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Kuri apaga fuego con buches de gasolina

LOS ÁNGELES -- Fidel Kuri Grajales llega a apagar incendios con buches de gasolina y al prostíbulo que era el arbitraje mexicano lo deja en cenizas.

Tiene motivos: errores arbitrales consumaron la eliminación del Veracruz. Cierto, fueron más los desaciertos de sus jugadores que los del juez Roberto García Orozco.

Hay un manoseo perverso de un árbitro de hábitos pervertidos como García Orozco. Un gol en fuera de lugar y un penalti no marcado. Pero más allá de su estela percudida de sospechosas equivocaciones de este silbante, peor que su criterio fue la puntería de los delanteros del Veracruz.

Y si Kuri Grajales tiene motivos, ¿tiene la razón?

Kuri asegura a ESPN que la madrugada del domingo le comentaron que el cuerpo arbitral había pronosticado, o anunciado, o sospechado, o advertido, o vaticinado, o analizado, que Pumas iría a Semifinales y Veracruz se quedaría varado en la arena.

El problema de Kuri es su índice moral. En abril de 2013, tras renunciar al PRI, compra por cinco millones de pesos la candidatura a la presidencia municipal por el PAN. Y paga en efectivo. Los priistas de la época lo declararon traidor. Cierto, los burros hablando de orejas.

Audaz empresario que ha triplicado la fortuna familiar, famoso en su región por escándalos juveniles en discotecas de la zona, Kuri Grajales es hoy, además de dueño de los Tiburones Rojos, propietario de varias casas de juego en el país, en sociedad con Víctor Flores, Don Perpetuo, según fuentes políticas.

Lo irónico es que hoy, Kuri Grajales es diputado priista por Orizaba y secretario estatal de organización del PRI. Es decir salta de un partido a otro, a pesar de las diferencias conceptuales, aparentes, entre los idearios y las ideologías de ambos partidos.

Como buen político mexicano, manifiesta que importa el hueso, sin importar el animal al que pertenece.

Quede esto citado para que cada quien visualice y categorice la personalidad moral del acusador, y que pueda conciliar su imagen con la de los acusados.

Insisto: Kuri Grajales tiene motivos para indignarse y soliviantar las embestidas contra los árbitros y sus titiriteros. Le ampara la libertad de expresión.

Claro, como también a cualquier otro le ampara el derecho de filtrar sus palabras y aseveraciones a través del cristal de los actos y de los antecedentes del mismo Kuri.

La afirmación de Kuri Grajales a ESPN no debe arrojarse en saco roto. La acusación es poderosamente grave. Y de ser cierta, debe ser la piedra angular para generar cambios en el futbol mexicano.

El dueño de los Tiburones quedó desligado administrativamente del equipo, por reglamento de la FMF, pero evidentemente hace sentir el peso de propietario, incluso con imágenes en francas discusiones con Carlos Reinoso.

Hostigador e instigador un tiempo del PAN, y luego del PRI y luego del PAN, Kuri Grajales sabe que meterse con los árbitros, tras lidiar con zorros ladinos de los partidos políticos, es un juego de niños.

¿Lo citará Decio de María? ¿Se le puede dar validez a alguien que dijo que le dijeron que alguien había dicho que le habían dicho que Pumas iba a eliminar a Veracruz?

¿Estará dispuesto Kuri Grajales a un careo con García Orozco? ¿Aceptará García Orozco un careo?

Hay un hecho indiscutible: Kuri se ampara en los videos que muestran las sospechosas torpezas del torpemente sospechoso García Orozco. El árbitro, en cambio, como sus víctimas, queda indefenso ante esa evidencia.

Al final, es irreversible el daño: Pumas es semifinalista. Y al final, queda claro, Kuri Grajales con un pesado caparazón de culpas políticas y sociales, se ve simpático, tierno y pizpireto, lanzando pedradas-bumerangs a personajes (Decio, Iñárritu, Codesal, árbitros) de condiciones morales y de credibilidad similares a las suyas.

Y sería bueno que dejara de dar tantas entrevistas lacrimógenas porque en la secretaría estatal del PRI hace tiempo que no se para a resolver algunos pendientes partidistas, políticos, electorales, sociales y morales que resolver.