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¿En la silla caliente?

Los Marlins de Miami se armaron durante el invierno lo suficientemente bien como para dar pelea en la división Este de la Liga Nacional.

Aunque los Nacionales de Washington partieron como amplios favoritos, a los Marlins se les señalaban como los más indicados a plantarle cara a los de la capital del país.

Sin embargo, después de dos semanas de competencia, Miami está en el sótano divisional, con apenas tres victorias y diez derrotas, luego de ser barridos en una serie de cuatro partidos ante los sorprendentes Mets de Nueva York .

Las cosas le han salido mal a los peces, cuyo punto más débil, según los análisis precontienda, está en la poca capacidad analítica y táctica de su manager Mike Redmond.

Para muchos, Redmond es uno de los dos peores directores de todas las Grandes Ligas, a la par de Don Mattingly, de los Dodgers de Los Ángeles.
Es cierto que el manager no batea, ni lanza, ni fildea, responsabilidades que quedan absolutamente en manos de los jugadores.

Pero varias de las diez derrotas que ya suman los Marlins tienen su base en gran medida en el mal manejo de sus piezas por parte del mentor.

El récord de 3-10 es el segundo peor de todo el béisbol, detrás de los Cerveceros de Milwaukee (2-10), sotaneros de la división central del viejo circuito.

Pero a diferencia de los Cerveceros, la versión de Miami del 2015 se armó para ganar, mientras que Milwaukee no sumó prácticamente nada y se debilitó durante el invierno con la salida de dos de sus principales abridores, los mexicanos Yovani Gallardo y Marco Estrada.

Giancarlo Stanton, el hombre de los 325 millones de contrato, ha estado intermitente en su rendimiento, con una elevadísima frecuencia de ponches de uno cada 3.2 veces al bate, con apenas dos bambinazos.

El cuerpo de abridores, que se esperaba fuera uno de los puntales del equipo, sufrió temprano la baja del venezolano Henderson Álvarez.

Solamente Dan Haren, el hombre que se negaba a lanzar para los Marlins, ha sido consistente en sus dos salidas, en las que mereció ambas victorias, aunque sólo obtuvo una, porque el cuerpo de relevo dejó escapar una ventaja de siete carreras.

Fuentes del equipo aseguraron a The Miami Herald que la permanencia de Redmond en el cargo está en peligro e incluso ya hay un potencial sustituto con nombre y apellido, que sería Wally Backman, manager del equipo de Triple A de los Mets.

Pero donde dije digo, digo Diego. La gerencia se apresuró en negar los rumores, al asegurar que Redmond está tranquilo en su sitio…por ahora.

Veremos cuánto le dura la paciencia al dueño Jeffrey Loria, quien desde que compró el equipo en el 2003 ha despedido a Jeff Torborg, Joe Girardi, Fredi González y a Ozzie Guillén, en tanto forzó la renuncia de Edwin Rodríguez.