<
>

Descanse en paz, Minnie Miñoso

Minnie Miñoso sentó cátedra con los Medias Blancas de Chicago. Chicago White Sox

Ha muerto Minnie Miñoso. En un lapso de cinco semanas, Chicago ha perdido a dos de los mayores íconos deportivos en la historia de la ciudad, tras el fallecimiento, el 23 de enero, de Ernie Banks.

Saturnino Orestes Armas Miñoso Arrieta, Minnie, El Cometa Cubano o Mr. White Sox fue el primer jugador de raza negra dentro de la organización de los Medias Blancas y uno de los dos primeros latinos en aparecer en un Juego de Estrellas, cuando lo hizo en 1951 junto al venezolano Alfonso "Chico" Carrasquel.

"Fue uno de esos que siempre disfrutó al máximo jugar al béisbol. Siempre sonriente, Minnie jugaba para divertirse, como si no le importara nada más que jugar", dijo en una entrevista en el 2013 Tony Kubek, quien fuera por esa época campocorto de los Yankees.

"Nunca le temía a las situaciones más difíciles, pues para él debe haber sido muy duro llegar a Grandes Ligas. Así que las situaciones difíciles dentro del juego no le afectaban. Nada parecía afectarle. Siempre estaba feliz", añadió Kubek en aquella ocasión.

El cubano falleció el domingo 1 de marzo a los 89 años de edad, sin haber sido exaltado al Salón de la Fama de Cooperstown y ninguneado de manera grosera por las autoridades de Cuba.

En diciembre del 2014, Miñoso perdió su última oportunidad de entrar en vida a Cooperstown, pero el Comité de Veteranos le cerró las puertas a él y a los otros nueve candidatos que aparecieron en las boletas del año pasado.

No sería hasta el 2017 que tendría un nuevo chance, debido al absurdo sistema del Comité, dividido en tres ramas, pero a Miñoso no le alcanzó la vida para llegar hasta allá.

Más allá de sus estadísticas, que ya de por sí le harían merecedor de un nicho en el Templo de los Inmortales, el cubano fue un pionero, de los que junto a Jackie Robinson rompieron la montaña para labrar el camino por donde hoy pasan de manera natural Andrew McCutchen o Yasiel Puig.

Si las puertas se abrieran para Minnie en el 2017, merecidamente, aunque post-mortem, tendría un sabor agridulce que no repararía injusticias anteriores.

A modo de consuelo, fue exaltado al Salón de la Fama del béisbol cubano, un engendro de hace pocos meses, bastante carente de seriedad y rigor profesional, pues está marcado por manipulaciones políticas.

Diez figuras fueron inscritas en ese salón, que las rígidas autoridades cubanas se resisten a llamar "de la fama" y prefieren calificarlo como "de las glorias".

Cinco de esos exaltados viven en la isla, donde hicieron toda su carrera, en el período posterior a la llegada de Fidel Castro al poder.

Los otros cinco pertenecen a la etapa pre-castrista, de los cuales solamente Miñoso y Camilo Pascual estaban con vida.

Pero las autoridades deportivas cubanas manipularon hasta la ceremonia de exaltación y en un correo electrónico enviado a las partes involucradas en el proceso de refundación del Salón de la Fama prohibieron tácitamente la presencia de Miñoso y Pascual, representantes de una época brillante que el régimen trata de borrar de los libros de historia.