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El balón a los pies de "Billy"

Cruz Azul sigue en la penumbra. De aquel club ganador y glorioso, queda poco, muy poco. Hoy destaca una cuarta ausencia consecutiva en la liguilla y casi 20 años sin un titulo de Liga. En las tribunas hay amargura y en las redes sociales burlas a su condición. Llegó el momento de hacer algo. Y el único que lo puede hacer es el presidente de la institución, el presidente de la Cooperativa, el hombre que aparece al frente de Cruz Azul. Solo Guillermo Álvarez puede propiciar esa transformación que tanto requiere Cruz Azul. ¿Cómo hacerlo? ¿Reestructurando al equipo? ¿Cediendo parte del poder? ¿Tomando otro tipo de decisiones? Veremos si se atreve a hacerlo. Por lo pronto, hay una buena señal: esta consciente de ello.

LOS ANGELES, CA -- En la cancha de Cruz Azul el balón sigue a los pies del mismo protagonista. Y a partir del nuevo y enésimo fracaso, Cruz Azul va a cambiar siempre y cuando Billy Alvarez acepte ese cambio. Hasta donde yo sé, lo está pensando.

En Cruz Azul saben, mejor que nadie, que ha llegado el momento de realizar un examen de consciencia --más que a consciencia-- de lo que ha pasado y hasta de lo que ha dejado de pasar en el club en los últimos años. Billy Álvarez parece dispuesto a colocarse frente al espejo para preguntarse si ha llegado el momento de propiciar una reestructuración futbolística que le conduzca a dar un paso de costado y dejar que otros, allegados a él dentro de la Cooperativa, empiecen a tomar más decisiones en temas futbolísticos.

Cruz Azul ha probado con todo: futbolistas de diferentes estilos, precios, condiciones, edades. Entrenadores de distintas personalidades contrarias y directores deportivos que proceden de filosofías diferentes. Nada, nada ha funcionado, ni siquiera cierto alejamiento del propio Billy para que su hijo, Robín, adquiriera un mayor protagonismo en la toma de las decisiones que competen al futbol.

El escenario del sábado en el Estadio Azul termino siendo patético: un equipo desordenado en la cancha, un entrenador que pareció perder el control sobre el vestidor y como siempre, una afición enfurecida y cansada de la situación. Cruz Azul se ha encargado de hundir generación tras generación en sus penas.

La marca cementera, siempre con una presencia noble y ganadora, se ha confundido con la de un equipo perdedor en el campo de juego. Desde ahí se origina un punto de presión.

Pensar en un reordenamiento de las estructuras futbolísticas no es visto como algo imposible hoy en Cruz Azul. Es el propio Billy el que cree que darle al club un impulso diferente, otro tipo de pensamientos, de voces, de inclinaciones, podrían ayudar, una vez que se ha probado con casi todo y que nada ha funcionado. Que Billy dé un paso al costado dependerá sólo de Billy y en esa inminente reestructuración, Robín, su hijo, adquirirá un mayor peso en la operación futbolística.

El fracaso de Tomás Boy ha sido uno de los más dolorosos de la última época. Hubo un momento en la temporada donde Cruz Azul parecía encaminado hacia niveles protagónicos, donde, por momentos, su futbol alcanzaba para ilusionar y donde el equipo adquiría parte del carácter del entrenador, una de las características --la "sangre caliente", la personalidad-- que tanto pareció faltarle en los tiempos de penurias. Luego, algo se descompuso de pronto, quizá una "fractura en el vestidor" con la polémica que desató el entrenador y el delantero Vicente Matías Vuoso, o tal vez una situación típica en la carrera de Boy, donde sus equipos, después de alcanzar cierto nivel, descienden de forma inexplicable. La realidad es que el club se ha quedado por cuarta ocasión consecutiva alejado de una liguilla.

La continuidad de Boy no está garantizada. Tampoco la de algunos futbolistas veteranos cuyos mejores días en la cancha parecen haber quedado en el pasado. Cruz Azul sabe qué requiere utilizar para renovarse.

Otra campaña de Cruz Azul para el olvido, para el fracaso, donde parece tiempo de una "nueva limpia" generalizada en el plantel y un análisis, a consciencia, de si en realidad el entrenador es el correcto para devolverle a este equipo los niveles que marca su historia. Pero lo más importante sigue siendo Billy y sólo Billy. A partir de que él quiera un cambio, Cruz Azul podría cambiar.

@Faitelson_ESPN