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10 memorias que definieron la carrera de Ken Griffey Jr.

La gente se sorprendió un poco cuando Ken Griffey Jr. recibió el mayor porcentaje de votos de cualquier jugador electo al Salón de la Fama. Pero mientras más lo pienso, no es tan sorpresivo: Aunque nadie discute que Griffey es el mejor jugador de la historia, él tuvo tantos momentos icónicos y fue tan popular en la década de los 90 que hace sentido. Fue un verdadero ícono cultural en esa década, quizás el último jugador de béisbol que apareció regularmente en comerciales nacionales, una hazaña aún más sorprendente considerando que nunca jugó en una Serie Mundial. Para gente de cierta edad - o aquellos, como yo, que éramos fanáticos de los Marineros de Seattle -- Griffey definió el béisbol en los 90. Los fanáticos lo adoraban. Los chicos lo adoraban. Estuvo en "The Simpsons". Apareció en "Harry and the Hendersons". No en balde logró más votos que Babe Ruth o Willie Mays.

1. El 'Mad Dash'>.

En Seattle, es mejor conocido como El Doble, cuando Edgar Martínez conectó el batazo de doble mérito por la línea del jardín izquierdo que definió la serie y dejó tendidos a los Yankees de Nueva York en entradas extras en el Juego 5 para cerrar la más emocionante Serie Divisional que jamás se haya disputado. ¿Cómo Griffey logró anotar desde primera base en dicha jugada? ¿Con un doble hacia el izquierdo sin outs? Sigue siendo el momento más grande en la historia de los Marineros, y la foto de él dejando escapar su cabeza desde debajo del grupo de compañeros con una sonrisa tan grande como la Bahía Puget no solo es una foto icónica en los deportes de Seattle, sino es una foto icónica para todos los deportes, una que captura la pura alegría de ganar, de la celebración. Cuando se piensa en Griffey, quizás se puede pensar en su dulce swing o en sus grandes atrapadas, pero cualquier fan veterano de los Marineros piensa primero en ese grupo en el plato.

Es importante recordar el contexto de esos Marineros de 1995, esos milagrosos Marineros que lograron recuperarse de un déficit de 12.5 juegos a finales de agosto para empatar con los Angelinos y ganar el partido de desempate para llegar a la postemporada por primera vez en su historia. El béisbol en Seattle parecía muerto. Una votación a principios de septiembre para construir un nuevo estadio había fallado. Los rumores de una posible mudanza - probablemente a Tampa - habían rondado la organización y la base de fanáticos por varios años. Rayos, ellos solo habían tenido dos temporadas ganadoras antes de 1995. Entonces vino la corrida heroica para ganar la división. Y luego vino la victoria sobre los Yankees Yankees -- Griffey conectó cinco jonrones en la serie, incluyendo uno a David Cone en la octava entrada del Juego 5 que recortó el déficit de 4-2 a 4-3. Luego de la corrida en playoffs, la legislatura estatal se las arregló para empujar y conseguir los fondos para el nuevo estadio. Griffey ayudó a salvar el béisbol en Seattle.

2. Cuadrangulares consecutivos con su padre.

En 1990, Griffey estaba en su segunda temporada con los Marineros cuando el equipo firmó a su padre de 40 años en agosto. Quizás fue un ardid publicitario, pero Griffrey padre todavía podia jugar (batearía .377 en 21 juegos con los Marineros ese año y .282 en 30 juegos en 1991). El 14 de septiembre, Padre estaba bateando segundo en la alineación y conectó cuadrangular en la primera entrada ante Kirk McCaskill de los Angelinos. Hijo le seguía en la alineación y tenía la luz verde en conteo de 3-0. E hizo esto.

3. La temporada de JMV en 1997.

Griffey se ubicó segundo entre los jugadores de posición en la LA en WAR en 1991, via Baseball-Reference.com. Llegó primero en 1993. Andaba segundo en la temporada 1994 acortada por la huelga, cuando llevaba ritmo para terminar con 58 jonrones y con oportunidad de retar el record en una temporada de Roger Maris. Se quebró la muñeca en 1995, así que perdió tiempo de juego, aunque su regreso a la alineación ayudó a darle la chispa al equipo para llegar a la postemporada. Llegó primero en WAR en 1996. Aunque ya era reconocido, junto con Barry Bonds, como los mejores jugadores en el deporte, no se había acercado a ganar un premio MVP; terminaría segundo en 1994, pero muy alejado de Frank Thomas, quien recibió 24 de los 28 votos de primer lugar, y terminó cuarto en 1996.

Entonces llegó el 1997. Griffey conectó 56 cuadrangulares, remolcó 147 carreras, anotó 125 y tuvo slugging de .646. Lideró la Liga Americana en todas esas categorías. Ganó un Guante de Oro. Los Marineros ganaron el banderín del Oeste LA. Fue el JMV de forma unánime. Jugaría solo dos temporadas más con los Marineros.

4. La carrera, el salto, la atrapada, la pelota, la sonrisa.

En los inicios de los años 90, Griffey le robó un cuadrangular a Jesse Barfield en el Yankee Stadium, pero fue su reacción luego de la atrapada lo que hizo la jugada tan memorable. Quizás luego perdería ese entusiasmo juvenil, pero es un momento que quedó marcado en la historia, el Chico Griffey actuando como si hubiese hecho la mejor atrapada de todos los tiempos, con un futuro brillante pero todavía por definir.

5. Cuadrangulares en ocho juegos consecutivos.

La racha de Griffey en 1993 igualó el record compartido con Dale Long y Don Mattingly. El octavo fue un gran batazo que aterrizó en el piso superior del Kingdome. Miren el pitcheo: Alto y afuera. Cuando Griffey se concentraba en un pitcheo, era tan rápido y poderoso en la zona que podia halar una pelota alta y afuera hacia el jardín derecho. Muy hermoso.

6. Grandeza de chocolate con leche.

En realidad, yo no recuerdo si la barra de dulce de Ken Griffey Jr. sabía bien. ¿Pero importa mucho? Michael Jordan quizás haya tenido su propio perfume, pero ¿tuvo su propia barra de dulce?

7. Griffey versus Bonds.

Mi amigo KJ se molestó un poco el otro día cuando no puse a Griffey en mi lista de los 10 mejores jugadores de todos los tiempos. El pico de Griffey de 1990 a 1999 - antes de su cambio a los Rojos - fue ciertamente sobresaliente y merecedor de ser incluido en la lista de los 10 mejores que incluya solo valor pico. En esas 10 temporadas, él promedió .302 con 38 jonrones y 109 impulsadas, y eso con una temporada acortada por la huelga y la del 1995, en la que se afectó por lesiones y solo pudo jugar 72 partidos. Ganó un Guante de Oro en las 10 temporadas. En dos ocasiones conectó 56 cuadrangulares, y en las otras temporadas logró 49, 48, 45 y 40. Su WAR total para la década: 67.3.

Ahora, Barry Bonds. En la misma década, él también bateó .302... y promedió 36 cuandragulares y 108 impulsadas y ganó ocho Guantes de Oro, aunque como jardinero izquierdo en vez del central. Tuvo tres temporadas con más de 40 jonrones. Venció a Griffey en premios JMV, tres a uno. Además tiene una ventaja considerable en WAR, con un total para la década de 79.9. ¿Cuál es la diferencia? Bonds tuvo dos ventajas sobre Griffey: Logró porcentaje de embasamiento de .434 durante esa década en comparación con el .384 de Griffey; se robó 343 bases ante las 151 de Griffey. Los boletos son el asunto grande aquí. Bonds tuvo números similares, pero se embaso más y por ende provocó menos outs, lo que crea un valor muy superior en comparación con Griffey.

Por supuesto, no incluí la popularidad en mis criterios, y es ahí donde Griffey le da una paliza monumental a Bonds. ¿Y luego de 1999? Todos sabemos lo que pasó luego de eso. Además todos sabemos a quién van a exaltar al Salón de la Fama en este fin de semana.

8. La otra gran atrapada.

Estoy contento de que MLB tenga video de esta jugada, porque yo estuve allí y todavía no puedo creer que Griffey haya atrapado la pelota. Es parecida a la de 1995, cuando chocó con la pared y se quebró la muñeca, pero yo pienso que esta es mejor.

9. El cambio a los Rojos de Cincinnati.

Pensemos que esto nunca ocurrió.

10. 630 jonrones.

Sí, hay dos mitades en la carrera del Junior. Hasta los 29 años, conectó 398 jonrones. Luego de cumplir 30 años, apenas logró 232, mientras batalló con lesiones y no pudo mantenerse en la mejor de las condiciones físicas. Perdió alcance en el jardín central, aunque los Rojos lo mantuvieron en juego allí. ¿Recuerdan el tiempo que pasó con los Medias Blancas de Chicago? Yo tampoco. Pero aun así, 630 jonrones son 630 jonrones. Se ubica sexto en la lista de todos los tiempos, y dos de los que están encima de él -- Bonds y Alex Rodríguez -- están manchados por los esteroides. No puedo creer que hayan pasado ya 27 años desde que corría a casa desde la universidad para ver a este adolescente jugar en el jardín central para los Marineros. ¿A dónde se va el tiempo?