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'Tuca', a levantar una Copa de antiácidos

LOS ÁNGELES -- Tigres carga con el peso absoluto de la Final. Pumas fue el líder del torneo, pero hoy a su condición de favorito le castañea la dentadura.

Tigres tiene el mejor plantel de México. Tiene en sus filas a numerosos futbolistas seleccionados nacionales y mundialistas de diferentes países.

Tiene, a pesar de la repulsiva propuesta, a un entrenador competitivo. Ricardo Ferretti conoce los misterios de una Liguilla, más allá de que algunos de ellos los hubiera enseñado a su entonces apóstol y hoy rival, Memo Vázquez.

Tiene Tigres a una afición y a una directiva tolerantes. En exceso. O, también, una fe desmedida.

Tanto, que es difícil precisar si esos seguidores que visten de una escenografía espectacular a El Volcán, pasaron ya de la tolerancia, a la abnegación o la resignación o el conformismo.

Porque, aunque desde la tribuna felina y desde los escritorios felinos parece que viven con la felicidad de la memoria corta, la gran obligación de 'Tuca' quedó pendiente.

Este Tigres, este equipo de cartel y plantel multimillonario, fue armado para ganar la Copa Libertadores de América.

Esa era su misión primaria, primigenia, tanto para 'Tuca' como para sus jugadores. Y fallaron. A Ferretti le sobró cautela y a los Tigres les faltó temeridad y compromiso. Especialmente ante un River Plate desvencijado, con cinco ausencias, y sin estar en su mejor momento.

Tigres era el favorito de esa Final. Excepto, y ocurre con frecuencia, que la casta histórica de River y la del propio jugador sudamericano se amamantan desde siempre de la magnitud de ese torneo.

Por eso, el peso absoluto de la Final es para Tigres. Porque la apuesta de la directiva con una fe ciega y sin restricciones en el 'Tuca' era por la Libertadores, y lo menos, como un magnífico premio de consolación, debe ser entregar el título del Apertura 2015.

Es indudable que 'Tuca' tiene un plantel excelente a su servicio. Ahí sobra un arsenal para vulnerar cualquier muralla, excepto, claro, la de sus propios atavismos y temores hacia jugar ofensivamente.

Revisamos esa plantilla: los mexicanos Damm y Aquino, y sumemos a su paisano Dueñas. Material de selección nacional, y hasta Rivas vive un momento exultante para su nivel promedio.

Tiene a algunos jugadores de pie mundialista, de pie protagónico en sus selecciones y Europa, y jugadores veteranos. Egidio, Guerrón, Sobis, Damián, Juninho, Nahuel.

Y esa columna vertebral la remata el mejor futbolista extranjero del torneo, un delantero con gol y con liderazgo, pero además, con una sensibilidad futbolística que evidentemente rebasa en ritmo y en astucia a sus congéneres, como André Pierre Gignac.

Y hay una marcada diferencia: 'Tuca' Ferretti fue armando este equipo de altísima competencia durante años. Lleva un proceso de sustitución y recambio de piezas hasta encontrar, tal vez, el grupo más perfectamente elaborado a golpe de chequera en todo el continente.

Pumas, en cambio, ha sido producto de una reingeniería exitosa. Al final, con pocos agregados, con pocas sorpresas, Memo Vázquez tomó a un equipo en ruinas.

Lo de Vázquez, indudablemente, es más meritorio y respetable que lo hecho este torneo por Ferretti. Le entregaron casi mortajas futbolísticas y las levantó de su catacumba y las metió a jugar, a competir, a comprometerse, y están en la Final, cierto, sin olvidar las argumentaciones de los errores arbitrales ante Veracruz y América.

Para el trabajo de Memo Vázquez, el título sería una cosecha excelente. Al recibir despojos anímicos y aparentemente jirones de futbolistas para erigir un líder general y finalista, hay indudables méritos.

Para Ferretti, es apenas cumplir con su obligación secundaria, porque fue incapaz de cumplir con la mayor de todas: la Libertadores.

Cierto: ya dijo 'Tuca' que ni él ni sus equipos están obligados a nada: "a fuerza ni los zapatos entran", argumentó con el Tri antes del juego ante EEUU.

Sin embargo, es de suponerse, que para su afición y su directiva, Ferretti está obligado a entregar esta copa, no llena de miel, sino sólo de antiácidos para combatir las agruras que les dejó el fracaso de conquistar la Libertadores.