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México: nada que no hemos visto antes...

Mexsport

Un portero que termina siendo el héroe y un golazo del "Chicharito". Ello, más el fantástico entorno económico que siempre propone "El Tri", fueron parte del inicio del 2015 para la Selección Mexicana de futbol. Queda mucho trabajo por delante en la cancha, donde parece existir un gran desnivel entre lo que el equipo propone en su aparato defensivo y lo que sugiere de medio campo hacia el frente. Por lo pronto, México comenzó con una sana y tradicional costumbre: ganar los amistosos.

LOS ANGELES -- Nada nuevo bajo el sol "Tricolor" del inicio del 2015.

Casi un año más tarde, todo podría seguir igual en la Selección Mexicana de Miguel Herrera: el portero es la máxima figura y "El Chicharito" encuentra la manera de hacer goles cuando se "viste de verde" (o de negro como ocurrió el sábado aquí). El resto es el negocio perfecto: poco menos de noventa mil eufóricos aficionados en la tribuna y algunos millones más frente a la televisión dispuestos a aplaudir cualquier cosa.

El disparo de salida ha sonado nuevamente. El periplo de la selección está en camino. La vieja costumbre de ganar amistosos vuelve a la escena, porque finalmente, más allá de merecerlo o no en la cancha, de mostrar al menos un bosquejo de lo que podría ser el estilo competitivo de este equipo en el corto plazo, México cumplió con dos de sus grandes encomiendas: darle satisfacción -aunque sea momentánea y vaga- a los aficionados y enriquecer el bolsillo de aquellos que están al control del negocio.

La parte económica está intacta. Una conexión casi perfecta con el aficionado, que no le importa caminar, hacer filas bajo el sol y pagar precios exorbitantes por un boleto. México es la única selección del mundo que juega como local en dos naciones diferentes, el segundo de esos países cuenta con la economía más desarrollada del mundo. Y a partir de ahí, aprovechando los vacíos, la lejanía, la nostalgia y la necesidad del nexo, se vende todo: camisetas, banderas, balones, gorras, maquillaje y el sueño, el sueño de que esta selección alguna vez será una de las mejores del mundo.

Y en la cancha, "El Piojo" es el "Rey". Sonríe, gesticula, firma autógrafos, atrae las miradas y la gente lo vitorea. El portero no es problema. Corona está en un alto nivel competitivo y Ochoa ha perdido tiempo valioso en la banca. De medio campo hacia el frente, el equipo tiene algunos parámetros para ilusionarse: Héctor Herrera es un futbolista cada día más completo, Andrés Guardado busca y encuentra la manera de generar futbol. Miguel Layún tiene un sitio y una mentalidad a prueba de todo y hacia adelante, donde hay más dudas, Giovanni y "Chicharito" buscan darle profundidad y alegría al ataque mexicano. Los problemas graves de México están por la central. Herrera juega con tres defensores en el fondo -Moreno tiene el mejor nivel, Dueñas se defiende y Diego Reyes parece perdido en aquel futbolista que prometía ser cuando dejo al América-. Las ausencias de los veteranos Rafael Márquez (lesión) y Francisco Javier "El Maza" Rodríguez (permiso especial) arrojan muchas dudas por la central mexicana del sábado en el Coliseo.

Como era de esperarse, no hay grandes noticias alrededor de esta selección. Casi un año después de ese Mundial milagroso que propuso Miguel Herrera tras la debacle del futbol mexicano en la eliminatoria, hoy el equipo vuelve a depender de las atajadas de su portero, de cierta "electricidad y vigor" en tres cuartos de la cancha y de un auténtico golazo del suplente de los suplentes en el Real Madrid, Javier "El Chicharito" Hernández.

Nada nuevo bajo el sol del 2015 en esta selección. Nada que no hayamos visto antes y nada que nos dé una certeza de que, cuando se necesita otra vez de la cuota de calidad para dar el paso en una escena competitiva de máximo nivel, se vuelva a encontrar el fracaso.

@Faitelson_ESPN