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Mi primer podio

Aquí estoy en Toronto instalado para cubrir estos Juegos Panamericanos en su edición 17, para mí los primeros, una experiencia que trae nuevas cosas y con el infaltable nerviosismo a lo desconocido, a lo que pueda ocurrir. Siempre hay puntos positivos y negativos a eventos de mucho tiempo y de largas jornadas, una de las partes más importantes que hay que manejar es la relación humana, cómo uno se adapta al resto del grupo, y cómo nos podemos aguantar durante tres semanas con toda la presión que uno tiene y con el poco descanso que este tipo de evento acarrea.

El estar muy concentrado en esta labor, de una manera te aleja de la oportunidad de conocer lo más atractivo que tiene esta ciudad, pero hay que decirlo: Toronto me cautivó desde un principio, una hermosa ciudad donde se contrasta lo moderno con lo antiguo y también el desarrollo con la naturaleza. Una ciudad que invita a descubrirla.

En mis caminatas diarias hacia el centro de prensa por lo menos aprovecho de observar cómo se mueve esta ciudad, lo que más me llama la atención es la diversidad de etnias que hay, sobre todo asiáticos y árabes. No sé si porque vengo de una ciudad donde el idioma castellano sobresale sobre los demás, hablo de Miami, me sorprende no ver a tanto latino, sabiendo que sí hay una gran población de habla hispana. Otra cosa que me llamo la atención y que no puedo dejar de lado, Toronto siendo una ciudad muy limpia. Es muy difícil encontrar basureros en las esquinas, los hay pero hay que caminar mucho para encontrarlos.

Haciendo una comparación de estos Panamericanos y otros eventos que he tenido la suerte de cubrir, el trabajo se facilita un montón, las restricciones de acercarse a los deportistas son menores y pensando en nuestro mercado, la mayor parte de los atletas son de habla hispana así que no hay la necesidad de traducir. Esta disposición que tienen los atletas con los medios de prensa también nos ayuda a acercarnos más a ellos y conocer historias de vida, con que sacrificio y esfuerzo han llegado a estas instancias, llegar a los Panamericanos representando a su país es una primera meta que los llena de orgullo pero si llegan más lejos subiéndose a un podio es un sueño hecho realidad.

Realmente estoy muy contento de vivir esta primera experiencia de los Panamericanos, a lo mejor no voy a poder cumplir todo lo que quiero hacer pero como esto es largo y pesado todo hay que hacerlo con la flexibilidad necesaria para que las cosas vayan en la dirección correcta sin estrés ni complicaciones.

Le paso la posta a Kenneth Garay, que seguramente tendrá algo muy interesante que contarles.