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Tena, al León por decisión de ¿Carso o del Pachuca?

Mexsport

LOS ÁNGELES -- A Pizzi lo infectó el Síndrome Osorio: tiró la chamba en el León y emigra a Chile, selección campeona de América y aspirante mundialista.

Como Osorio con Sao Paulo, Pizzi se deja seducir por los cantos de las sirenas mundialistas. Obviamente su desafío es mayor que el de Osorio al llegar a una Conmebol donde pululan figuras en Europa y con debut ante Argentina.

Pero cierto, tanto como Osorio, Pizzi tiene el derecho de aprovechar la oportunidad que se le presenta. Una selección y un Mundial rebasan las expectativas mundanas y domésticas de los equipos. Claro, es distinto, el colombiano tira por séptima vez una chamba en su trayectoria.

León, o el Grupo Pachuca, elige a Luis Fernando Tena como técnico y a Alfredo Tena como auxiliar. Ya alguna vez hicieron fuerza carnal en el América. Esa vez la fragilidad emocional de los directivos, los echó de El Nido.

Lo curioso es que si lo elige el Grupo Pachuca, por qué lo anuncia el Grupo Carso y lo hace Elías Ayub, con gran amistad con los Tena, y no lo hace uno de los Jesús Martínez. ¿Sería que no estaban de acuerdo?

León cambia de pastor y cambia de doctrina. Pizzi tenía ya catequizada a la Fiera con su doctrina, agradable, vistosa, confrontadora, tras pagar, claro, el derecho de piso.

Luis Fernando Tena, a juicio de sus colegas, es el técnico que mejor sabe leer y explotar las fragilidades de sus adversarios. No propone sino que capitaliza las debilidades del rival.

Y en este momento, tiene dos trofeos en la sala de su hogar: llevó a México a ganar su máxima conquista internacional, el oro olímpico en Londres 2012 y es el último -¿en todos sentidos?- técnico que ha hecho campeón a Cruz Azul.

En todo ese proceso ha madurado. Fue quemado en leña verde al heredar para el juego ante EEUU el bastón maldito del proceso del 'Chepo' de la Torre en el Tri. Tena estaba condenado en Columbus.

Inteligente, centrado, trabajador, y más allá de esa presunta dependencia extrema y maligna de Carlos Hurtado, ha crecido a base de cicatrices que, evidentemente, no son más grandes, pero sí más numerosas que los logros mencionados en Londres y con La Máquina.

Desde lejos, parecía más congruente de parte del Grupo Pachuca tratar de convencer a Hans Westerhoff, ya en la institución, como relevo de Pizzi, por la energía que tiene con el jugador y por el paladar de futbol similar al del argentino.

En cierta medida, los hermanos Tena encuentran la mesa servida. Un plantel armado a conciencia, sólido, equilibrado, medianamente disciplinado, es lo que heredan.

Y además, en ese trabajo de adaptación, no llevan prisa excesiva. Pizzi les ha heredado más de una tercera parte de la clasificación a la Liguilla.

Es decir, con nueve unidades en su haber y con la incertidumbre por este choque de la renuncia de Pizzi y la llegada de los Tena, quedarán después de Tigres este fin de semana 39 puntos por delante. Con ganar 16 de ellos, para sumar 25, estarán en la Liguilla.

Ahora, si León vence a Tigres, entonces, Pizzi les habría dejado casi el 50 por ciento de la clasificación. Difícilmente podrían arruinarlo.

Viéndolo de manera aparatosa, casi pesimista, los Tena tienen a su alcance una pretemporada larga y, con cuota baja de rendimiento, se meterán a la Liguilla con un equipo remozado y apegado a su estilo.

Cierto que hay un riesgo. Habrá reasignación de órdenes y tal vez de posiciones. Por ejemplo, Navarro y Velarde tal vez empezarán a recorrer menos a la ofensiva.

O en otra referencia, el mismo 'Gallito' Vázquez se verá exigido por los Tena para no merodear el área rival, o entonces se verá obligado Elías Hernández a administrar sus incursiones por derecha para relevar a su compañero.

Y obviamente, la transición ofensiva, con menos desplazamiento en diagonales, y más pelotazo largo, obligará a diferentes movimientos a Cano y a Cuevas, y tal vez Burbano tenga más minutos.

Como sea, es un ambiente bizarro. Todos ganan. O todos pierden. Puede ser que el cambio obligado siente bien al León a pesar de la metamorfosis en el juego. Y que Tena se reivindique y Pizzi cumpla su anhelo y el de los chilenos. O, claro, puede pasar que todas las combinaciones sean desventuradas.

Porque al final, reitero: queda una duda muy morbosa: ¿Por qué el anuncio de la llegada de los Tena la hace Elías Ayub y no alguno de los Jesús Martínez?

Insisto: ¿Llegan los Tena por su amistad con Ayub o por consenso del Grupo Carso con el Grupo Pachuca? ¿O llegan los Tena a pesar de los Martínez?