9 de junio permitió seis carreras en seis entradas en una derrota de los Gigantes por 9-2 y el 24 de agosto permitió tres carreras en cinco entradas, con cuatro bases por bolas en un partido que San Francisco perdió 14-6.

Sin duda es una serie distinta. Ahora es una serie de 3-2 y son los Nacionales los que tienen la ventaja psicológica a pesar de que siguen jugando en territorio apache.