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El Judas Blatter abandona a sus 133 Judas

LOS ÁNGELES -- El trasatlántico de la corrupción ha perdido a su capitán. Saltó del barco. Antes que las mismas anecdóticas y míticas ratas. El Titanic de la corrupción se hunde.

Joseph Blatter traicionó a los 133 que votaron por él en el Congreso de FIFA. Y ha quedado expuesto, apetitoso, para que los 73 que pedían su cabeza en el patíbulo, se regocijen con lo carroña expuesta para el canibalismo público.

Un hombre con poder sobre los poderosos, claudicó. De la manera más vergonzosa: abandonando al naufragio a esos 133 que tuvieron el último acto de fe, el último acto de piedad, el último acto de esperanza.

¿Por qué Blatter buscó la reelección? Hay respuestas y suposiciones más que evidentes. En ese momento, quedó fortalecido, pero con la amenaza creciendo de manera desmesurada.

1.- Para Blatter era importante ganar las elecciones. No es lo mismo salir agitando una renuncia que salir agonizante y desecho. No es lo mismo salir agitando las manos de manera cínica y farsante, que salir con las manos esposadas y sometido.

La imagen pública que prevalece es su grito histérico de victoria sobre el intento golpe de estado. ¿Cuántos dictadores logran sobrevivir a un linchamiento como el que preparaban de manera inmediata ante los ojos del mundo? Millones aguardaban ver rodar su cabeza.

La supervivencia de la reelección le abrió las puertas al mayor acto de escapismo que se recuerde. Hoy a Blatter lo juzgará la historia, pero no la derrota en esas elecciones.

2.- Blatter tuvo tiempo para no dejar cabos sueltos. El asalto y allanamiento del FBI y la justicia suiza, le maniataron para obrar de inmediato.

Necesitaba tiempo. Lo tuvo. En días, debió desaparecer archivos, incinerar documentos, pactar alianzas, acallar testigos, comprar con amenazas o francos suizos a las conciencias sueltas, indecisas, asustadizas, débiles que pululaban por ahí.

Si decide irse y entregar abiertamente la plaza, es porque sabe que los más penetrantes, quisquillosos, minuciosos y sangrientos sabuesos podrán encontrar pocos elementos para incriminarle.

3.- Su renuncia es un acto inteligente, astuto, audaz, pernicioso, maquiavélico. Está llamando al conflicto, más que a la unión. Está levantando en armas a los voraces, y apagando cualquier posibilidad de unidad.

Porque Blatter sabe que no hay un líder. El príncipe jordano Al Hussein fue un adversario de ocasión. Un monigote de la impopularidad. Un títere de sus adversarios. Jamás lo vieron como un caudillo, sino como un instrumento.

Al irse de esta manera, invocando y convocando a elecciones, y revocando las anteriores, deja un vacío de poder, deja un espacio de anarquía, y, sobre todo, deja un espacio abierto y frágil, muy sensible, a la guerra sucia y encarnizada.

Sin un líder real, Joseph Blatter sabe que habrá una guerra mercenaria por el poder. Cada confederación pretenderá imponer a su mejor hombre sin escrúpulos y sin moral, para tratar de conseguir el puesto.

4.- Es el momento de Sunil Gulati. El hombrecito silencioso de Estados Unidos ha dejado en claro, para los bobalicones que lo dudaban, que él ha orquestado, desde EEUU y bajo la justicia de EEUU toda esta avalancha contra Blatter.

Recordemos que Gulati fue declarado persona non grata por el futbol de Estados Unidos. ¿Cómo? Sí, Gulati es el amo y señor del futbol que una vez lo expulsó de sus organizaciones. ¿Alguna duda de las artes sutiles, perversas, maquiavélicas, exquisitas y subterráneas para deshacerse de sus enemigos?

5.- Todo indicaría que Michel Platini podría saltar al escenario. Nadie lo juzgaría de traición. El problema es cómo confiar en alguien que ha vivido durante 20 años arrullado por los lujos, los mimos, las riquezas, los tratos privilegiados de pertenecer a la FIFA.

Insisto: Platini no es mejor que Blatter. Durante años vio lo que ocurría y guardó silencio. El silencio contemplativo a quienes perpetran crímenes, es el peor de los silencios.

Platini guardó el silencio más ominoso, el silencio de los cobardes.

6.- Lo comentábamos hace unos días. Blatter había pactado con el FBI y la justicia suiza el allanamiento y el asalto inclemente contra el hotel y contra sus súbditos.

7.- ¿Quién presionó a Blatter? Queda claro que el ultimátum no llegó del interior de FIFA. Ni del FBI. Ni de la justicia Suiza.

El ultimátum llegó de los patrocinadores más importantes de FIFA. Bancos, refresqueras, marcas deportivas y fotográficas. En la reunión sostenida el lunes en Zurich, fueron muy claros: debía irse o ellos se irían de FIFA y de todos los torneos que organizan.

Blatter entendió que entonces, al final, terminaría siendo víctima de los cuervos que había creado y procreado.

Fue evidente desde el viernes pasado, e insistimos en ello, que Blatter fue el Judas que vendió a todos sus candidatos a Judas de la Concacaf y de la Conmebol.

Este martes histórico, Blatter fue el Judas supremo que abandonó el barco zozobrante con sus 133 candidatos a Judas.

Hoy llega, entonces, el momento de una nueva FIFA. El momento de un nuevo orden en el balompié mundial. Habría que pedirle a Diógenes y su Lámpara para encontrar el hombre correcto, vacunado, esterilizado, protegido, inmunizado, para no ser carcomido por ese puesto de presidente, donde la fama, el poder, el dinero, permitan corroen a cualquiera.

Blatter quedará confinado en la historia como el hombre más poderoso que muchos poderosos del mundo, y eligió la traición a todos, para evitar ser traicionado por todos.